Wait for me, Alpha [Larry Stylinson]

Capítulo Siete: Sueño.

Elliot nunca se separó de Louis desde que su padre se fue. El omega se percató de eso hace unas semanas luego de ver una película una noche, llevo a su precioso hijo dormido en brazos hacia su habitación, besó su frente y se encaminó en puntillas hasta poder salir en silencio, pero cuando Louis por fin se acomodó en su propia cama, oyó la puerta de su habitación siendo abierta y observó a su hijo gateando en la cama para acomodarse al costado de su padre y dormir. 

A Louis le pareció algo muy tierno y no se quejó para nada, por lo que desde ese día, ellos dos duermen y se despiertan juntos, haciéndose compañía.

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—Creí que se le había olvidado investigar sobre el plan de tratado de paz pero mencionó que Liam, el beta que estuvo de espía, aseguro que ellos no estaban dispuestos a tal trato a no ser que sean orillados a hacerlo —Siguió explicando su Alfa mediante el móvil mientras Louis escuchaba atentamente, cocinaba el almuerzo y vigilaba a Elliot desde la ventana de la cocina. Su cachorro estaba jugando sentado en el césped con sus juguetes en la parte trasera de la casa, el cual estaba rodeado de vallas de madera— Honestamente, no me sorprendió pero ya es más que oficial que esto de atacarnos es lo que quieren, también nos puso al tanto de las nuevas armas que los humanos crearon así que estamos preparados.

Eso tranquilizó a Louis, los humanos no los sorprenderían, eso es bueno.

—Me alegra mucho saber eso, amor —se aseguró que la ensalada tuviera los condimentos necesarios y fijó su vista en el pollo frito que estaba listo para emplatar de una vez.

—Igual a mí, pero aún así Liam mencionó que tenían otro plan suicida o algo así.

Miró de reojo a Elliot, quien seguía jugando y corriendo con su juguete de avión en mano.

—¿Cuál es ese plan?

—Según él, logro sacar poca información de ese plan, pero...

—¿...Pero?

—Lo noté nervioso cuando informaba sobre sacar poca información, como si quisiera ocultar esa información de nosotros y eso me hizo dudar de él, hablaré con Frederick al anochecer.

—Te recomiendo que lo hables antes ¿No organizará una reunión en la noche para avisar que los alfas jóvenes entrenarán con los que tienen más experiencia o algo así? No me sorprendería que durará toda la noche.

—Mierda, se me olvidó por completo, tal vez...

Harry se calló de repente, mientras que el omega tranquilamente revolvía el jugo de manzana para el almuerzo.

—¿Alfa? —lo llamó por su repentino silencio.

—¿Cómo sabías eso?

—Me lo dijiste la otra vez.

—No lo hice, omega.

Dejó de revolver.

No podía callar mi maldita boca ¿verdad?

—Créeme, no lo quieres saber.

—Louis —demandó saber Harry.

—Escucha, sonará gracioso —se rio Louis— o tal vez no.

—Te escucho.

— ¿Recuerdas esa mañana que me llamaste porque sentiste mi miedo en el lazo? —colocó una mano en la marca.

—Lo recuerdo.

—Te dije que me había asustado por un insecto. No fue así —oyó como el alfa suspiraba— me desperté por una pesadilla, pero... ¡Harry, se sentía tan real que sentí que mi corazón se pararía!