Especial 1

1.9K 253 36
                                    

Arthit POV

—Ahhhh... ¿dejarás de hacer tanto ruido? Estoy tratando de dormir.

—¿Eh? No soy yo P'. Creo que hay alguien en la puerta.

—¿Qué? ¿Qué hora es?

—2:36

—¿Quién diablos está tocando el timbre a esta hora de la noche?

—Cómo debería saberlo.

—Entonces ve a averiguarlo. Y haz que se detenga. Me molesta muchísimo.

—¿Me estás pidiendo que vaya a investigar por mi cuenta o planeas ser mi respaldo?

—¿Qué respaldo necesitas? Solo ve a ver quién está en la puerta.

—No voy a ir solo. ¿Qué pasa si hay un psicópata por ahí?

—Entonces llévate a Batman contigo.

—¿Por qué iba a exponer a Batman al peligro? Él es precioso para mí.

—¿Más que tu novio?

—¿Qué novio? El que me está haciendo abrir la puerta solo en medio de la noche.

—¡Ughhh! Bien, estoy despierto ahora. Vamos. Siempre pensé que eras más valiente que esto.

—Oh, no tengo ningún problema en que seas mi caballero de armadura brillante. Prefiero estar vivo que ser valiente.

Salí de la cama y me quejé de camino a la sala de estar, mientras Kong salía de la cama mucho más suave y esencialmente de puntitas a mi lado e hizo un camino rápido hacia la cocina para agarrar una sartén, lo que supongo que era una arma improvisada.

—¿Qué estás haciendo exactamente?

—Estar preparado.

—Por lo menos al fin podrás manejar un sartén.

Y no me importa quién esté al otro lado de la puerta, definitivamente recibiría un golpe de sarten en la cara. Estaba agotado, con sueño y adolorido. Kong y yo apenas habíamos regresado del hospital después de nuestra ruptura de 2 semanas donde él se la había pasado principalmente bebiendo en exceso. Y luego nos habíamos pasado el resto de la noche recuperándonos de nuestra lucha, lo que para ser honesto era mucho más difícil de lo que debería haber sido. No porque no quisiéramos resolver nuestros problemas, sino principalmente porque cada oración era interrumpida por una llamada telefónica. Ambas madres nos dieron una reprimenda por unos 40 minutos cada una con instrucciones estrictas de presentarse en casa dentro de una semana. Apenas habíamos colgado para reanudar nuestra conversación cuando P'Pim llamó. Y no hay conjeturas sobre cómo debe haber sido esa llamada. Abrí mi boca una vez más para comenzar a hablar cuando mi teléfono mostró el nombre de Tia.

—¡Oh por el amor de Dios! P'¿Puedo destruir también tu teléfono?

En cambio, apagamos mi teléfono y abandonamos por completo la opción de hablar dirigiéndonos directamente a la cama para intentar recuperarnos de maneras muy diferentes. Así que sí, estoy agotado físicamente y no ha ayudado que los dos estuvimos prácticamente sin dormir durante dos semanas. Quienquiera que esté al otro lado de esa puerta definitivamente no se va a alegrar de haberme despertado a esta hora.

Y aunque Kong hizo el enorme alboroto sobre despertarme, todavía me movió detrás de él mientras tentativamente abría la puerta, su brazo derecho sostenía la sartén lista para golpear. Y antes de mirar al delincuente que estaba parado en el pasillo, Kong se golpeó la cabeza con la sartén, soltó un resoplido frustrado, murmuró en voz baja, se dio la vuelta y simplemente se alejó.

Bajo mi techo // Under my roof [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora