deux

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2 años después

Marsella, Francia (Agosto)

Era casi medio día y Louis volvía a su casa cabizbajo....

No era para menos, había quedado sin trabajo aquella mañana, mientras caminaba el viento le pegaba fuerte en el rostro, sopló para quitar un mechón de su nariz de botón.

Su cabello castaño estaba más largo de lo habitual, lastima que no podía pagar por un corte de cabello, su madre era quien solía cortárselo...lo mejor que podía.

Digamos que Louis prefería llevarlo un poco largo aunque en ese instante quisiera raparse, el viento lo despeinaba y no había forma de mantenerlo en su lugar.

Se acomodó su abrigo mirando el pavimento y al levantar la vista un papel tapó su cara, estuvo a punto de arrugarlo y votarlo en el basurero más cercano, pero su curiosidad fue más fuerte.

Se detuvo para abrirlo y procedió a leerlo, sus ojos se abrieron sorprendidos, volvió a releer un par de veces el folleto que tenía entre sus manos, lo sostuvo firme para que no se le escapara, la brisa estaba muy intensa.

"Paga semanal por la finalización de las obras en el gran palacio de Versalles €100 euros dirección Place d'Armes 78000 para jóvenes mayores de 16 años"

Antes de dejar la escuela, tenía excelentes notas en geografía, calculo la distancia aproximada, quedaba al oeste de Paris, muy lejos de Marsella.

Se lo pensó, era una noticia caída del cielo, se guardo aquel tesoro dentro del bolsillo y siguió con su camino, le quedaba cerca de media hora aún.

Durante el trayecto mantuvo su puño dentro del bolsillo de su abrigo sosteniendo firme el valioso folleto.

(...)

Louis llego a casa muy agotado

—Madre, ya estoy aquí - se quito el abrigo y lo dejo en la silla

—Amor, tan temprano por acá , ¡que alegría! - se abrazaron y al separase le contó a su madre que lo acababan de despedir

—¿Que? pero... ¿porque? - Frunció el ceño

—Me dijeron que hacía un buen trabajo pero ya no me necesitaban - se encogió de hombros frustrando al recordar las palabras del señor Hans

Los ojos azules de Johannah reflejaban tristeza y desazón, Louis no soportaba verla así, le dolía.

Buscó en el abrigo el papel, lo desdobló y se lo tendió con una pequeña sonrisa esperanzadora

Sabía que su madre no pondría mejor cara pero esperaba poder convencerla... la vio leer, no sabría descifrar aquellas expresiones en su rostro.

—No, hijo, por favor, no insistas - lo dejo en la mesa

—Pero mamá, es la única solución que tenemos - Louis tomó el papel rogando

—Podemos pensar en algo más - su madre junto sus manos

—No hay más opciones tan inmediatas como esta - volvió a insistir

—Tienes sólo 17 años cariño, ¿como te vas a ir de casa? - lagrimas podían verse asomar

—Aquí dice mayores de 16, yo no perdería jamás el contacto contigo - Johannah negó

—No me da confianza, no sabes con que te vas a encontrar...

—Lo necesitamos, es bastante dinero madre, por favor, estoy pensando en ti cuando te digo que necesito ir, quiero darte lo mejor - los ojos de Louis se llenaron de lágrimas de impotencia trato de resistir pero no pudo, comenzaron a caer mientras trataba de ver a su madre quién se volteó con las manos en el cabello

Versalles | 𝐋𝐒 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora