2. Primer día.

57 1 0
                                    

Ahora voy a comenzar a contar con detalle como fue todo. Bien , salí de la consulta a las 12:37, era viernes 26 de septiembre.

Mi madre estaba haciendo un esfuerzo sobre humano por no llorar mientras caminábamos hacia el coche. Yo seguía en shock y todavía no había derramado una sola lágrima, se me hacía demasiado raro.

Nos sentamos en el coche sin decir una sola palabra , mamá arrancó y no hablamos , ni siquiera nos miramos. Oía a mi madre tragar saliva y su respiración cada vez más agitada, entonces empezó a llorar. ¿Sabéis lo que es ver a tu propia madre llorar? ¿No? Pues es de las peores cosas que existen.

Se desvío para apartarse de la carretera y aparcó en la entrada de una gasolinera, tenía la cabeza apoyada sobre el volante y no se oían mas que sus sollozos. Se me inundaron los ojos de lágrimas y la acaricié la espalda , no quería llorar , no quería que me viese así. Levantó la cabeza y me miró , parecía que en unos instantes le habían caído diez años encima, la miré a los ojos y , conteniéndome las lágrimas la dije: -Eh mamá, estoy bien, no pasa nada, no llores. Soy fuerte, somos fuertes, podemos con esto y más.- Me abrazó con todas sus fuerzas , tanto que temía que me ahogase, y permanecimos allí como 15 minutos. Fue el mejor momento que he vivido con mi madre, parecía que en esos minutos nos estuviésemos pidiendo perdón mutuamente por todo lo que habíamos hecho, nunca había tenido una buena relación con mi madre.

Seguimos el resto de camino recordando viejos momentos de cuando era pequeña y mis tonterías. Llegamos a casa y fui a mi habitación estaba guardando los libros en la mochila para volver al instituto cuando apareció mi madre. Me abrazó fuerte otra vez.

- No hace falta que vayas , quiero hablar contigo y quiero disfrutar de ti.- veía en sus ojos que iba a romper a llorar, otra vez.

Nos sentamos en la cama apoyando la espalda en la pared y volvió a llorar , me abracé a ella y seguimos llorando. Somos unas auténticas lloronas como podéis ver. Yo no lloraba por sufrimiento ni porque me diese pena morir, lloraba sólo de pensar en lo que sufriría mi familia. Mi madre me acariciaba el pelo y susurraba bajito una vieja nana que me solía cantar:

"Arroro mi niña arroro , arroro mi niña ea.

Arroro mi niña arroro, arroro mi niña ea.

El sol ya se va a la cama,

Se arropa con su manto de oro.

Todos le deseamos ; que tenga felices sueños

Arroro mi niña arroro, arroro mi niña ea.

Arroro mi niña arroro , arroro mi niña ea.

Las estrellas en el cielo

Cantan , ríen y juegan.

La luna dice bajito ;

Estaos ya quietecitas.

Arroro mi niña arroro , arroro mi niña ea.

Arroro mi niña arroro , arroro mi niña ea."

Me fui quedando dormida con la canción y al despertar mi madre estaba hablando por teléfono. Hablaba con mi padre , hacía algo así como seis años que no se hablaban como personas civilizadas. Estaba en el salón llorando mientras leía el informe médico (nota: mi padre es medico y mi madre enfermera).

Me quedé espiando en la puerta , sí como una cotilla de pueblo, y pude oír un poco de conversación que, ahora mismo, no recuerdo.

Después de comer mi madre me dijo que papá iba a venir a casa con Celia , su actual mujer, y que también venían mis abuelos. Bueno, eso era algo muuuy raro en mi familia. Pero claro , me estaba muriendo, entonces ya nada era raro.

***

Papá llegó a casa con Celia sobre las 6 de la tarde tenía unas ojeras negras muy marcadas y los ojos hinchados. Según me vio fue rápido hacia mi y me abrazo fuerte mientras me daba besos en la frente, estaba llorando y sollozando, odio verle así. Me decía al oído 'Eres fuerte y puedes con esto' realmente parecía que se lo estaba diciendo a él mismo. Me soltó y le miré a los ojos, podía leer todos sus sentimientos a través de ellos, y puedo decir que estaba hecho una auténtica mierda. Celia nos miraba con lágrimas en los ojos desde el umbral de la puerta de la entrada.

También fui hacia ella y la abracé muy fuerte (Era un día de abrazos fuertes) , la dije que la quería y que gracias por hacer de madre sin serlo. Me dio un beso en la mejilla y empezó a llorar. Nos sentamos en el sofá y empezamos a llorar todos. Papá había traído a mi perro, Terry y estaba jugando con mi gata, Susi, algo que también era muy extraño.

Al rato llegó mi hermana, Cristina, de la universidad, ella no sabía nada y se sorprendió de vernos a todos juntos, sin discutir; pero llorando.

Mamá la abrazó entre lágrimas y supongo que le contó lo que pasaba , ya que ella vino corriendo hacia a mi a abrazarme diciendo que me quería y que lo sentía por todo, tampoco me he llevado nunca muy bien con ella.

Sobre las 7 llegaron mis abuelos , estaban destrozados por lo que parecía y me dieron entre los dos un abrazo enorme, ahí si que me puse a llorar de verdad. Ver a toda mi familia llorando sólo por mí... ¿os hacéis una ligera idea de lo que se siente? Pues se te cae el mundo encima.

El resto de la tarde nos sentamos todos en los sofás y la pasamos recordando viejos tiempos, cuando yo estaba sana, y riendo amargamente. Se quedaron a cenar y luego se fueron mis abuelos y papá y Celia.

Fue una buena tarde, toda la familia que yo considero de sangre estaba ahí reunida, también se incluyen mis mascotas. Eso era lo que más me dolía, dejar a todos ellos atrás.

Cinco mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora