Parte 4 : La casa nueva

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De verdad que no se como pude olvidar algo así de importante. Cuando ya tenía todas mis cosas recogidas en cajas llegó mi madre para ayudarme a cargarlas en el coche. 

-Cariño, date prisa en meter las cajas que Tom ya están allí en la casa.-dijo mi madre con tanta prisa como siempre.

-Ya voy, ya voy. Por que esperen 10 minutos no pasa nada.

Así nos pasamos todo el tiempo hasta que terminamos de recoger todas las cajas. Cuando ya terminamos de cargar las cajas nos metimos en el coche y nos dirigimos a la casa mientras que conversaba con mi mamá.

-Por cierto mamá,¿cuánto tiempo hace que estas saliendo con Tom?

-Pues la verdad hace ya 1 año o así.

-¿Tanto?-dije yo muy sorprendida.

-Sí, el me ayudo mucho a recuperarme de lo de tu padre y la verdad decidimos comenzar a salir y.... pues aquí estamos, de camino a vivir juntos.

-Oh, ya veo. Y por cierto, otra cosa, ¿que pasa con el instituto?

-Vas a ir al mismo que Alex. Además, ¿no dijiste que en un futuro querías vivir en la playa?

-Sí, pensándolo así no está tan mal.- dije yo entre risas.- pero...

-¿Que pasa?

-Me llevarás un día a donde vivíamos antes para despedirme de todas mis amigas ¿no?

-Pues claro mi vida. Mira ya casi llegamos, está en esta calle.

Yo comencé a mirar por la ventanilla del coche y tan solo podía ver un montón de casas enormes y preciosas, había una de color rosa, se parecía a la mansión de Malibú de Barbie.

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Cuando bajamos del coche me quedé de piedra. La casa era enorme. Parecía una mansión.

-¿puedo entrar ya mamá?

-Claro tu habitación está subiendo las escaleras la 2 puerta a la derecha.

-Vale.

Yo inmediatamente cogí una caja y me fui directa a mi habitación. Cuando llegué, era enorme, estaba pintada de color rosa y blanco. Tenía una ventana super grande que hacía que el cuarto se llenara de luz natural, y la cama era una de matrimonio, estaba alucinada. Lo mire todo de arriba abajo pero mi mirada se clavó en una puerta que había al lado de una estantería grande y blanca. Me dirigí a abrirla, era un poco extraño que hubiera otra puerta a parte de la de entrada y la del baño, así que la abrí y dió a otro cuarto. Había muchas cosas así que me puse a mirar todo cuando de repente me di cuenta de que había una persona detrás mía. Me giré rápidamente por el susto y me caí hacia atrás pero una mano que me sujeto me salvo.

-¿Estás bien?-preguntó él en un tono muy agradable.

-.....Si, gra...gracias.

Me quedé un poco mirándolo preguntándome quién era y qué hacía aquí.

-Creo que no nos conocemos aún. Me presentaré, yo soy Dylan, el hermano mayor de Alex.

-Oh. Alex nunca me dijo nada. Yo soy Sarah.

-Encantado de conocerte, parece que nuestras habitaciones se comunican.

-Oh si perdón, entre sin llamar.

-No pasa nada, deberías de ir a terminar de ordenar tus cosas, luego me gustaría conocerte mejor.

-Oh vale. Hasta luego entonces.

Salí de la habitación por donde había entrado y cerré la puerta. Nunca pensé que Alex tuviera un hermano mayor. Es muy guapo, la verdad. Tiene el pelo rubio, con el sol parece que es de oro, tiene los ojos grises, tanto que parecen que son lentes de contacto. Me pregunto cuanto años se llevaran, y porque Alex nunca lo mencionó.

AQUEL DÍA DE VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora