Capítulo Once: Bombas.

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Una timbrada.

Dos timbradas.

Tres timbradas.

—¡Carajo, Frederick! —golpeó el timón con fuerza.

—Papi... —su pequeño estaba comenzando asustarse desde que Louis había entrado en pánico en la tienda.

Nunca vio a su padre temblar o desesperarse de esa forma. Si había algo que podía hacer a su padre reaccionar así, entonces tendría que tener miedo.

Cálmate, solo informas y te encierras en casa, es tan sencillo como eso.

Sencillo.

Sencillo como contestar un maldito teléfono.

—Todo está bien, bebe —trató de calmar a su hijo y también en esforzarse en disminuir sus nervios.

—¿Abuelo no contesta?

—No, cariño

Elliot al no conocer a sus verdaderos abuelos (posiblemente nunca lo haría), nombró a Frederick como su abuelo, esto al alfa mayor nunca le molestó, agregando que Clara era una omega estéril, por ende de por si ya vio a Harry como un hijo y a Elliot como su nieto.

Llamó a Harry unas cuatros veces, obteniendo la misma respuesta.

—No entiendo para que poseen celulares si no van a contestar, maldición. —susurró y trató de llamar a Frederick una vez más.

Una timbrada.

Dos timbradas.

—¿Louis?

—¡Joder para contactarlos! —el omega rápidamente trató de explicar la situación— Escucha, estoy demasiado seguro que vi dos humanos, yo estaba en la tienda y los vi hablando, avisé a Carlos sobre eso y-

—Wow, calma Louis. —Dijo cuándo notó que el omega hablaba muy rápido sin dar suficiente contexto.

Louis estaba temblando, sus manos no agarraban bien el celular por lo que se estacionó a un costado antes de que provocara un accidente.
Alejó el celular de su oído y respiro hondo unos minutos para regular su respiración y volver a explicar con más calma la situación.

—...y mencionaron algo de un perro y gato ¿Sabes qué son?

—Animales comunes en los humanos —susurró sorprendido confirmando sus sospechas.

Frederick de inmediato se levantó de su oficina y revisó el documento en donde Liam especificaba la gran cantidad de humanos que tenían planeado invadir Skëiden.
Eso explicaba porque cuando visitaba a los alfas, algunos estos le comentaban que no eran demasiados como Liam específico pero si eran suficientes.

—Frederick...si vi a esos humanos aquí, puede que no hayan venido solos.

El alfa cerró sus ojos y tomó aire, mientras planeaba lo que tendría que hacer.

—Ve a tu casa, mantente ahí y no salgas —tomó aliento y continuó— Voy a avisar y poner a todos alerta, no hagas nada hasta que te vuelva a llamar, puede que quieran comenzar a saquear el territorio o invadirla, no estoy seguro, pero trataré de enviar soldados sigilosamente para que los busquen o los traigan aquí a todos. Vuelvo a repetir, no hagas nada hasta mi llamada o la de Harry.

El omega estaba ya poniendo en marcha el auto, tendría que recoger la mochila que su Alfa preparó para él e ir a su segunda casa oculta en el bosque, se encerrarían ahí.

—Bien —antes de cortar la llamada se acordó de su alfa— si encuentras a mi alfa dile que vea su maldito celular— cortó la llamada.

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Wait for me, Alpha [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora