Actualidad:
- ¿Yo sola siento que me están mirando? – le pregunte a Tomas que estaba detrás mío, esperando a que nos den nuestros cafés, en el carrito de la esquina de la plaza.
- ¡Ay tarada, no me pegues! – se quejó, ya que le pegue un codazo en las costillas.
Los ojos esta para ver, pero 24/7 mirándome el culo esta.
- Muchas gracias. – dije pagándole al señor, cuando me entrego el café. – Estas re zarpado vos nene, ubícate porque no salgo mas con vos. – dije jodiendo.
- Ta' calmate ma'.
- Bueno hijo. – reí.
8 de la mañana, un martes de julio. El frío se hacia notar cada vez más, cada tanto pasaban personas corriendo como rutina, parejas de ancianos sentados en las bancas de la plaza. Con Tomi no habíamos pegado un ojo, ayer por la tarde se habían ido todos, solo quedos el y yo.
Tal vez estaríamos solos un mes, máximo dos. Las cosas con Tomas iban lentas, lentas y seguras. Había un par de rumores sobre nosotros, pero como siempre, mirábamos para el costado.
- Gorda. – me llamo. - ¿Te va si vamos al estudio un rato?
- Vamos.
El camino de la plaza al estudio se nos hizo muy corto, aunque sean cinco cuadras nos la pasamos jodiendo, yo caminando por el cordón de la vereda y C.r.o tratando de que no me choquen los autos.
Parece mas mi niñero que mi wacho.
Llagamos y solo estaba el personal de limpieza, hasta las 12 no había nadie. Así que fuimos tranquilos hasta el último piso, parecíamos pendejos de secundaria por cómo nos comportábamos.
- Reina. – me susurro mientras dejaba húmedos besos sobre mi cuello.
- Tomas, acá no.
El siguió con su camino de besos, desde mi cuello hasta el escote de mi remera, así a su paso, convenciéndome.
¿Quién se iba a negar a eso? Yo no.
Paso sus manos por mi cintura, acariciadoras hasta llegar a mis piernas y de ahí, dejándolas en mi en mi culo. Fanatismo que tenia. Hasta que me dio vuelta para encontrarnos frente a frente, en sus ojos se reflejaba la lujuria que poseía.
En nuestras bocas se desato una guerra, desesperación, las ganas nos consumían. Era el reencuentro, y lo sabíamos, baje una de mis manos hasta su pantalón metiendola por dentro de este, estimulándolo su pene, tratando de ponerlo mas duro de lo que ya estaba.
Si es que eso se podía hacer.
Al sentir contacto con el frío del suelo, me agarro una especie de escalofrió, pero no le di importancia. Tomas desprendió su pantalón, encontrándome con su pija, que al verla no dude ni un segundo en llevármela a la boca. Chupe, masturbe y jugué junto con el piercieng de mi boca para brindarle mas placer, bajo la atenta mirada de el y los gemidos que salían de su boca. El hizo una coleta con mi pelo para que no estorbara mi trabajo, y su vista.
- Aixa, para. - dijo firme.
Iba a venirse en mi boca, así que acelere el ritmo de mi boca, sintiendo ese gusto amargo recorrer mi garganta.
- Que hija de puta. - largo al terminar, lo único que hice fue sonreirle, no perdió tiempo en levantarme, llevarme y apoyarme dándole la espalda a el, contra el piano que se encontraba allí.
No se puso forro, así como estaba la metió, no me hice problema. El agarraba mi pelo con fuerza, como sus embestidas, por cada una de ellas sentía mas placer, y no podía parar de gemir. Se nublaba cualquier pensamiento que tenia.
- Mía. - gimió mientras me agarra por el cuello y sentía una de sus manos golpear mi cola, logrando que yo arqueara mi espalda. - Sos mía Aixa. - dejando besos por mi espalda.
Y ahí fue donde llegue al bendito orgasmo. Mis piernas temblaban, Tomas siguió unos cinco minutos mas, hasta que mis piernas se mojaron mas de lo que estaban.
- Te amo Tomas. - le dije abrazándolo.
- Yo mas reina.

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Reina C.R.O
FanfictionUn amor tan confuso como ellos. Vocabulario 100% argentino. 05-05-19