Reina C.R.O

19

- Mi cama a punto de romperse, mi sed rezando por tu amor... - Tomas susurraba una parte de su canción, mientras acariciaba mi cabello.

- ¿Por qué paraste? – le pregunte cuando escuche que se detuvo.

- Me la olvide. – rio.

¿Cómo iba a olvidarse su propia canción? Algunas veces su memoria era preocupante.

- ¿Qué era lo que tenías que decirme? – pegunte mientras me estiraba, causando que la sabana bajara hasta mi cintura, a todo esto, estaba boca abajo.

- Quiero que me acompañes unos días a Tandil. -respondió mirando al techo.

Siempre tan romántico el, noten el sarcasmo por favor.

Sin mas que decirle, busque mi celular para ver la hora.

15:34 de la tarde.

Raro que todavía no nos hayan venido a despertar...

Y si se escuchó la puerta abrirse.

Hable muy pronto.

- Pagame H, yo te dije que estaban garchando. – dijo Mauro, provocando que con Tomas alcemos una ceja.

- Recién nos despertamos parde idiotas. – le conteste.

Todos entraron a nuestra habitación, que no se como entraron, porque tan grande no era, pero se acomodaron como podían. A Cro le frustraba que lo molestaran ni bien se despertaba, así que lo único que hizo fue subir la sabana que rozaba mi cintura, hasta el cuello.

¿?

- ¿Cuándo vuelven para Capi? – pregunto Lucho.

- Nosotros hoy, Bzrp me invito hacer una music sessions. – comente feliz.

- Uh gordita la van a romper. – me alentó Iara, que estaba acostada en la punta de la cama.

Seguimos hablando de un par de cosas más, sin importancia, y decidimos bajar para comer algo. Juntamos dos mesas así podríamos entrar mejor, y estar más cómodos, tenia a Iara y a Belén enfrente mío, y mi lado a Alejo y a Tomas.

- ¿Alguien tiene pensado hacer algo para estas fiestas? – pregunto Mauro.

- Mas que cenar con mis padres, nada. – conteste, a lo que todos indicaron que harían lo mismo.

- Podemos juntarnos todos, con nuestras familias. – propuso mi amigo.

La verdad que no era mala idea, las fiestas eran épocas para pasarlas en familia, y sinceramente yo no tengo mucha relación con los demás miembros de mi familia, así que me parecía genial.

- Me gusta che, además todos se llevan bien con todos. – acoto Sebastián.

- Mejor que lleves al bebote. – lo amenazo la chilena riendo.

Mientras organizábamos los planes a futuro que teníamos, comíamos antes de partir rumbo a capital, va la mayoría se irían, con Tomas nos dirigiríamos hacia Tandil.

Después del desayuno/almuerzo, porque literalmente comimos de corrido, cada uno se fue a su habitación a prepararse.

Tomas estaba un poco callado, no sabía el porqué, ya que todos los tomaban como algo común, yo no.

- ¿Te pasa algo? – le pregunte abrazándolo por la espalda, el estaba en el balcón fumándose un porro.

- No pasa nada Aixa... - trato de sonreírme, pero solo consiguió darme una mueca. – Vamos a preparar nuestras cosas que ya me quiero. – al decir eso los volvimos a entrar y empezamos a guardar lo que quedaba.

[...]

- Te me cuidas Aixelina. – Iara y Mauro nos habían acompañado hasta la puerta del hotel.

- En todos los sentidos. – dijo Duki mientras alzaba y bajaba sus cejas.

Que mente podrida.

- No quiero hijos hermano. – Cro abrazo a su amigo como despedida y nos adentramos al auto.

Y era verdad, Tomas no quería hijos, siempre lo decía, el era un desastre y para cuidar a un niño lo era peor...

Pero con tan solo imaginar a Tomas con un bebe me causa tanta ternura.

Nuestra primera parada era capital, ya que tendríamos que dejar mi auto y de ahí tomaríamos un colectivo que nos dejaría en nuestro destino.

Tandil.

El viaje se nos hizo demasiado corto, nos turnábamos para manejar, ya que era agotador, pero entre mates, música, y charlas sobre proyectos se pasaba volando.

- ¿Ya tenés el tema escrito que vas a hacer con biza? – me pregunto mientras tomaba un sorbo del mate que sostenía yo.

Las dos manos al volante señores.

- Tenía pensado hacerlo escrito, pero también quiero tirar un free para darle el toque. – respondí cebando otro mate.

Tomas sonrió ante mi idea, sabia que le iba a gustar, aunque era buena compositora, jamás dejaría mis raíces, así nacía, improvisando.

- ¿Y que haremos en Tandil? – pregunte curiosa.

- Pasame un bizcochito. – se lo pase, y el taradito empezó hablar con la boca llena, lo detesto. – Un par de shows, pero mas que nada unas minivacaciones antes de la fiestas.

En un momento del viaje me quede dormida, si iba de acompañante era lo habitual en mí. Pero a eso de las 22:30 me desperté porque sentí que freno de golpe.

- Ay estúpido. – me queje sobándome la cabeza porque me la había golpeado.

- Quería comprobar si tenias frenos... - dijo riendo.

- ¡Ya ves que si!

Al notar que estábamos en el garaje de mi casa, baje.

- ¿Queres que me quede con vos o voy a mi casa? – me pregunto abrazándome por la espalda, sintiendo su notorio bulto...

- Quédate. – respondí sonriente.