Miles de disculpas por la tardanza. Aquí finaliza la historia. Espero que les haya gustado el recorrido aunque hubo algunos problemas "técnicos". ¡Besos!
* * *
Entro a un bar que se encuentra cerca del circo mientras deshago un poco la corbata de mi cuello. Pido un trago solo para distraerme mientras pienso. No hubo necesidad de hablar con Silene sobre mi trabajo en el circo; Paul se encargó de todo. Después de su "explicación", llegó el jefe y la llamó para hablar con ella a solas. Y ella... se fue sin nada más que decir.
Llevo una de mis manos hacia mi cabeza. Solo pienso en ella, pienso en lo que piense de mí. Espero no haberla desilusionado, no ocasionarle lástima o deseo de alejarse. Simplemente... solo espero que no se aleje de mí, solo eso. Es la chica más tierna que he conocido en mi vida, es la estatuilla de música del cuarto sombrío. Sí, ella es el azúcar en los caramelos. Quisiera verla, pero aún no sé nada de ella. La conversación con mi jefe se está haciendo larga, o debo ser yo. Quizás se fue a su camerino.
Tomo un trago más para luego dejar dinero sobre la mesa con propina. El sujeto que me ha atendido es un muy conocido mío, y es él quien atendió a Silene cuando estuvo aquí. No faltó que me haya preguntado por ella entre risas. Niego y me retiro hacia mi casa.
Al amanecer, aunque quiero ceder ante el cansancio, voy hacia el circo porque es día de práctica con Paul aunque no sé cómo voy a verlo. Se ha transformado en otra persona desde que conocimos a Silene. Dejo el bolso con mi ropa en el suelo y mi jefe entra.
—Buenos días, Michael. —Me giro a verlo completamente.
—¿Qué tal? Buenos días.
—Solo quería informarte que, desde ahora, solo tienes una función en el día porque Silene no trabaja más aquí. —¿Qué?...—. Desde anoche. Ah, y me dejó esto para entregarte. —Y me extiende una tarjeta—. Tuvo que cambiarse de circo. —La recibo y me saluda para retirarse.
¿Y no me ha comentado nada? ¿Se fue sin decir nada? ¿Será que sí ha cambiado algo por lo que se enteró anoche? Cierro los ojos y respiro hondo. Lo que más quería es que no se alejara de mí, pero acabo de enterarme que es precisamente eso lo que ha sucedido.
Tomo asiento y veo la tarjeta. Con un poco de miedo, la giro para leer lo que está escrito en ella.
Michael,
no quiero que pienses que me he ido por enterarme que eres un payaso de circo. No. Al contrario, desde que supe eso, has cambiado mi recuerdo más triste de mi infancia por un mejor momento: el haberte conocido. Ahora, cada vez que veo a un payaso, me acuerdo de ti y sonrío.
ESTÁS LEYENDO
Carrusel © | Michael Jackson
Romance✓COMPLETA✓ Ella es de un mundo... de palomitas de maíz y caramelo, paseos de poni por una moneda de diez centavos, risas de niños pequeños. Él es de un mundo... de desilusiones y confusiones, pero él dice «Ella será mía». Dos personas diferentes, en...