CAPITULO 11

3 0 0
                                    

¿Cómo me siento?

Confundida, muy confundida.

Llegué aproximadamente hace una semana y me han pasado demasiadas cosas que no estoy acostumbrada a vivir; tener una vida social y vivir tranquila sin ser juzgada.

¿Qué si es perfecto?

Nada ni nadie es perfecto en este mundo. Estamos rodeados de problemas, por más mínimos que sean, de esto se trata la vida, de remendar cada uno de nuestros errores para cada día ser mejor persona y aprender de ellos.

Vivo presa del miedo y la vergüenza por creer que mis defectos me descalifican, comencé a vivir una vida que no me pertenecía. Una vida que, lejos de dejarme mucha satisfacción, me dejó mucho dolor. ¿Por qué? Porque estaba viviendo fuera de mi propia piel, porque estaba intentando sacar mi pasado con acciones que cada día hacían más grande ese dolor y lo hacia inconscientemente.

Privarme de tener amistades por el miedo al ¿Qué dirán? O ¿Algún día se enteraran de lo ocurrido? Solo estaba haciéndome más daño al alejarme de la sociedad, al querer esconder ese miedo que día día carcomía mis entrañas y no tenía a quien acudir, simplemente guardarlo.

¿Hoy? Soy completamente distinta. Ha pasado poco tiempo, pero para mí este gran paso que he dado es el primero de muchos que pienso dar. ¿Miedo? Demasiado. ¿Ansiedad? Ni te imaginas. ¿Retroceder mis propósitos? Jamás.

¿Amor? ¿Realmente existe? No lo sé.

Tuve la oportunidad de compartir mi vida sentimental con dos personas, después de lo sucedido, las cosas no se dieron por diferentes cosas; Infidelidades y futuros distintos. Con Nate, viví un romance tranquilo, nunca pude decirle un "Te amo" que realmente viniera de mis sentimientos más profundos, él era una persona incondicional para mí, siempre estuvo para mí, como yo para él; espero encuentre una mujer que realmente pueda amarlo. Nick fue el primer hombre con el que estuve después del incidente, me arrepiento rotundamente de ello. Me acerque a él pensando que por fin podría olvidar todo y darme una oportunidad de ver el mundo de distinta manera, pero resto siendo lo contrario, termine saliendo como la primera vez; Destrozada en mil pedazos.

Aquí comienza mi historia del por qué disfrutaba tener sexo con hombres sin tener una relación seria. Salir de fiesta yo sola, sin conocer a nadie que me juzgara, tener sexo con quien yo pudiera escoger sin ser obligada. Sé que no es lo más decente, pero era la única forma en la cual podía desatar mi dolor de haber sido ultrajada durante tanto tiempo.

¿Mi presente? Estoy trabajando en ello.

...

¿Le estoy siguiendo el beso? Si estoy estoy haciendo.

¿Debo parar? Eso creo.

Paro el beso.

- Yo-balbuceo-no sé qué sucedió.

- Estoy igual que tú-dice pasándose una mano por su cuello.

- Dios, Evan debemos parar-digo sentándome en frente de él.

- ¿Por qué? ¿Te da miedo sentir algo por mí?-hace una pausa- Estar tan cerca y tan lejos de ti me está matando, no poder besarte, tocarte, hacerte mía.

- No es eso. Yo no puedo.

- ¿Es porque soy un maldito mujeriego?

- Si, digo no-vuelvo a balbucear-no hagas las cosas más difíciles por favor. No quiero que nuestra amistad se acabe por un simple roce.

- ¿Un simple roce? ¿Cómo sabes que es solo eso y no algo más?

- Deja de hacer tantas preguntas, me pones más nerviosa de lo que ya estoy.

Rumbo a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora