2

85 5 0
                                    

Respiré brevemente ante su profunda mirada gris

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Respiré brevemente ante su profunda mirada gris.

-Soy la nueva profesora de Derecho...- respondo con seriedad- Me preguntaba si se encontraban en clases para poder presentarme.

Su mirada me analiza unos segundos en los cuales el aire a mi alrededor comenzaba a fallar.

Asiente sonriendo con cortesía.

Sus pasos retroceden lentamente antes de cederme el paso.

-Muchas gracias- respondo y puedo admitir que mi acento latino se oyó en ecos dentro de aquel enorme salón.

Cientos de pares de ojos se concentraron en mi al girar hacia ellos, pero una mirada en particular provocaba nervios en mi postura.

Una mirada firme es capaz de desarmar a quien sea más fuerte.

¿Acaso ella podría desarmarme ante segundos de su presencia?

-Bueno chicos...- sus tacos resuenan sobre la madera enviando una brisa fresca detrás de mi nuca- Como pueden observar la Señorita...

-Elizabeth García- respondo ante su silencio- Seré su nueva profesora de Derecho, podrán ver que soy nueva aquí y no será fácil que todos ustedes me conozcan... pero eso no será impedimento para conocernos a medida que el tiempo avance- algunos de los alumnos me sonríen en respuesta dándome la bienvenida.

-Sea bienvenida Elizabeth- giro mi rostro a la derecha encontrándome con su mirada, mi nombre entre sus labios sonaba como una melodía de Bethoveen.

Sonreí en agradecimiento- Espero no haber interrumpido su clase en momento importante- me disculpo y observo de reojo como los demás presentes se encontraban en su mundo, ajenos a nuestra conversación.

-No hay problema, de hecho mi clase finaliza en... -observa su muñeca izquierda en donde se encuentra un delicado reloj de oro- cinco minutos exactamente.

-Será mejor que espere fuera a que termines- sonrío al verla negar observándome fijamente.

-No será necesario, les dejaré estos minutos para que descansen- avisa dirigiéndose a sus alumnos.

Estos afirman con alegría causando mi risa.

-Espero que esos chillidos de emoción no sean por terminar mi clase- esta vez se dirige a mi entre bromas.

-Oh no lo creo, han de sentirse cansados- reímos ante mi ironía por ser su primera hora de clases.

¿Tanto tiempo había estado en la oficina del director?

-¿Quieres tomar asiento a mi lado?- señala el escritorio a pasos nuestros, asiento siguiéndola.

-Dime- comienza luego de segundos- Por lo que puedo notar no eres americana.

Niego- No, soy latina- respondo con simpleza- Por tu acento también puedo adivinar que no eres de aquí sino de Rusia.

Una risa ronca se escapa de su garganta congelando mi sonrisa

Joder...

-Adivinas bien- ríe- ¿Sabes comprender ruso?

Muerdo mi labio antes de responder- No, creo que es uno de los idiomas de los cuales no comprendo- o tal vez si.

Juguemos.

-Oh... que lastima que no comprendas- se lamenta- No es complicado solo hay que saber centrar tu atención en sus palabras.

Asiento fingiendo prestar atención como sino comprendiera.

-¿Tú hace cuanto tiempo te encuentras aquí?- me tomo el atrevimiento de preguntar.

-¡Oh vaya! Hace bastante tiempo- musita- Este año se cumplirán diez años que decidí residir aquí.

-Vaya es bastante tiempo- murmuro con sorpresa- Pero... ¿No has vuelto a tu país?

Asiente- Claro que si- afirma- Siempre que encuentro la oportunidad viajo cuando nos encontramos en vacaciones.

-Oh eso es bueno- frunzo el ceño al recordar que no sabía su nombre- Creo que ante tanta conversación me he olvidado de preguntar tu nombre- sonrío.

-Alexandra Ivanov- su acento entre las letras provoca una extraña sensación en mi interior.

-Un placer conocerla- una sonrisa coqueta se forma en sus labios.

Me mira como si se tratase de una cazadora hacía su presa.

Pero no se imagina que de cazar tengo bastante experiencia.

Abro mi boca para responder pero el ruido del timbre anunciando que la hora había finalizado, interrumpió mis palabras.

Salvada por la campana- pienso antes de observarla sostener su maleta entre sus manos.

-Bueno espero que tengas un excelente comienzo- sonríe despidiéndose antes de retirarse con elegancia.

-Bueno chicos- comencé alzando mi voz, logrando obtener la atención de todos- Seré su profesora de Derecho a lo largo de todo el año, aceptaré a medida que avancen las clases poder conocernos entre todos para hacer más llevadero nuestro horario.

Algunos asienten en silencio de acuerdo con mis palabras.

-Ahora que todo ha quedado entendido les explicaré las unidades de nuestros temas- musito escribiendo en la pizarra con rápidez.

《•°•°•°•°☆°•°•°•°•》

Suspiro sintiendo mi pies doler sobre la suela de mis zapatillas.

Las interminables escaleras parecían no tener un fin, el día había transcurrido rapido sin ningún inconveniente.

Mi saco gris comenzaba a picar sobre mi piel, el calor comenzaba a envolver mi cuerpo.

Siempre he sido una persona calurosa, tener tanta ropa puesta me sofoca.

Me pregunto que ocurrirá con aquella morena, su presencia marcaba la diferencia entre los demás, su elegancia y forma de hablar cautivaban sin duda alguna.

Una risa traviesa junto a pasos llama mi atención, levanto mi mirada encontrandome con unos ojos esmeraldas sonriendome con dulzura.

SeducemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora