Extracto Diario Kellan Brahms

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19 de julio de 1840

Se ha vuelto más fácil para Marya dejar a su loba salir.

Después del ataque de los Itzalas, cada vez que Marya se asustaba por algún ruido o si levantaban la voz, se transformaba involuntariamente y salía corriendo para esconderse o atacaba a quien estuviera a su alcance. Por eso, decidí que iba a enseñarle a controlar sus emociones y a su loba.

El último mes hemos estado practicando cerca del río durante el día, y en el jardín de nuestra casa en las noches; la he llevado a correr y últimamente he llamado a mis hermanos para que enseñarle a atacar, cazar y usar sus sentidos como loba.

Los padres de Marya son dos híbridos, lo que hacía más difícil a Marya poder llamar a su loba y dejarla salir. Nunca había pasado, tanto ella como toda la manada creíamos que jamás podría transformarse ya que asumimos su sangre era más humana que lycan. Pero no es así. Cada vez que la veo transformarse, me lleno de orgullo, pero también de culpa. La he despreciado por creerla débil y cada vez que la veo dominar su naturaleza lycan me doy cuenta que la hemos subestimado. Nos equivocamos, Marya no es débil, es muy fuerte. Haber sobrevivido a un ataque de los Itzalas es una prueba más que suficiente para asegurarlo.

Además, poco a poco se hace más veloz, sigilosa y ágil, su tamaño le ayuda a serlo. Al principio le costaba mucho seguir el ritmo, saltar obstáculos y enfocarse en los sonidos a su alrededor. Ahora es una excelente rastreadora y cazadora, el color de su pelaje, más oscuro que el mío, la hace letal en la noche. Ya no es la insignificante hija de Rowan Vastos, ahora es Marya Brahms, la única loba negra.

He empezado a ser testigo de cómo los otros lobos la empiezan a notar situación que no me agrada mucho, ni a mi lobo. Pero no son celos, claro que no. Simplemente no me agrada la forma en la que tratan de llamar su atención ni que la inviten a cazar con ellas y las excusas que buscan para hablarle, la forma en la que la hacen reír, o que alaben sus talentos. Ni siquiera le daban dos miradas antes y de repente ahora quieren estar a su lado las veinticuatro horas del día.

Ella es mi compañera.

Ahora no sólo tengo que estar alerta por nuestros enemigos, también de mi manada, porque los muy imbéciles se la pasan tratando de impresionar a mi esposa, a mi loba.

Linaje Negro: DESTINO (Serie Linajes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora