Bajo mi techo // Under my roof [COMPLETA]

Capítulo 35

Arthit POV

Me había despertado hace más de 15 minutos con el sol brillando sobre la cama. Podía escuchar a Kong entrenar a Batman afuera en la sala de estar, como hacía casi todos los domingos por la mañana. Y, en general, esta sería mi señal para comenzar a trabajar en nuestro desayuno, pero hoy me sentía inusualmente tímido. Después de que 'me ayudara' a lograr mi liberación, anoche casi me dormí, sin pensar mucho en todo lo que habíamos hecho. 

Pero ahora, a la luz del día, nuestras actividades de la noche anterior se estrellaron contra mí y no estoy seguro de ser lo suficientemente valiente como para salir. Y sabiendo que Kong no tendría ningún reparo en burlarse de mí con su sonrisa descarada hasta que mi sonrojo se quedara de un rojo permanente en mi cara. Volví la cabeza para mirar el reloj de la cama de nuevo. Ya han pasado 25 minutos desde que estoy despierto. Tal vez solo debería esconderme debajo de la manta el resto del día. Es un domingo después de todo. Pero como todo con Kong, hablé demasiado pronto.

—P, ¿estás planeando alguna vez levantarte de la cama? ¿O estamos jugando un juego nuevo en el que pretendes dormir y tu novio está estancado haciendo todas las tareas? Porque, debo decir, este juego apesta.

—Bien, bien, me estoy despertando.

Le gruñí por su voz demasiado alegre cuando básicamente me acompañó a salir de la cama y al baño, enumerando las cosas que esperaba que yo cocinara para él. De hecho, su parloteo continuo me dejó muy poco espacio para la vergüenza. Y, sorprendentemente, no mencionó ni una vez la noche anterior, ni siquiera remotamente.

Resulta que mi novio es mucho más sensible de lo que le doy crédito. 

Estábamos a punto de sentarnos a desayunar cuando recibí una llamada de mi padre y me preparé para lo que sabía que seguiría.

—Hola papá.

—¡Tres semanas! Han pasado tres semanas desde que vi tu cara. Tres semanas desde que supe si estabas vivo o muerto en alguna zanja. Tres semanas desde que te molestaste en descubrir cómo están tus viejos y frágiles padres.

Tuve que alejar el teléfono de mi oído cuando mi papá se lanzó a su charada de gritos muy patentado. Y nada de lo que dijo era verdad por cierto. Ok, tal vez la parte de ir a casa por última vez hace tres semanas. Pero los llamó y los texteo casi a diario. Y mis padres no son viejos ni frágiles. De hecho, son del tipo que se despiertan a las seis cada mañana para salir a correr. 

A las malditas seis de la mañana.

En algún momento sentí honestamente, que cuando nací, se equivocaron y me entregaron a otra familia. Si no pareciera haber sido esculpido a imagen de mi padre cuando era joven, no habría manera de creer que era hijo de personas a las que les gustaba despertar al amanecer por diversión.

¿No entienden lo ridículo que les suena a las personas normales como yo?

Y sobre el tema de no ir a casa, absolutamente cualquiera lo evitaría tanto como yo cuando cada visita comenzaba y terminaba con intentar arreglarme una citas a ciegas. Desde mi ruptura con Nam, mi madre se había transformado de alguna manera en una casamentera profesional. Ella podía tomar cualquier conversación y eventualmente guiarla a cómo ella conocía a la chica perfecta para mí. Mi madre incluso había tomado nuestra conversación acerca de la repugnante uña de los pies podrida de mi prima y la transformó en encontrarme con mi alma gemela. Entonces, sí, una pequeña distancia fue muy bien ganada.

—Papá, hablé con mamá ayer. Y hablé contigo hace dos días. Y desde entonces no he ido a ninguna parte cerca de una zanja. ¿Feliz?

—Deja de hacerte el inteligente conmigo. ¿Vendrás a casa el próximo fin de semana, verdad?