PENSAR EN UN NOSOTROS

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Pasaron horas desde que Azahara volvió del piso de Azael y no consigue quitarse el cabreo de encima, aunque realmente no sabe el por qué de este.

- Como no dejes de fruncir el ceño vas a tener arrugas mu joven. - dice divertido desde la puerta del despacho de Julianne.

- Ángel sabes que me la suda tener arrugas, ¿no? - dice borde, más de lo que quería. - Perdona, no debería de haberte hablado así.

- No te preocupes, supongo que la conversación con Azael no ha ido bien. - Azahara le mira sorprendida. - Azael me ha llamado y me lo ha contado todo, por cierto me ha dicho que esta noche quiere verte.

- Azael... ¿él ha venido? - pregunta aún más sorprendida. - Pero si apenas se podía mover... la runa. - cambia su semblante a serio.

- Habla con él, se le veía afligido. Azahara lo conozco desde hace mucho tiempo, y jamás lo había visto así. - dice y se va.

Azahara es de ese tipo de personas que no tienen miedo a enfrentarse a la realidad, y en este caso eso no había cambiado, Azahara no tiene ningún miedo a hablar con Azael sobre lo que había pasado en su piso, lo que Azahara quería evitar a toda costa era que Azael pudiera llegar a pensar que entre ellos podría pasar algo...

Durante el discurso de su madre, Azahara se dedicó a observar al resto de presentes que se encontraban en el salón de ceremonias desde el escenario. En el fondo de la sala, donde se encontraba menos gente pudo ver como una cara conocida se escabullía junto con una chica por una de las puertas que daban al jardín. Cuando Azahara pudo ver mejor, supo que Azael jamás iba a poder pensar en un nosotros, fuera quien fuera la persona que estuviera a su lado.

Un rato después, Azahara se encontraba hablando con los representantes se encontraba hablando con los representantes de los otros institutos de los Estados Unidos, cuando Jacob irrumpió en la conversación para pedirle a Azahara  que bailase con él, a lo accedió encantada por que se estaba aburriendo. A su vez, un despeinado Azael volvía a entrar en el salón junto con su ligue recolocándose el vestido, que propinó una mirada fría a Jacob cuando este tomaba la mano de Azahara y esta le correspondía con una gran y sincera sonrisa. Esto último hizo que Azael tomase la iniciativa de salir de la vida de Azahara, para no volver a ella jamás aunque ello supusiera irse de New York y no volver.

Y así fue, nada más llegar a su piso ya limpio y recogido, Azael hizo su maleta y posteriormente envió un correo a Julianne diciendo que por temas personales debía dejar por tiempo el instituto y pasar tiempo cerca de su familia, que ahora se encontraba en China. Esa misma noche sacó un billete de avión a Pekín para el día siguiente, después escribió un mensaje a su hermana melliza Brooke para que fuera a recogerle al aeropuerto, por un rato estuvo esperando la respuesta de su parabatai, pero al ver que no iba a obtener respuesta se tumbó en la cama y se quedó mirando al techo hasta que cayó en un profundo sueño.


Yo No Pedí ConocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora