CAPITULO 14

3 0 0
                                    

-¿Hola? ¿hay alguien en casa?

Demonios. Es Alan

-Dios , Evan no vayas a salir por nada en el mundo por favor

-De acuerdo. Pero, tus labios te delatan

-¿Qué? – me limpio un poco los labios para que no se vean tan dilatados –

-Hola Alan ¿Cómo estás?

-Un poco cansado, vine a llevarle unas cosas a tu mama, para su salida mañana

- ¿Cómo sigue?

-Mucho mejor. Tú ¿Cómo estás? ¿ya comiste?

-Si, ya comí –unos deliciosos labios - pedí pizza

-¿En dónde andabas?

-Estaba en el patio, leyendo y pensando – en por que los labios de Evan son tan sabrosos -

-Bueno , pues te acompaño

-¡NO! Ehhh, no hace falta hace mucho frio ya, mejor te ayudo con las cosas de mama

-Si, buena idea.

Una hora después de agarrar las posibles cosas que mama podría necesitar, me despido de Alan quien se dirige de nuevo al hospital.

Me dirijo al patio con Evan pero al llegar no lo encuentro, ahora otra hora para encontrarlo. Busque en la cocina, baños, habitaciones, solo me faltaba mi habitación y si, ahí estaba.

-¿Qué haces acá?

-Hacía mucho frio allá abajo, entonces ¿qué leías?

-Tus labios

-¿Qué opinas de ellos?

-No están nada mal

-¿quieres cambiar de opinión?

-Voy a quitarte el frio mejor. Me pongo encima de él, y comienzo a besarlo – me encanta este sentimiento cuando estoy con Evan, me pone en modo con solo ver sus labios –

-¿ya te vas?

-Si, mis padres están por llegar y tú debes dormir – una vez ya terminada la película, agarra su camisa cubriendo su tonificado abdomen –

-Creo que no podre dormir

-Suerte con eso, nos vemos mañana. Descansa – me da un pequeño beso en los labios y se retira de la habitación –

-Evan ¿A dónde me llevas?

-Es secreto

-Puedes decirme al menos si ¿ya vamos llegando?

-5 min

-Eso dijiste hace media hora

-Jajaja, ok, ok. Ya llegamos

-Gracias al cielo – me quito el pañuelo de mis ojos –

-No te puedes quitar eso

-¿Por qué no?

En eso, Evan me agarra de los muslos y me sienta sobre algo, me empieza a besar con mucha intensidad, como si quisiera que este momento no se acabara, me recuesta sobre lo que sea que es esto.

-¿estas lista?

-Si – digo jadeando –

-Bueno pues levántate – dice una voz muy familiar –

-¡MAMA! Creí que no llegarías hasta en la noche

-Logre que me sacaran antes

-Te extrañe mucho – le doy un fuerte y delicado abrazo –

-¿Qué soñabas? Parecía ser un sueño muy emocionante

-Demasiado emocionante, diría yo

-Quiero los detalles luego, primero debes alistarte para ser la reina de Francia

-Aun no puedo creer que usaran esos vestidos tan feos

-Ni me lo digas. Ahora ven te ayudare a ponértelo

-Gracias

-No puedo caminar, ni respirar

-Ay que exagerada

-Como tú no eres quien lo lleva

-Ahora, el maquillaje

-No, no sé qué es peor si como se maquillaban o como se vestían

-O ¿Cómo se enamoraban de ellas?

-Sí, eso también

-Vamos, Alan te llevara a la escuela. Nos veremos cuando llegues

-¿hoy trabajaras?

-No, tengo unos días hasta que me mejore totalmente

-¿aun estas mal?

-Ya me siento mejor, pero no tenía ganas de empezar a trabajar de nuevo, así que dije que aún estaba enferma

-Que gran ejemplo eres, debería tomarlo

-Ni lo sueñes, ahora baja

Ya por fin dentro del carro, y en camino a la escuela me puse a pensar sobre mi sueño de anoche, no estoy segura si puedo significar algo o solo fue por nuestro momento

-Bueno, al parecer mi reina se ve algo ajustada – dice hunter burlándose detrás mío –

-No puedo ni respirar, ya quiero quitarme esto

-Yo igual

-Tú no te vez tan mal

-Parezco un pingüino gordo

-JAJAJA, vamos a presentar esto para quitarnos esto lo antes posible

-Y bueno ese fue un resumen de lo sucedido en la revolución francesa –digo con una falsa sonrisa, necesito quitarme esta cosa –

-Excelente – nos aplaude la profesora – así es como se hace una verdadera representación

-Si por verdadera se refiere a no respirar más le vale ponerme 100

-Bien muchachos, ya se pueden ir a cambiar

-Ya era hora – dice hunter ya con sus cosas en la mano, listo para dejar de ser un pingüino gordo –

-Oye, me puedes ayudar a bajar el cierre por favor – le pido el favor a hunter antes de que entre el baño a cambiarse –

-Claro

-Gracias

-¿Por qué estos vestidos son tan complicados?

-Por fin sales

-Tu no tuviste que pelear son un enorme vestido

-Vámonos

-¿quieres que te lleve a casa o esperas a alguien?

-Ehhh – pero en ese momento llega Alan – gracias, pero ya me debo ir, hablamos luego gordo pingüino

-Era obvio que no esperaba a Alan, quería ver si me encontraba con Evan; solo lo pude ver cuando termine de cambiarme, estaba jugando futbol sin camisa y necesitaba verlo. Y tal vez, también a sus labios .

Rumbo a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora