Capítulo 13

2.1K 305 133
                                    

Maratón (5/5)

Kong POV

Me desperté aturdido con el peor sabor posible en mi boca.

Aghhh!

Necesitaba absolutamente dejar de despertarme en el hospital. Volví la cabeza para ver a P'Arthit riéndose de algo que la doctora le estaba diciendo. ¿Por qué esto me parece tan familiar?

¡Oh no! Mierda ... Mierda ... mierda!

Los dos se giraron en mi dirección mientras trataba de sentarme. Apenas había ajustado mi posición cuando la "doctora" se acercó a mí y me golpeó la cabeza con mi historial medico en mano.

—¡Ouch! P'Pim eso duele.

—Bien. Estaba destinado a hacerlo. Cuando te estaba diciendo que prestaras atención a tu dieta, ¿pensaste que estaba bromeando?

—He estado prestando atención, quiero decir que trato de comer sano. Lo juro.

—¿Has dejado de tomar café?

—Sí, quiero decir... casi. Quiero decir, solo el viernes necesitaba estar despierto y yo uno... ummm... no dos... uhh...

—¿Paraste los alimentos picantes?

—Uhhh... solo lo tengo una vez al día...

—¿Qué pasa con el alcohol?

—No puedes esperar que este completamente sin alcohol P', ahora eso es simplemente cruel.

—Eso es todo. Llamare a tu mamá.

—Ah, vamos, P', no puedes hacerme eso. Sabes que mamá me hará volver a casa otra vez. No le harías eso a tu primo favorito, ¿verdad?

—También me gustaría que ese primo idiota mío siga vivo un poco más. Honestamente, Kong, esta es la última vez. Si alguna vez te veo entrar al hospital como paciente nuevamente, llamare a toda la familia.

—P' te prometo que la próxima vez que vuelva a entrar en este hospital sera solo para llevarte a una cena elegante.

—Tu dulce conversación no va a funcionar conmigo esta vez. En hablando enserio Kong.

Asentí con diligencia para mostrar mi sinceridad. Si mi familia se enterara de mi viaje al hospital, todo el infierno se perdería. No solo era el único hijo en todos los lados de la familia, sino que también era el más joven. En el lado positivo significaba que siempre me habían echado a perder con muchos regalos, en el lado negativo, es que no parecen darse cuenta de que ya no tengo cinco años.

—Le he informado a Arthit sobre la mayoría de tus restricciones dietéticas y todo lo que necesitas para la próxima semana. Es mejor que no le hagas pasar un mal rato.

—Ummm ... ¿no hay una ley que te impide revelar mi información médica?

—¿Acabas de decir algo?

—Nop, no. Nada. ¡Solo que eres increíble! Gracias P'Pim. Te amo.

Ella gruñó y salió de la habitación para preparar mis papeles de alta, dejándome con un P'Arthit de aspecto extremadamente gruñón, que hasta ahora se había mantenido en silencio. Traté de sonreírle, pero sus expresiones decían que no intentara nada de eso. En silencio se acercó a mí y me golpeó la cabeza con fuerza.

¡Ay! Estoy bastante seguro de que está mal visto golpear a un paciente.

¿Nadie recibió esa nota antes de entrar en mi habitación?

Bajo mi techo // Under my roof [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora