"Cantarella de Vocaloid, es una de las primeras canciones del grupo, ¿la conoces?"
"Nop, ahora la escucho, tienes suerte que esté en la pc"
Abrí una nueva pestaña, tecleando con rapidez el nombre de la canción. Cerré los ojos y la escuché, era hermosa y victoriana...Era difícil de creer que este grupo virtual que ni siquiera era real cantara mucho mejor que otras personas.
"See, es magnifica *-* " -le escribí por chat a Nina, una amiga que había conocido en Facebook
"Sip, bueno, me llaman para almorzar, me conecto en cuanto termine"
"Yo también me tengo que ir dentro de poco, voy al instituto"
"¿Te levantaste tan temprano? ¡Aquí en mexico son las 6 de la tarde! hahahahah"
"Si :´( pero bueno, no es tan malo madrugar"
" :D bueno, ¡chaito y nos vemos!"
Apagué mi computadora, debía prepararme.
Debajo de la ducha, puse el agua templada, pero después, aunque era otoño, la puse muy fría.Todo el tiempo tarareando
Llegamos al instituto 8 min. antes que sonara la campana.
Entré en la alborotada clase, y entre gritos, chillidos irritantes y rasguños malvados a la pizarra, terminé despierto hasta la médula.
Miré mi reloj de mano impaciente, faltaban 3 min. para que tocara la estúpida campana y todavia no habia llegado. Sin saber como, me enfadé con Reiner. Después me di cuenta de lo tonto que era darle importancia. Idiota.
El tiempo va pasando
Quedaba un minuto y un yo estúpidamente rencoroso.
Por fin llegó, le miré de reojo. Una camisa blanca, unos pantalones vaqueros y unos tennis.
Su cabello castaño claro, ayer impecable, ahora rebelde. Como se nota el primer dia con el resto del curso. Aun así, no podía parar de mirarlo. Parecía tan maleducado cuando nos encontramos la primera vez que se me hace difícil ver cómo se rie con los demás compañeros.
Aparté la mirada rápidamente cuando sus pupilas se encontraron con las mias. Sentía como se acercaba.
-Hola Eren- se apoyó en mi mesa sonriendo
-Hola.- disimulé desinterés mientras le miré
-¿Siempre eres así de hablador?- rodé los ojos intentando hacer que parezca fastidiado, pero no pude evitar sonreír.
-Pues sí, ¿te importa?- miré sus ojos verdes claro.
-Mira, no se que tienes en contra de mí, pero a mi me caes bien.
Dentro de nuestro propio mundo cerrado
Hacemos ver que hemos olvidado
Sin embargo, ambos estamos fingiendo
Ya que podrían sentir nuestra intoxicación
Me dispuse a hablarle cuando vinieron unos compañeros riendose y le dijeron que vaya con ellos. Me enfadé, malditos entrometidos, ahora me toca a mí estar con él.
Pensé que se quedaría, pero no fué así, sentí una punzada de tristeza, ojalá le hubiera contestado mejor...
Sonó por fin la campana, el minuto, por raro que me parezca, pareció un segundo.
El maestro de biológia entró animadamente.
- Profesor, aún no tengo los libros- le dijo Reiner.
-¿No?, bueno, siéntate al lado de alguien.
Me giré, le miré y descubrí que me miraba mientras pronunciaba un silencioso: ¿puedo?, que solo pude leerlo en sus labios. Asentí confuso. Muchos bufaron y los más listos se callaron.
Las cosas no son de este claro
Todas mis palabras parecen sinceras
Y empiezas a bajar la guardia
Hay algo que deberías conocer
Sobre esta droga profunda
Que pensaste que podrías beber ...
Una vez al lado mia y nuestras mesas juntas, el maestro empezó la clase. Debo reconocer que estaba muy alegre y sorprendido, tambien un poco nervioso.
Mientras seguíamos sus indicaciones, un pequeño trozo de papel chocó contra mi cabeza, me giré disimuladamente agachando la cabeza. Una chica me daba indicaciones para que se la diera a Reiner. Volví a mi posición inicial y capté la atención de él.
Le di la nota y le susurré que era de una de atras, me sonrió y la abrió. Miré hacia otro lado.
Se giró y asintió con la cabeza, y pude verlo de reojo mientras me señalaba con el pulgar.
No vi la expresión de ella, después de 10 segundos de discursión silenciosa, se incorporó, y me susurró:
-Hoy hay una fiesta, ¿vienes?- mientras lo decía me acarició el brazo, lo aparté rapido.
-Nunca he ido...
-Ven, será divertido
-Está bien.
No se desde cuando tenía tan poco derecho al voto.
Cuando acabaron las clases, mientras recogía mis cosas, me habló otra vez .
-¿Me dices donde vives? No quiero ir casa por casa en todo Londres preguntando por ti.
-Ah, emm, vale, como quieras- se rió, le miré extrañado.
-Nos vemos mañana, bye Eren- agarró la nota donde la daba mi dirección y se fué.
Llegé a mi apartamente a las 6 y cuarto, me había quedado en la biblioteca haciendo los deberes y después leyendo un poco de astronomía.
Pensé en todo lo sucedido. Me aterraba ir a una fiesta de esas, nunca sabes como acabará.
Pensando muchisimo. Mil cosas a la vez en cada segundo que pasaba. Yo no queria ser gay, y sabía que si lo soy, estaría al borde de la desesperación. Esto no era un simple fase, era algo más.
Recordé la famosa frase de una escritora: Yo no elegí de quien enamorarme sociedad, lo eligió mi corazón.
Mi pequeño gato se acurrucó a mi lado, hundí la cabeza en su pelaje espeso y poco a poco me dormí. Soñé con Sasha.
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Quería aclarar que aunque dije que todo en mi historia es inventado, los fragmentes que he puesto son de una canción
Bueno, nunca he hecho esto de pegar fragmentos de poesia o canciones, asi que a ver que tal.
Y otra cosa, que creo que merece la pena decirlo es que en esa historia he recibido muy pocas visitas, y tambien votos y comentarios. Y no saben lo que eso desmotiva. A lo mejor será porque esta historia va de tematica homo?...
Bien, si mas que decir: Saludos a todo el que termine de leer esta oración.
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Mariposas en el cerebro (yaoi)
RandomEren es un chico amable pero tímido. Un imprevisto coche millonario lo llevará a pensar cuál es su verdadera naturaleza. El destino no existe, pero las coincidencias si.