Mini Historias Mclennon

#3. Calzones

Una mañana muy soleada, los chicos se preparan para ir a los estudios a grabar el próximo álbum. Mientras uno se ducha el otro apenas de levanta.
John se bañó primero que Paul y se encontraba en albornoz frente al espejo

—Oye John —se acerca Paul luego de su ducha y de buscar ropa, al baño.

—Mande, Paul —lavaba sus dientes frente al espejo.

—¿Estos calzones son tuyos o míos? —levanta la prenda.

—No sé, yo tengo unos blancos y esos parecen ser los míos.

—Yo también tengo blancos, pero el estilo es como el mío.

—No lo creo, los que tengo tienen el resorte azul marino —señala con su cepillo de dientes.

—Pero estos son negros, y los míos son así.

—¿Y si ya sabes que son tuyos para qué me preguntas?

—Para comprobar.

Paul se ríe como loco y deja a John en el baño para que termine de lavarse los dientes. Al poco rato aparece de nuevo.

—John.

—¿Qué?

—Los calzones son tuyos.

—¿Y qué fue lo que dije?

—Me confundí. Perdón.

Abandona de nuevo a John, éste está molesto y cepilla sus dientes con fuerza. Vuelve a aparecer el pelinegro.

—No, más bien son míos.

—Paul...

—¿Cuántos tienes tú? —levanta la prenda.

—Uno, los demás son de otros colores.

—Sólo hay una manera de saberlo...

El pelinegro avanza hasta John, se para frente a él. Él tenía el semblante molesto y lo mira.

—¿Cuál es esa manera? —se cruza de brazos el castaño.

—Así.

El ojos hazel tira de la ropa interior de John y los deja hasta sus rodillas, John se escandaliza.

—Sí, son blancos —dice Paul mirando los calzones de John.

—¿Qué diablos te pasa? —le da la espalda a Paul y acomoda torpemente su ropa y albornoz.

—Lindo trasero.

—Cállate.

El pelinegro le levanta el albornoz a John cuando éste se agacha un poco y estampa su mano en su nalga, dejando en contorno de su dedos.

—¡Las traes!

—Hijo de tu...

—John. Apúrate, que ya es tarde.

El castaño termina de arreglarse junto con Paul y salen del departamento: John tiene el ceño y la nariz arrugada por enojo y Paul sólo se ríe en voz baja de él.