YO NO PEDÍ CONOCERTE

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El trato había comenzado a llevarse a cabo, el cuerpo de Azahara comenzó a teñir de rojo el suelo era imposible hacer algo por su vida, Ábaco murió y Lucifer desapareció entre las llamas. Nadie sabía qué era lo que estaba ocurriendo, nadie salvo Azahara que había dado su vida por proteger a los que quería.

- Tenemos que hacer algo, Lucifer no se puede salir con la suya. – dice llena de rabia por la pérdida de su hija.

- Julianne... siento tu pérdida, pero Lucifer es muy inteligente, no se va a dejar encontrar fácilmente. – dice Brooke tranquilamente. – Ahora debemos darle descanso a tu hija para que el Ángel la proteja.

- Preparadlo todo para la ceremonia, yo quiero estar con mi hija. – dice firme.

Sin decir nada, los presentes que quedaban se marcharon para preparar la ceremonia y despedir a su compañera de la forma que se merecía. Todo el Instituto se encontraba en silencio, nadie decía nada tuviera que ver o no con el fallecimiento de la hija de la directora del Instituto, la pena cargaba el ambiente y todos estaban de luto por su compañera. En la capilla se preparaban las flores blancas, las velas, el altar, ... todos los Hermanos Silenciosos acudieron para despedir a Azahara.

Los preparativos de la ceremonia están preparados, los asistentes van llegando a la capilla y el Hermano Silencioso Abel, el más antiguo de los Hermanos es el encargado de dirigir la ceremonia. El cuerpo de Azahara ha sido limpiado, sus heridas han sido cosidas y su ropa cambiada por un largo y suave vestido blanco. El cuerpo de la joven descansa sobre un altar de mármol blanco sobre el que se encuentra un lecho de las flores más bellas recogidas del jardín del Instituto. Junto a ella se encuentran su madre y Ángel, que despedirán a su alma.

- Hoy estamos reunidos para velar por el alma de nuestra hermana y compañera Azahara, a la que Lucifer le quitó la vida y ahora nosotros debemos despedir su alma para que el Ángel la cuide y la proteja de los males terrenales. – dice el Hermano Abel. – A continuación, su madre recitará la despedida para que su alma descanse en paz.

Julianne agarrando la mano de su hija, la mira llorando e intenta citar la despedida de su hija desmoronándose por completo. Azael que se encuentra en primera fila junto con su hermana y Jacob, se acerca al cuerpo de Azahara y besa su frente a modo de despedida y le dice al oído 'Yo no pedí conocerte, pero eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo'.

- 'Atque in perpetum frater ave atque vale'.– cuando todos los presentes citan la despedida, las runas de la Azahara iluminan la sala con una fuerte luz blanca para posteriormente desaparecer de su cuerpo.

Tras el entierro de Azahara en el cementerio del Instituto, éste se tiñó de tristeza y oscuridad. Tan solo pasaron un par de horas desde el entierro, cuando Sherezade se presentó en el Instituto para contarles lo ocurrido en la casa, cuando le dieron la noticia de que Azahara había muerto a manos de Lucifer y que Ábaco había desaparecido. Ella sin poder creérselo y con los sentimientos a flor de piel, no pudo aguantar más acabó transformándose y marchándose del Instituto despavorida en busca de su manada para dar caza a Lucifer.

- ¿Qué ha ocurrido? – dice Brooke llegando a la entrada del Instituto que ahora se encontraba destrozada.

- La Alfa de la manada de mujeres-lobo... era amiga de Azahara y se acaba de enterar de que ha muerto. – dice Azael, llevándose las manos a la cabeza. – La entiendo perfectamente, yo también quiero matar a ese cabrón, ¿deberíamos ayudarla?

- Yo creo que deberíamos esperar a que Julianne nos de órdenes, y luego acatarlas. – dice la parabatai seria.

- Pues no sé tú hermana, pero yo no me puedo quedar aquí sabiendo que el Rey de los Demonios acaba de matar a una de los nuestros por un trato a cambio de salvarnos a todos la vida. Si eres tan conformista deberías de ser un mundano. – dice cabreado y se va.

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