Hot n' Cold

11. "Respiro"

Disclaimer: Los personajes de Fairy Tail pertenecen a Hiro Mashima, la historia es completamente mía.

•──────『֍』──────•

Capítulo 11

"Respiro"

"Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor"

Stendhal

Habían pasado dos días desde que Natsu y Gray habían dejado su casa y ahora comenzaba a sentir el vacío. Ya no habían peleas y gritos escandalosos por las noches, no habían bromas hacia Erza por las tardes y por sobre todo, no habían miradas cómplices cada vez que se cruzaban en los pasillos. Se sentía todo tan solitario que daba pena. Levy continuaba viviendo con ella y no se separaba por ningún motivo, y Loke se lo pasaba en su casa intentando animarla y hacerla olvidar lo sucedido. Erza se ausentaba por casi todo el día puesto que se lo pasaba metida en su trabajo y ella trabajaba en el proyecto propuesto por Loke y en su próximo desfile en París.

El buen clima se comenzaba a sentir en la capital nipona y gracias a ello el ánimo de Lucy se elevaba considerablemente, los cafés por la mañana ya no parecían necesarios ni tampoco la ropa gruesa en la parte principal de su armario. Se abanicó con unos folletos ante el sorpresivo rayo solar que irrumpió en su oficina entregando un calor sofocante.

— Espero que no haga tanto calor este verano — susurró con algo de desgano recordando aquella calurosa temporada del año pasado. La puerta se abrió de pronto dejando ver la figura delgada de Alice quien entraba con algo de temor por los recientes cambios de humor de su jefa.

— Señorita — dijo con la voz baja, Lucy la miró con el ceño fruncido —. Hay un caballero que exige verla — ¿Alguien que quería verla? No recordaba tener ninguna cita para ese día.

— Su nombre — quiso saber con desgano, la chica revisó en su agenda el nombre y luego contestó.

— Sting Eucliffe — Lucy frunció el ceño nuevamente, ¿Quién demonios era ese tipo? Aunque... Eucliffe, ella había escuchado ese apellido muchas veces antes, ¿Por qué?

— Dile que pase — dijo con curiosidad fingida, quería saber quién era aquel tipo, si lo conocía, y que quería conseguir con verla. Alice asintió y se retiró de la oficina, minutos más tardes un hombre de cabello rubio y extraño atractivo entraba en su oficina.

— Es un agrado conocerla, señorita Heartfilia — dijo en cuanto se hubo cerrado la puerta, Lucy abrió los ojos con algo de sorpresa, era un extranjero demasiado educado —. Es mucho más bonita en persona — halagó mostrando una sonrisa encantadora. Lucy parpadeó y se puso en pie rápidamente.

— Es un gusto también — respondió a su saludo, la atenta mirada del desconocido la ponía extremadamente nerviosa —. Dígame, señor Eucliffe — dijo entrando directamente en la conversación —, ¿A qué se debe su visita? — preguntó con tranquilidad, él pareció sorprenderse por un momento y luego sonrió tomando asiento frente al escritorio de la rubia.

— Al parecer mis sospechas eran ciertas — dijo jugueteando con un bolígrafo negro, Lucy lo miró curiosa —. Lucy Heartfilia no sabe absolutamente nada de mí — terminó diciendo en tono lastimero. Lucy se intrigó aún más.

— ¿Tendría que conocerlo? — preguntó con cuidado de sus palabras, él sonrió.

— Por supuesto — dijo dejando a un lado su juguete y acercándose a ella por sobre la mesada —. Su padre no le ha dicho pero yo soy su prometido — Lucy casi se va de espaldas ante la respuesta, ¿Prometido? ¿Desde cuándo ella tenía un prometido? Sting parecía entretenido con la reacción de la rubia puesto que sonrió ampliamente.