En nuestro mundo, tras el maleficio de la Reina Malvada sobre el bosque encantado...
¿Qué hacía él aquí? Después de tanto tiempo no me podía creer que volvería a verle.
- ¿Killian? - mi hermano, quien no me había visto hasta ahora se giró sorprendido. Bajó del Jolly Roger mientras me miraba.
- ¿Gwen? - algo dentro de mi se removió cuando escuché la forma en la que solía llamarme. Se acercó hacia mí con la intención de abrazarme pero me aparté. - Como has crecido. - murmuró.
Sonreí con ironía. - El tiempo no pasa en vano. - aunque estos últimos 28 años si debido al maleficio de la Reina Malvada. - Déjame adivinar, has venido a buscar al cocodrilo, ¿verdad? - me crucé de brazos sabiendo perfectamente que ese era el motivo de su llegada, como siempre.
Años antes, siempre había estado acostumbrada a estar sola debido a los viajes que mis hermanos debían hacer trabajando para el rey. Tras la muerte de mi hermano mayor Liam en uno de sus viajes, Killian dejó de trabajar para el rey. Nunca supe lo que había pasado exactamente, pero Killian terminó siendo un pirata. - Siento tener que dejarte aquí, pero esta vida es peligrosa y no quiero que nada malo te pase. - esa era la excusa que siempre ponía para no dejarme ir con él. - Enviaré todo lo que consiga para que tengas la mejor vida posible. -
Al principio venía a visitarme tanto como podía, pero desafortunadamente se enamoró de la que fue mujer del ser oscuro, y este la asesinó. Killian se convirtió en un hombre rencoroso que se vio absorbido por las ganas de venganza y no volví a verlo más.
- Aunque no lo creas, llevo buscándote los últimos 28 años. - dijo mirando al suelo avergonzado.
- Tienes razón, no me lo creo. El hecho de que hayas salido de Storybrooke detrás del cocodrilo antes de venir a buscarme dice mucho de ti, Killian. - después de tantas decepciones me había cansado de perdonarle.
Suspiró sabiendo que tenía razón. - No sabía seguro si estabas aquí. -
- Si hubieras estado conmigo lo habrías sabido. -
Killian iba a decir algo pero Emma, Regina, Gold, David y Mary Margaret aparecieron. - Siento interrumpir la reunión familiar, pero tenemos un problema - interrumpió Regina.
Emma parecía muy agitada. - Se han llevado a Henry. - sentí un nudo en la garganta que no me dejó articular palabra. Henry era como un hermano pequeño para mí.
- ¿Greg y Tamara? - preguntó mi hermano.
Emma asintió algo confundida. - ¿Es tú hermano? -
Asentí. A pesar de que Emma y Henry habían sido como mi familia durante este tiempo, nunca les había hablado de mi historia. No me gustaba hablar de mi vida pasada.
- ¿Y tu que haces aquí? - se dirigió a Killian.
- Ayudar. - Sacó una bolsita negra de su bolsillo y se la tendió a Emma.
- Creí que solo te preocupabas por ti mismo. - respondió la rubia.
- Quizá necesitaba que me abrieran los ojos. - la manera en la que se miraron me decía que me estaba perdiendo algo.
Emma sacó una judía del saco. - Vamos, no podemos perder más tiempo. - dijo esta vez Regina.
- Ofrezco mi navío y mis servicios para localizarlo. - me sorprendió que por una vez mi hermano no pensase en si mismo, y mas sabiendo cuanto le importaba su barco.
- Y yo les llevaré hasta el lugar exacto. - intervino Gold.
Subí al Jolly Roger decidida. - Yo también voy. - Killian dirigió su mirada hacia mí con rapidez.
- No, tú te quedas. - respondió firmemente. - Es peligroso. -
Reí con ironía. - Tú no decides que debo y no debo hacer. Perdiste ese derecho hace mucho. - Pude ver el dolor en la mirada de mi hermano, y no pude evitar sentirme mal por lo que acababa de decir.
- De acuerdo, pongámonos en marcha entonces. - Regina me siguió dejando atrás el momento de tensión. - No podemos perder más tiempo. -
Sujeté la gruesa cuerda del ancla y tiré de ella mientras Gold, Emma, David y Mary Margaret subían al navío. Killian subió el último mientras negaba con reprobación.
Gold hizo aparecer entonces lo que parecía una bola del mundo, pero sin ningún mapa. Colocó su dedo en la pequeña aguja de la parte superior y su sangre recorrió la bola. - ¿ A donde han ido? - pregunté nerviosa.
La mirada de mi hermano se ensombreció junto a la del señor Gold. Algo no iba bien. - A Nunca Jamás. -
Fruncí el ceño confusa. ¿De que me sonaba ese nombre?
Sin perder más tiempo corrí hacía el timón del barco.
- ¿Qué haces? - se quejó Killian cuando vio que tomaba el timón con firmeza lista para emprender el viaje. - Mi navío, mis órdenes. - me empujó ligeramente hacia un lado.
- No, yo conduzco. - respondí empujándolo de vuelta.
- Cuando acabéis de discutir, tenemos un poco de prisa, ¿recordáis? - dijo esta vez Emma.
Tras un duelo de miradas, Killian se apartó dándose por vencido. - Eres una cabezota. -
Un torbellino de agua comenzó a formarse donde mi hermano había tirado la judía.
Sonreí victoriosa mientras dirigía el barco hacia el portal que nos llevaría de Storybrooke a Nunca Jamás.
ESTÁS LEYENDO
Segunda Estrella A La Derecha (Peter Pan)
Fanfic"Los ángeles como tú no pueden ir al infierno conmigo. "