Tú Eres Más que Mi Amor ©

Tentaciones

¡Qué escena tan excitante! ¡Qué barbaridad más bárbara!

¿Saben lo que es ver a muchos hombres en boxers, totalmente candentes, todos en un solo lugar?

Los deportistas tienen un tremendo partido en la piscina.

-Vamos Lady, tenemos que ver esto más de cerca... corre antes que venga Carlos.

Nos sentamos en un buen lugar donde veo tan increíble panorama, ni muy lejos ni muy cerca donde evite quedar mojada por la guerra de hombres en boxers que tengo enfrente.

De repente suena un pito y empiezo a escuchar los aplausos.

-¿Qué? ¿Ya se acabó? _Dice Lady desilusionada.

-¡Ay mujer! ¡Prepárate que van a salir! ¡Deleita la vista!

¡Puf! ¡Brrr! ¿Qué tortura es esta?
¡Tremendos culazos, tremendos cuerpazos!

Disimulo y veo a otro lado para que no vean que soy una lujureosa... aunque todas estas chicas alrededor de la piscina no estan en vestido de baño y muchos menos estan ahí por casualidad, estamos todas aquí para ver a esta clase de hombres recién salidos del horno.

-¡Qué calor me ha dado!

-¿Calor? Si el ambiente esta bastante fresco, esta soplando bastante brisa. _Llega Carlos y comenta inocentemente al escucharme.

No creo que haya dicho eso sarcásticamente.

-Sí verdad... _Respondo inocente y me rio junto a Lady al saber de lo que yo estaba hablando, pero esta cambia su rostro a uno muy serio.

Quedo extrañada al ver su cambio de humor, su mirada se enfocaba detrás mío.

-¿Qué ocurre? _Digo mientras trato de voltear hacia atrás.

-Cálmate Sarah...

-¡No me jodas! ¿Qué mierda?

Quito el rostro al ver que volteó a verme. ¡Já! ¡Qué interesante noche será!

-Sabes qué... No me interesa. Que venga a hablarme si quiere, haré que no me importa...

-¿Harás que no te importa? Osea que... ¿Si te importa?

-Eh..no... haré que no me incomoda su presencia. _Me enredé toda al contestar. Iré por algo de comer ¿Desean algo?

-Vi que hay hamburguesas, tráeme una.

-Vale.

Entro a la casa rezando que no venga detrás mío. Aunque... es lo obvio.

-Hey... _Reacciono al sentir que me toman por la cintura.

-Hola Sarah. _Reynold... Sí, Reynold esta justo frente mío saludándome.
-Hola....eh... _Contesto pareciendo que no supiera su nombre.

-¡Reynold, me llamo Reynold! Nunca tuve la oportunidad de hablar contigo, no me atrevía, por eso vine a saludarte. _Dice con una sonrisa encantadora, como para chuparle todas sus perfectas facciones.

-Bueno, ya vez que no muerdo... bueno, no tanto. _Dije tirando mis palabras de "perra" como dice Lady.

-Sí, claro... _Se sonroja. Vayamos a bailar, bueno, si deseas.

¡Claro que sí papasito! Bailar y mucho más...

-Por supuesto. Solo dejame comerme esto que tengo mucha hambre y déjame llevarle esto a una amiga. Acompáñame o espérame aquí.

-Te acompaño, porque si no... luego me dejas esperándote. _Rie coqueto.

Al llegar a la salida, lo veo entrar. Veo como observa a Reynold que me tomaba por la cintura.

-Sarah...

-¡Hey, hola Julián! _Lo saludo como si nada, como si fuera un amigo más y sigo mi camino hasta donde Lady que me miraba con sus ojos abiertotes al ver la escena.

-Toma Lady... ni una sola palabra por favor.

-¡Hola Reynold! _Lady lo saluda muy graciosamente.

-¡Qué pasó Lady. Qué tal Carlos! _Ellos se saludan mientras comienzo a devorar mi hamburguesa al igual que Lady.

-¡Diablos señorita! Vaya hambre. _Dice Carlos al verme acabar la hamburguesa casi en segundos.

-Voy a estar con Reynold, busquenme allá dentro cualquier cosa.

-¿Por qué allá dentro? No gracias, no quisiera interrumpir nada, mejor te chateo. _Dice Lady insinuando lo que no debe.

-¡Solo vamos a bailar, Lady! _Se lo digo muy fuerte para que entienda. ¡Cabezona!

Reynold me toma de la mano y caminamos hasta donde los demás bailan. ¡Espero no bailar solamente!

Yo empiezo a moverme, pero ¡adivinen qué! ¿Porqué? ¿Porqué a mí? ¡Reynold no sabe bailar!
No soy de burlarme de las personas, no me gusta, pero en ese justo instante en que empezó a moverse, mi risa explotó.
Hice de que reía de felicidad por la fiesta, no por él.
Pero saben qué... ¿Quién dijo que tienes que saber bailar para gozar?

Tragos, tragos y más tragos.
-¡Tengo hambre Carlos, ve por algo de comer! _Digo fuerte y molesta.

-Ve Carlos para ver si se le baja el alcohol. ¿Qué te pasa? Son la 1 y ya tu estas borracha.

-Voy para la piscina...

-¡Sarah! Te vas sola y ahógate si quieres. Nisiquiera traes vestido de baño.

Me empiezo a quitar la ropa.

-¡Sarah! Te recuerdo que el brasier que te tapa esta pegado a la blusa. Quitatelo para que veas o mejor dicho para que vean que tus tetas van a quedar al aire.

-No quiero eso...

-Ve a sentarte, ni sé lo que hablas.

Devoré todo lo que me trajo Carlos. Y sí, lo vomité todo.
Pero luego del vómito se está como nueva, ¿o eso me pasa solo a mí?

Camino en busca de Reynold. Él no se me escapa, esta noche no, esta noche es mía.

Lo veo sentado con sus amigos en el sillón.
Pues no, no iré ahí con tantos hombres.
¿Saben de esas miradas que se hacen cuando quieres que una persona te voltee a ver? Bueno, le tiré una de esas miradas, pero no miró.
Me acerco más y logro que se fije en mí.
Le tiro la mirada de que vayamos arriba. Ni más ni menos, solo se levantó y me siguió.