Capítulo 15

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Di la vuelta y abrí los ojos mientras la luz del sol asomaba entre las cortinas transparentes que colgaban perfectamente de las ventanas.

Me puse unos pantalones de yoga y una camiseta y seguí el aroma que me llevó directamente a la cocina. Niall estaba sentado a la mesa, escribiendo en su ordenador portátil.

—Buenos días, ________, espero que hayas dormido bien.

Sonreí y me dirigí al armario por una taza para café. —Buenos días, dormí muy bien en esa enorme cama.

Se rió ligeramente. Serví un poco de café y me senté a la mesa, frente a él. —Hay panecillos por allí, por favor, toma uno.

—Gracias, pero no tengo hambre.

Me miró con sus ojos azules matutinos. —Tienes que comer, _______.

Suspiré. —Nunca como apenas despierto, pero no te preocupes papá, tomaré uno en un ratito.

Una sonrisa ligeramente irritada apareció en su rostro. —Eres una sabelotodo, incluso a primera hora de la mañana. —Levanté mi taza y sonreí.

—¿Qué estás haciendo? —Le pregunté mientras apuntaba a su ordenador portátil.

—Sólo envió algunos correos electrónicos y reorganizando algunas reuniones.

—¿Tienes demasiadas en la agenda o algo así?

Me miró y ladeó la cabeza. —Cuestionas todo, ¿no es así? Miré hacia el techo.

—Supongo que sí —sonreí.

Me senté y lo miré fijamente mientras veía la pantalla del ordenador. Estaba recién duchado, y su pelo aún estaba húmedo y perfectamente sexy.

—¿Cuáles son tus planes para hoy? —preguntó con curiosidad. Puse mi taza sobre la mesa y envolví mis manos alrededor de ella.

—Tengo que llamar al trabajo y decirle a mi jefe que no iré debido al funeral, luego creo que me detendré en el comedor de beneficencia y haré voluntariado esta tarde.

Niall levantó la mirada de su computadora portátil. —Realmente disfrutar hacer voluntariado, ¿verdad?

—Sí, me encanta. A pesar de que no tienen hogar y de todos los problemas que puedan tener, son seres humanos, y necesitan ayuda.

Me miró por un segundo y luego siguió en su portátil. Di un sorbo a mi café y miré por la enorme ventana la vista de la ciudad de Nueva York.

—La razón por la que estaba reorganizando mis reuniones es porque te voy a llevar a Michigan.

—¿Qué? —Exclamé.

Se levantó de la mesa y dejó la taza sobre el mostrador. —No está a discusión, _________, nos vamos mañana por la mañana, y conduciremos.

—¿Conduciendo? Son unas diez horas en coche, Niall.

Se dio la vuelta y me miró. —Sé cuánto tiempo de conducción es, considéralo un viaje de carretera.

Suspiré. —¿Un viaje de carretera? Volando llegaríamos allí en una hora y media.

—¿Tienes un problema con estar conmigo en un coche durante diez horas? —preguntó casualmente.

—No, pero...

Caminó hacia donde yo estaba sentada y se detuvo sobre mí como si quisiera tocarme o besarme, pero no lo hizo, se limitó a decir:—No hay peros, iremos en coche.

—No creo que Denny quiera llevarnos hasta Michigan.

Se rió y se apartó. —Denny no conducirá, lo haré yo.

Forever Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora