Parte 5 : La caja misteriosa

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Tom llegó cargado con una caja de color rojo intenso con un lazo amarillo a su alrededor para cerrarla. Todos empezamos a preguntar curiosos tratando de averiguar que era, bueno, todos menos Dylan que estaba centrado en leerse su libro.

-¿Qué es eso Papá?-Preguntó Alex

-Eso, ¿que hay dentro?

-Es una sorpresa, se lo daremos a una persona mañana.- dijo mi madre

-¿Mañana?-dije yo intentando averiguar por que era mañana y no hoy.

-¿No sabes lo que pasa mañana Sarah?-dijo mi madre sorprendida aún con la caja entre los brazos.

-No, ¿tan especial es ese día?-dije yo inocentemente

Mi madre tan solo se dió media vuelta y caminó hasta su habitación riendo. Yo sabía que se reía de mí pero simplemente mire a Alex confusa.

-¿Que pasa mañana Alex?

Alex se quedo pensando unos segundos y en seguida supo lo que pasaba mañana pero tampoco me lo quiso decir así que  también comenzó a reírse, no entendía porque nadie quería decirme que era lo que pasaba mañana y porque era tan especial. Así que me dirigí a la habitación de Dylan y Alex iba detrás. Pero cuando me dispuse a abrir su puerta estaba cerrada para que lo dejaramos leer tranquilo así que yo insistí una vez.

-Dylan!-grité yo tocando la puerta, pero él no abrió.

Así que entre a mi habitación y entre fácilmente a la suya por la puerta que comunicaba nuestras habitaciónes, por supuesto Alex me seguía.

-Dylan dime que pasa mañana porfa.

Alex se puso al lado de Dylan y le dijo algo al oído, y en ese momento Dylan también comenzó a reírse.

-¿Porque todo el mundo sabe lo que pasa mañana menos yo?-pregunté yo en un tono de indignación.

En ese momento Alex y Dylan se empezaron a reír y yo me fui de la habitación dejando a esos dos riendose de mi. Me dirigí a mi habitación y me quedé leyendo hasta que mamá nos llamó a todos para vajar a comer. Había arroz con pollo y ensalada. Yo siempre dejaba todos los pepinos de la ensalada en el plato y ahí se quedaban, pero esta vez Dylan me los robó rápidamente del plato y acabaron en su boca. Después de comer, me tocaba fregar a mí y mientras yo lo hacía, Tom, mamá, Alex y Dylan se pusieron a hablar en un corro extraño.  Terminé de fregar y me fui a mi habitación ignorandolos, me quedé allí hasta la hora de la cena. Cuando estábamos todos en la mesa cenando todos hablaban y yo los ignoraba ya que estaba dentro de mis pensamiento pensando en mañana. Después Alex se quedó fregando y yo fui a darme una ducha y ponerme el pijama. Luego simplemente me acosté. Solo podía pensar en mañana, nada más.

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Estaba completamente dormida, cuando de repente entró alex y dylan y se tiraron en mi cama, se tumbaron uno a cada lado y comenzaron a mirarme de forma extraña, obviamente me despertaron.

-¿QUÉ PASA?-dije yo con la voz aun adormilada e incorporándome-¿Porque me despiertan tan temprano?

-Necesitamos que bajes ahora.-dijeron en el intento

-No quiero, aun es muy temprano.-y me volví a tumbar cubriéndome hasta la cabeza con las sábanas.

ALEX

-Dylan y yo nos miramos durante unos segundos tratando de averiguar cómo podíamos hacerla bajar, hasta que a Dylan se le ocurrió una magnífica idea, usar a su madre.

-Sarah, tienes que bajar ahora, estábamos desayunando y tu madre se atraganto, esta tir....-

Antes de que Dylan pudiera acabar la frase, Sarah se levantó de la cama y empezó a correr preocupada escaleras abajo.

SARAH

En cuanto que esas palabras salieron de la boca de Dylan mi cuerpo reaccionó y empecé a correr, baje la escalera muy rápido y entre en el comedor pero allí estaba mi madre de pie tan feliz de la vida, no le había pasado nada. Me giré y allí estaban Dylan y Alex que me habían seguido hasta abajo.

-Sois unos mentirosos, mi madre está perfectamente, y encima no está ni desayunando.

-Espera, ¿me habeis usado para que bajase?-dijo mi madre con una sonrisa dirigiéndose a los dos mentirosos.

-Era la única opción que nos quedaba.-dijo dylan

-¿Se puede saber para qué queríais que bajase....a las 6 y media de la mañana?dije yo confundida y molesta

Fue en ese momento en el que entró en el comedor Tom con una gran tarta en sus manos en la que ponía. "Feliz cumpleaños Sarah". En ese momento no sabía de qué sorprenderme más,si de que todos estuviesen compinchados o de que ni yo me acordara de mi propio cumpleaños. Todos os sentamos a la mesa y desayunamos tortitas hechas por mamá junto a la tarta. Luego dijeron que me querían dar una cosa, y mamá fue a buscarla, pero volvió con la caja misteriosa que nadie sabía aún que había dentro, solo mamá y Tom. Sé que debería llamarlo papá, pero aún me cuesta.

-Esto es para ti cariño, muchísimas felicidades.-dijo mi madre sonriendo y colocando la caja en la mesa delante mía.

-Oh que mona, ya no serás un bebé-bromeó Dylan revolviéndose el pelo.

-Pero sigo siendo mayor que tú- presumió Alex

Yo me reí y pregunte intrigada.

-¿Puedo abrirlo ya?

-Claro, tengo ganas de saber que hay dentro-dijo Alex.

Yo moví la caja un poco más para mí y le dije:

-Si si, pero sea lo que sea es solo mio.

Todos se rieron y yo comencé a quitar el lado amarillo que rodeaba la caja. Cuando lo quite me quedé muy sorprendida porque la caja se movía sola, así que quite la tapa muy despacio y no me lo podía creer.

-Un cachorrito-grité yo super emocionada y poniéndolo entre mis brazos.-Me encanta, muchísimas gracias.

-Nos alegra que te guste.- dijo Tom.

-Cómo lo vas a llamar- preguntó dylan acariciando la cabeza del cachorro.

-No lo se, mmm.......Lula. La llamaré Lula.

-¿Como sabes que es una hembra?

-Pues porque tiene tetitas y tiene el hocico un poco más fino que los machos.

Nos pasamos toda la mañana jugando con lula en mi habitación.                                                              Después de comer, fuimos a una tienda para animales, le compramos todo lo necesario a lula, un collar para que no se perdiese, una correa, comida, una cama y un cuenco, un hueso que servía para que sus dientes se limpiasen y un juguete. Durante el día recibí muchas llamadas de mi amigas y compañeros del otro colegio. El instituto empieza el mes que viene y ya estoy un poco nerviosa, pero del mismo modo estoy deseando empezar. Más tarde fuimos a un parque de atracciones donde me monté en todo. Me lo pase tan pero tan bien que no quería que aquel día terminase .

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Cuando llegamos a casa todos nos fuimos a la cama ya que cenamos en el parque de atracciones, Lula se durmió a mi lado y yo era la persona mas feliz del mundo ese día.

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A la mañana siguiente me levanté por mi alarma pero mire al lado y aparte de Lula, había alguien más a mi lado .


                                            Continuará. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

AQUEL DÍA DE VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora