8.4.- Autofobia (Parte 4)

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Está perdiendo mucha sangre, necesitamos detener la hemorragia primero.

¿Qué hay del corte en su rostro?

Saturenlo. Estará bien.

Mi hijo… por favor ayuden a mi hijo…

Eran muchas y variadas las voces que escuchaba. Todas hablaban al mismo tiempo, se escuchaba también un electrocardiograma y los sonidos de herramientas metálicas chocando entre ellas. Sentía muchas manos rodearlo. Estaba confundido. Todo estaba oscuro, pero si abría los ojos lo cegaba una gran luz.

Chico, ¿Puedes oírme?

¿Kenning?

¿Kenning, cariño?

¿Flug?

¿Flug?

━──────────────━

— "Flug… Ojos… Flug..."

Un manotazo repentino en el rostro fue lo que hizo despertar a Flug de otra de sus pesadillas. Intentó mover sus brazos para quitarse lo que sea que cayó en su rostro, pero el peso de la mitad del cuerpo de Demencia roncando sobre él en una extraña pose impidió que pudiese moverse mucho.

Ella aún vestía ese ridículo traje de enfermera. Flug podía sentir la seda de sus medias acariciar involuntariamente sus brazos. Parte del cabello de Demencia también se había enredado con su cuerpo. Era casi como si de nuevo estuviese atado a su cama, solo que en esta ocasión estaba atado a Demencia… y probablemente eso no fue intencional.

Para empezar, ¿Cómo había acabado Demencia en su cama? Flug nisiquiera quería imaginarse lo que Demencia pudo haberle hecho mientras él dormía.

— "Flug… tus ojos son albóndigas…"

Lo único que salía de la boca de Demencia eran ronquidos, saliva y balbuceos incoherentes. A pesar del vestido corto y ajustado, su imagen era lo menos agraciado que pudiese existir. Flug miró con disgusto como entre sueños sacaba la lengua y se la mordía suavemente, como si estuviera masticando. ¿Se estaba comiendo sus ojos?

— "Vamos a tener un baguette… si es niña le ponemos Mantequilla… al niño le ponemos Tocino…"

No podía seguir escuchando las estupideces de Demencia. Se sacudió lo más que pudo debajo de ella hasta que pudo zafar uno de sus brazos. Al momento que movió su brazo, algo cayó de su frente y le cubrió los ojos. Se sentía como un pañuelo húmedo y tibio.

— "Papá, no te lleves mi baguette…" — Flug no tuvo oportunidad de quitarse el pañuelo del rostro. Demencia, aún dormida, lo rodeó con sus brazos en un abrazo que apretaba más de lo necesario, lastimandole las costillas. Había algunas lágrimas en sus ojos. — "Mi baguette…"

Flug suspiró frustrado. De nuevo no podía escapar de ella.

Estaba molesto y herido. En el fondo se sentía aliviado de que Demencia siguiera aquí, molestándolo. No sabía que hubiese hecho si la hubiese asesinado accidentalmente con el dispositivo para controlarla. Y precisamente eso es lo que le molestaba. Que debería estar enojado con ella, furioso por engañarlo y asustarlo de esa manera. Últimadamente, ¿Qué le importaba a él si Demencia moría? Se hizo creer a sí mismo que el único motivo que tenía para mantenerla con vida era que Black Hat aún tenía planes para ella. Si, solo era eso.

O B S E S S I O N SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora