Capítulo 13

102 12 0
                                    

La mañana siguiente era un día de trabajo, y no tenía que estar allí hasta el mediodía. Arrastré el culo fuera de la cama y me quité el vestido de noche. Agradecí que él no me desnudase, bueno, tal vez quería que lo hubiese hecho porque los momentos que compartimos en la playa eran algo que no quería olvidar. Sentí que algo cambió en él la noche anterior.

Me paré bajo el agua caliente y dejé que me alcanzara. No podía dejar de pensar en Niall y lo dulce y gentil que fue conmigo la noche anterior. Le expuse mi secreto más profundo, y ahora me estaba empezando a arrepentir. No debería haberle mostrado esa parte de mí; era demasiado peligroso.

Me puse mis mallas y la túnica larga, me recogí el pelo en una cola de caballo y me dirigí a la cocina para hacer un poco de café. No podía quitarme de encima la sensación de estupidez por contárselo; a veces, simplemente no sé cuándo mantener la boca cerrada.

Mientras esperaba a que se hiciera el café, busqué en el bolso y agarré mi teléfono; había un mensaje de texto de Niall.

"Hola, espero que durmieras bien, sólo quería ver si estabas levantada y cómo te sentías."

Se me escapó una pequeña sonrisa mientras le contestaba.

"Buenos días, dormí bien y me siento bien, gracias por tu preocupación. Espero que tengas un día estupendo y que no trabajes muy duro."

"Me alegra que te sientas bien, y siempre trabajo duro, es por eso que tengo tanto éxito."

"Te creo y gracias por cuidar de mí anoche, ¡te debo una!"

"Considéralo un pago por la vez que me llevaste a casa a salvo. Tengo una reunión, luego hablamos."

Me serví un poco de café en una taza que decía: "No soy gay, pero mi exnovio lo es", cortesía de Peyton. Me acerqué al escritorio que albergaba mi portátil, abrí el cajón y saqué el pedazo de papel que encaja perfectamente en la parte superior de una revista. Miré el papel y con un bolígrafo garabateé sobre él y lo volví a poner en su lugar hasta que lo necesitara de nuevo.

Salí fuera y bajé por la calle, tenía una hora antes de que tener que estar en el trabajo, así que decidí caminar las pocas cuadras que costaba llegar hasta allí. El aire hoy era más fresco porque el sol se escondió detrás de un grupo de nubes. Hoy era una vista diferente de la que había sido durante meses. La gente había abierto el armario de otoño y había sacado la ropa de los días “fríos”. Pantalones, camisas de manga larga, chaquetas de punto y chaquetas ligeras adornaban las calles de New York mientas la gente se preparaba para la llegada del otoño.

Pasé delante de un Starbucks de camino al trabajo, y, por supuesto, tuve que parar como si necesitara más cafeína. Entré y me puse en una fila que ocupaba la mitad de la cafetería. Alcancé el bolso y saqué el teléfono, prometí a Peyton que le llamaría y le contaría sobre la noche anterior. Marqué su número y esperé a que respondiera; después de varios tonos saltó el contestador de voz.

—Hola Peyton, soy yo, pasé un rato fabuloso anoche con Niall. Estoy de camino al trabajo, llámame más tarde para tener una charla de chicas, te quiero.

Finalmente era mi turno y pedí un Latte dulce de canela grande. Le pagué al barista y salí con mi café en la mano y me dirigí al trabajo. Mientras caminaba por la calle llena de gente, me di cuenta de que había una limusina negra estacionada frente a un edificio alto. La puerta de la limusina se abrió y salió una mujer que me resultaba familiar y luego salió Niall, siguiéndola y ajustándose la corbata. Me sentí enferma del estómago y el corazón se me empezó a acelerar, no por pasión, sino por los nervios. Él miró alrededor y me vio de pie a unos metros de distancia. No podía dejarle saber la rabia y los celos que estaba sintiendo en ese momento al verlos juntos, así que sonreí y saludé como haría cualquier amiga. Su expresión era de dolor cuando me vio. No me devolvió la sonrisa, sólo pudo arreglárselas para darme un pequeño saludo con la mano. Caminaron hasta el alto edificio y entraron. Mientras pasaba por delante, noté el nombre del negocio en las grandes puertas dobles, “Empresas Horan”. Nunca me di cuenta de lo que era este edificio mientras pasaba todo el tiempo por delante de él.

Forever Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora