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Los días pasaban y la tan deseada visita no llegaba así que continuamente se esforzaban por tener la casa lista y reluciente en todo momento. Aquello técnicamente no era como vivir juntos pues Kakashi se iba tarde a su casa y volvía muy temprano, para comer iba a algún restaurante tal y como hacía siempre por lo que tampoco se veían tanto.

Cuando llegó el fin de semana de nuevo dejaron a Naruto quedarse con él. Ambos estaban convencidos de que después de lo ocurrido no se lo permitirían hasta que la adopción fuera definitiva pero al parecer tenían más suerte de la que creían.

El sábado entero lo pasaron los tres juntos y esta vez Naruto no protestó en absoluto ante la presencia de Kakashi. Y Kakashi no quería reconocerlo pero estaba a un paso de cogerle cariño al niño y no solo al niño.

El domingo sin embargo fue diferente, habían planeado salir a comer fuera y pasar el día en el río pero todo se torció cuando Iruka recibió un comunicado.

—¿Qué pasa? —le preguntó Kakashi cuando Iruka despidio al mensajero y cerró la puerta.

—Hay una urgencia en el trabajo. Por lo visto un escuadrón sale esta noche y hay que hacer las fichas.

—¿Pero no hay nadie más que pueda hacer eso?

Iruka sonrió triste y alzó los hombros.

—¿Pero ahora qué? Iruka no me gusta ese trabajo, te tienen de pringado.

—Lo sé...

—¡Es que es domingo!

—Eso también lo sé y no me ayuda a sentirme mejor. ¿¡Te crees que quiero ir!?

—Pues dilo, allí te toman por tonto Iruka.

—Pues ves a gritarles como a la del orfanato ¿no te parece?

—Por lo menos así soluciono cosas.

Iruka se quedó callado.

—Lo siento Iruka, es que me había ilusionado con el día de hoy.

—¿De verdad te hacía ilusión?

—Claro, yo...

—¿Qué pasa? —dijo Naruto que hacía un rato que no les oía. ¿Qué era lo que le iba a decir Kakashi? Nunca le había molestado tanto que alguien interrumpiera una conversación...

—Nada Naruto, ve al comedor que ahora vamos.

Y así hizo el pequeño.

—Oye, luego hablamos.

—¿Pero entonces te vas?

—Solo van a ser un par de horas, ¿te estaría pidiendo mucho si...? —y terminó de hablar con la mirada al señalar de refilón a Naruto.

¿Él solo con Naruto? ¿Era totalmente necesario?, pensó y aunque no lo expresó con palabras si lo dijo con la mirada.

—Vale, te entiendo —le dijo Iruka al ver la cara de Kakashi, entonces salió al comedor— Naruto, óyeme, lo siento mucho pero tienes que recoger tus cosas.

—¿No nos vamos? —dijo con muchísima desilusión, tanta que conmovió a Kakashi.

—No, vamos al orf...

—Iruka tiene trabajo porque es un ninja muy importante y tiene que salir así que vamos a cambiar los planes, ¿te apetece que nos quedemos aquí los dos?

—Jo... yo quería ir al río. ¡Pero no pasa nada! ¡Lo pasaremos bien aquí!

Antes de salir Iruka le dedicó una fugaz mirada a Kakashi, y se fue de allí con la sensación de estar dejando pendiente una charla muy importante.

SÍ, QUIERO [KAKAIRU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora