Capítulo 8

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Pasé los siguientes días yendo a trabajar y haciendo voluntariado en el comedor. Llegó el sábado, y fue un hermoso día de septiembre. Peyton llamó y me preguntó si quería ir de compras con ella, pero le dije que ya tenía planes. Claro que no estuvo contenta con mi respuesta, pero yo me iría a Central Park.

Al crecer, solía escapar de mi casa y encontrar un lugar tranquilo para sentarme y dibujar. Eran las únicas ocasiones que no me sentía sola. Me gustaba dibujar y pintar imágenes de los lugares donde podía ir y esconderme. Mi padre solía decirme que heredé mi capacidad artística de mi madre. Pensaba en ella casi todos los días y como mi vida sería diferente si ella no hubiera muerto, pero como he dicho, nada dura para siempre, puedes apañártelas o dejar que eso te mate. Tomé mi cuaderno de dibujo y lápices y me dirigí hacia la puerta. El paseo hacia Central Park no fue largo, y disfruté del aire fresco, me hacía sentir viva.

Desde que me trasladé a Nueva York, he pasado mucho tiempo en el Central Park que en cualquier otro lugar. Los parques estaban llenos de niños jugando en el cálido sol. Me dirigí al Conservatory Garden. Los árboles de magnolia y lila llenaban el aire, lo que proporcionaba un efecto calmante y tranquilizante. Era fácil para mí escapar del mundo y disfrutar de la belleza de los jardines. Era como un santuario para mí, un lugar donde podía ir y dibujar cualquier cosa.

Me senté en el banco y noté a una novia y novio a mí derecha, fotografiándose junto a la fuente. Ella estaba hermosa en su vestido de novia blanco, y él era igual de guapo en su esmoquin negro. Parecían felices. Sonreí, este era el lugar perfecto para casarse y eso haría el cuadro perfecto.

Los dibujaba cuando mi teléfono sonó. Miré el número desconocido e ignoré la llamada. Un segundo después, el móvil sonó de nuevo mostrando el mismo número. Estoy segura que quien fuera se equivocó de número, por lo que respondí para decirle que dejara de llamar. Me quedé helada cuando escuché la voz en el otro extremo.

—Hola, señorita Lane, ¿disfrutando de Central Park? —Empecé aponerme con los pelos de punta mientras miraba alrededor de lado a lado y luego detrás de mí, ahí fue cuando vi a Niall caminando hacia el banco en el que yo me encontraba sentada.

—Soy Niall Horan, y parece que usted está por… —Colgué mientras se me acercaba.

Me quedé sin aliento cuando lo vi. Tenía una manera de lograr eso y lo odiaba. Llevaba un par de pantalones de color caqui y una camisa abotonada blanca de algodón con las mangas rodadas hasta los codos. Su cabello, como de costumbre, estaba perfectamente despeinado, y su piel bronceada brillaba en la luz del sol. Le fruncí el ceño mientras se sentaba a mi lado.

—¿Qué? —preguntó.

—¿Cómo consiguió mi número? No recuerdo habérselo dado.

—Tengo mis maneras de conseguir información sobre cualquiera, señorita Lane.

—Así que, ¿es un acosador, entonces?

Echó la cabeza hacia atrás y rió. —No, _________, no soy un acosador. Sólo quería su número en caso de que necesité que me ayude a volver a casa una noche. —Lo miré, pero estaba sonriendo secretamente por debajo.

—¿Cómo sabía que yo estaba aquí?

—Denny señaló que te vio caminando por la calle, y le pedí que se detuviera.

—¿Por qué? —pregunté con curiosidad. Frunció los labios y me di cuenta de que estaba irritado con mis preguntas.

—No sé, supongo que pensé en saludarla.

—Si así fuera el caso, podrías sólo haber llamado, ya que tiene mi número y todo.

favor. Él suspiró pesadamente.

Forever Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora