4. SORPRESAS

2 0 0
                                    

***

Unos labios me acarician la cara, dejando un reguero de babas a su paso, y en el fondo quiero abrir los ojos y pegarle un susto, pero sobretodo quiero seguir durmiendo.

–Toooom, despierta.

–Mhmmmm...

–Si no te despiertas me tiro encima tuyo.

Le dejo hacerlo porque tengo mucho sueño.

Al ver que eso no funciona, Mark prueba con algo más convincente.

–¡Thomas Myss: si no te levantas pulso el botón de emergencia por si no te quieres despertar o si hay un incendio en tu habitación, el cual no hay, así que...

Puto botón.

–¡Estoy despierto!

–Eso pensaba –dice levantándose de encima mío–. Tu madre dice que te duches, te cambies y desayunes rápido porque nos tenemos que ir en 15 minutos. No me preguntes a donde, no me acuerdo. –dice mirándose las uñas con desinterés.

–¿Cómo es que tú estás despierto tan temprano? –le pregunto extrañado.

–Tom, son las 11:34 de la mañana. –dice checkeando el reloj de Mickey Mouse de su muñeca.

–¡Mierda! ¡No, mecachis!

–¡Ahh, lo has dicho! Un sickle al jarrón de los mecachis.

Cojo un sickle de la mesilla de noche y lo pongo en un bote lleno de dinero.

–¿Contento? Ahora prepárame la ropa. –digo entrando al baño.

–Ok, ¿calzoncillos o calzones?

–Calzoncillos.

–¿Verdes, rojos, azules, amarillos, blancos, negros, grises, lilas, marro...?

–Escoge tu.

–¡Bien! Los lilas.

–Ok, sigue.

–¿Camiseta de manga larga, camiseta de manga corta, polo, sudadera, camisa?

–Mark, estamos en verano, manga corta.

–¿Entonces también pantalones cortos?

–Si, Mark.

–Vale, ¿zapatos o sandalias?

–Zapatos, Mark, yo no tengo sandalias.

–Ya, pero me ha parecido indicado preguntarlo por si acaso.

–Muy amable.

–¿Qué zapatos quieres?

–No se, unos chulos, escoge tu.

–Ok, unos zapatos cool, Mark tu eres cool, así que escogerás los mejores zapatos para tu amig...

–¿Estás hablando contigo mismo en tercera persona otra vez?

–¿Qué? No, claro que no, porque iba a hablar yo de mi mismo en terc...

–Mark, los zapatos.

–Eso, los zapatos. ¿Quieres las samba?

–Ok.

–¿Las blancas, las azules o las verdes?

–Las verdes.

–No quedan bien con la ropa, te escojo las blancas.

–¿Entonces para qué me preguntas? –digo saliendo del baño secándome con una toalla.

–Pues para saber tu opinión. Como le digo siempre a Rosko, puedes escuchar los ladridos de los demás, pero eso no significa que te importen. Pero tu ladrido si que me importa Tom, digo, tu opinión si que me importa. –intenta explicar Mark mientras me visto.

–¿Puedo bajar a desayunar o aún no has acabado de hablar contigo mismo?

–Ya he acabado. Venga, abajo, que tengo hambre.

–¿Pero tú no has desayunado ya?

–Si, pero tengo antojos.

Bajamos las escaleras y nos encontramos a mi madre con el móvil en la mano, corriendo como una loca. Y a Rosko detrás de ella.

–Buenos días cariño, venga, a desayunar rápido.

Agita su varita y delante mío aparece un plato con tres tostadas, ya untadas con mermelada. Miro un momento a mi madre, sorprendido, y cuando vuelvo a mirar al plato, veo que falta una tostada y oigo a Mark masticando.


***


Después de desayunar nos metemos en el coche y mamá parece nerviosa.

–¿Mamá, a dónde vamos?

–Es una sorpresa.

–¿Pero es una sorpresa buena o es una sorpresa mala? –pregunta Mark.

–Es una sorpresa buena, creo...

–¿Pero es una sorpresa para ti o es una sorpresa para nosotros?

–Es una sorpresa para todos, no me imagino cuánto habrá crecido.

Después de oír esto, Mark empieza a preguntar cosas raras.

–¿Es un perrito?

–No.

–¿Es un gatito?

–No.

–¿Es un conejito?

–No Mark, no es un conejito.

–¡Ya se! Es una tortuguita.

–¡No, tampoco es una maldita tortuga, no seas pesado, Mark! –dice mamá, cansada de las ocurrencias de mi amigo.

Después de un minuto y medio de silencio, Mark acerca su cara a mi oreja y me susurra:

–Yo creo que es un caballito.

magical shitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora