LOS CAMBIOS NO SIEMPRE SON BUENOS

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Tras unos meses en su nuevo hogar, y tras varios encontronazos con los niños del instituto de New York, Azahara decide hablar con su madre y pedirle que le deje ir a vivir a España, el nuevo destino de su tía Jane (hermana de Julianne) para continuar allí su entrenamiento y su educación, ya que no se siente cómoda en esa ciudad. Y es que no solo los niños del instituto eran malos con ella, sino que además en el colegio todos le hacían el vacío por que era "rara" ya que no le gustaban las clases como plástica o música, sino que las ciencias, la historia y la literatura era lo que más le gustaba a la pequeña. Tanto había sido el vacío que le hacían, que incluso Electra se había alejado de ella, para estar con aquellas niñas que solo se preocupaban por la purpurina, el color rosa y las apariencias.

- Mami me quiero ir con la tía a España, no me gusta esta ciudad. Todos me tratan mal aquí.

- ¿Es  por el niño de los entrenamientos? Puedo hablar con sus padres y encontrar una solución.

- No es solo por él mami, en el colegio nadie quiere estar conmigo, todos me miran mal y dicen cosas cuando paso delante de ellos, de verdad que me quiero ir con la tía J.

- Pero cariño ella tiene que cuidar a tus primos, ya sabes que los chicos no se portan tan bien como tú, y no se si a ella le parecerá bien que te vayas con ellos.

- ¿Puedes hablar con la tía porfii? De verdad que me quiero ir, aquí nadie quiere ser mi amigo.

- Hablaré con ella, pero no te prometo nada hija. Ya sabes que la tía tiene un cargo muy importante en el consulado de La Clave, además, si la tía aprueba que te vayas con ellos a vivir llegaremos a un acuerdo en el que  Alex y David tendrán que cuidar de ti cunado ella no esté en casa y...

- Mamá lo que sea con tal de irme de aquí, por favor.

- De acuerdo hija, si es lo que quieres...

- ¡¡Gracias mamii!!

A Julianne no le hacía ninguna gracia separarse de su hija, pero sabía que ella no era feliz en New York. Más de una noche la había oído llorar en su habitación, pensando que era porque extrañaba a su padre, pero se equivocaba, y no podía hacer nada por ella salvo mandarla al otro lado del océano con su hermana, con la que sabía que estaría protegida y feliz.

Al día siguiente, y si perder apenas tiempo, Julianne llamó a su hermana Jane para contarle sobre el problema que Azahara estaba teniendo en New York, y la solución que la pequeña le había propuesto. Obviamente, al saber que su única sobrina lo estaba pasando tan mal, Jane aceptó que la pequeña viviera en España con ella y sus hijos hasta acabar su entrenamiento (a los 18 años), así que sin pensarlo mucho Julianne empezó a empaquetar las cosas de su hija mientras que su hermana preparaba el cuarto para cuando Azahara llegase.

Dos semanas después de su llamada, Jane se encontraba en el aeropuerto de Madrid esperando a que el vuelo de su hermana y su sobrina aterrizase. Cuando Jane vio a su hermana a lo lejos, comenzó a caminar en dirección a ellas, cuando la pequeña divisó  su tía, echó a correr hacia ella llena de alegría. Julianne mientras miraba la escena del encuentro entre su hermana y su hija, pensando en que igual los cambios no siempre son buenos, pero sabía que su pequeña necesitaba ese cambio en su vida, aunque ello supusiera tenerla lejos durante once años.

Yo No Pedí ConocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora