SIGILOSA

CAPÍTULO 2

CAROLINE:

Siempre tengo la atención de todos.

Estoy acostumbrada a que todos quieran saber lo que hago.

Están pendientes de mi comida, mi vestimenta, la manera en la que me expreso, con quien hablo, quien me habla, a quien miro, quien me mira. Todo está controlado y tiene una manera de ser.

No salirse del guion.

Honrar a mi padre.

Ser bendecida por mi madre.

Ser querida por los aliados.

No llamar la atención más de lo necesario.

Quedar al margen de todo lo que implique dinero.

Tener hijos varones y apoyarlos para que sean grandes jefes.

Seguir el guion.

Es todo a lo que estoy destinada.

No puedo dirigirle la palabra a hombres que no formen parte de nuestras personas de confianza, todo por orden de mi madre. No lo encuentro extraño, ya que esta es mi realidad desde que tengo conciencia.

Asistía a la primaria, era divertido excepto por la parte donde la maestra empezaba a hablar. Me aburría porque ya sabía todo lo que me enseñaban.

Por eso ahora recibo educación en casa. Son clases más avanzadas.

A veces me aburro, pero solo porque estoy yo sola, y no tengo con quien jugar, en el colegio tenia a mis compañeras de mí misma edad. mi padrino Arman me dijo que me iba a regalar un perrito igual a Cairo, para que tenga compañía.

A veces no veo a mi papá por muchos días, me dice que es porque tiene trabajo y se tiene que concentrar, mi mamá se va con él, muy pocas veces se queda conmigo, hoy fue una de las veces que se fue con mi papi.

Mi mamá se llama Malika Abdallah, se casó con mi padre cuando ella tenía veinte años, mi abuelo Assim no estuvo feliz con eso ya que mi padre no formaba parte de la religión islam, mi padre es católico, mi abuelo trata de visitarme seguido para así pasar tiempo conmigo y poder adaptarme a las reglas de su religión, mi madre apoya su idea. Pero mi padre no está de acuerdo. El prefiere que yo me crie a base de las normas de la religión católica. Pero no llegan a ninguna decisión en conjunto.

Mamá solo puede salir de nuestra casa con sus acompañantes, son 4 mujeres, cuando salen con mi madre tienen la obligación de usar el velo Burka, Malika evidentemente también lo usa. Pero en casa no usan ningún velo, ya que no rondan hombres por ningún rincón de mi hogar, está prohibido.

Yo no tengo la obligación de usarlo, lo único que hacen es colocarme un velo sobre mi cabeza para demostrar respeto, y solo lo uso cuando me encuentro con mi madre o mi abuelo. Es el único acuerdo al que llegaron con mi padre.

Ya es mi hora de dormir, mi mami vino a darme las buenas noches, al irse me apago las luces. Ya estoy grande como para dormir con la luz prendida. Y además que con la luz apagada me duermo más rápido.

Duermo.

Duermo por varias horas.

Pero un ruido me despierta. Son gritos. Hay explosiones y se escucha detonaciones de balas.

No sé qué hacer, gritar o llorar. Estoy muy asustada.

Tengo que salir de aquí.

Noto la luz que parpadea en una esquina de mi habitación, eso significa que mi padre sabe lo que esta sucediendo, debe estar viniendo para acá.

Pero tengo que seguir el plan para este tipo de circunstancias que en algún momento mi padre pensó que podían ocurrir.

Me entrenaron para emergencias como esta, tengo que ejecutar el plan A. El plan A es tratar de comunicarme con las personas encargadas de mi seguridad.

Me pongo rápidamente mis zapatillas, no hay tiempo para ponerme medias. Abro la puerta con la esperanza de encontrarme con los guardias, pero no hay nadie. Los gritos y las balas no cesan. Akram no se encuentra aquí, y tampoco tengo tiempo para buscarlo.

Entro rápidamente a mi habitación y recuerdo el plan B. escapar por mí misma.

Agarro la mochila que tengo preparada para emergencias, trae dinero en efectivo, un arma cargada, diamantes, oro, mis documentos de identificación, fotos de mi familia y mi anillo. El anillo que me asigno la organización es especial para mi identificación dentro de los territorios de las familias que forman parte. me coloco un abrigo y guardo mi anillo en el bolsillo. Me coloco la mochila en la espalda y salgo de mi habitación con el arma en mano.

Tengo que dirigirme a la salida oculta. Esta oculta en una de las paredes de la planta baja, está hecha a base de pasadizos subterráneos que se extienden por kilómetros, mi padre un día me llevo a recorrerlos, por lo que los recuerdo bien.

Bajo la escalera lo más sigilosamente que se pueda. No hay nadie dentro de la casa, si avanzo rápido puedo escapar de aquí.

Cuando giro por uno de los pasillos veo a alguien, un hombre.

Logra verme, y se dirige rápidamente hacia mí.

Retrocedo tratando de buscar un escondite, corro hacia el otro pasillo.

Todo esta oscuro y se me dificulta verlo.

Pero lo siento cerca.

Cuando me doy cuenta el se encuentra a un par de metros de mí.

No lo pienso.

Aprieto el gatillo.

fallé.

Vuelvo a apretarlo múltiples veces.

Una vez. Dos veces. Tres veces. Cuatro veces.

Cuatro tiros.

Dos dieron en el hombre.

Cae.

Lo maté.

Corro rápidamente antes de que alguien aparezca.

Estoy cerca, encuentro la pared y la activo, se abre, antes de entrar verifico que no haya nadie viéndome, no hay tanto ruido como antes, pero no hay nadie a la vista. Estoy dentro. La puerta se vuelve a cerrar, y así es como aseguro mi escape.

Tengo que caminar mucho, son varios kilómetros y después de eso tengo que salir por el camino hacia el pueblo más cercano.

Empiezo a caminar. Camino por mucho tiempo hasta que al fin veo la salida, pasa desapercibida al público. Lo único que quiero hacer es llegar la casa de seguridad y esperar a que mi padre me venga a buscar.

Ya estoy muy cansada, me duelen los pies, tengo sed y quiero hacer pis. Pero tengo que seguir caminando. Salgo hacia la calle. Esta todo escuro ya que sigue siendo de noche. Camino un poco hasta que me doy cuenta.

Hay camionetas estacionadas.

Camionetas negras. Todas iguales.

Y toda la ilusión se me destroza.

No voy a poder regresar a casa junto con mi papá.

Cuando vuelvo a reaccionar los hombres ya están cerca de mí.

Corro.

Nunca en mi vida había sentido esta adrenalina. Corro tan rápido como lo permiten mis pies.

Me desespero, Me van a atrapar.

Siguen detrás de mí. No se les ve la cara, son varios. No tengo escapatoria.

Uno se me acerca y me trata de agarrar. Lo golpeo como puedo, soy pequeña no tengo tanta fuerza como él.

Lo rascuño y muerdo, pero no funciona. Otro hombre lo ayuda.

Me atrapan.

Me capturan físicamente.

Y haciendo esto destruyen mi alma.

Para siempre.