cap.1 El me contó una historia

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Estaba sentado al final de la mesa la primera vez que lo escuche quejarse del ruido de afuera... era molesto.
Su nombre es Alan por cierto, y como todos tenia mucho que contar.
Porque contarmelo a mi? Quién sabe... empezó a hablar y hablar, y dentro de mi cabeza solo me decía a mi mismo: oh, no me importa, que tal!? Pero mi boca decia: wow, te comprendo viejo...
Cuando llegue a la biblioteca él ya estaba ahi desde la mañana, pero yo aun no lo sabía. Me bajé los audifonos y una vez dentro busque una mesa vacía, claro que no la había, todos van a la biblioteca a esta hora a hacer la tarea de hace una semana.
Levanto la mirada y me miro por el rabillo del ojo cuando me senté en contra esquina a él en la misma mesa, tenia un gran cuaderno y parecia que estaba escribiendo algo.
Problema de estadística III dice:
Si uno de los coches fabricados por la compañía sale de Chicago en dirección oeste a ciento diez kilómetros por hora y se bloquea el diferencial trasero y el coche se estrella y arde con todos los tripulantes en el interior ¿retira la compañia los coches?
- Toma el numero de vehiculos en carretera (A) y multiplicalo por el indice de probabilidad de una avería (B) luego multiplica el resultado por el costo medio de un acuerdo amistoso (C) .
A por B por C igual a X y eso es el costo por retirar los coches
Si X supera el costo de retirarlos, se retiran
Si X es inferior no se retiran
No logro concentrarme. Sera que mis audifonos siguen muy altos? Seran los grupitos a mi al rededor que se pasan presumiendo lo que hacen y lo que no hacen? Seran todos los demas al rededor que no dejan de hablar de cuanto alcohol bebieron en tal fiesta? O con cuantas chicas ya fajarón?. Celos? Me pregunto a mi mismo, tal vez, también me respondo. Dejé salir una pequeña risita estúpida que en seguida detuve, y continúe en lo mio.
Alan acababa de terminar con su chica y le estaba escribiendo una canción.
Patético.
No paraba de hacer muecas, de sacudir la cabeza, de recostarse sobre la mesa y saltar de pronto como si tuviera una idea... era molesto.
De pronto se acerco a mi y dijo: - "Poison Heart" de los Ramones? Buena elección- . Vaya, a metro y medio y se escucha lo que escucho en mis audifonos.
-Te gusta la música?- dice.
Esa pregunta es tan obvia como preguntar si me gusta respirar. Ya es algo logico, digo, no eh conocido alguna persona que no disfrute del sonido armónico.
Ignore su pregunta y hice como que no lo había escuchado.
-Hoy termine con mi chica hermano.- me dice mientras acomoda una silla junto a la mia para sentarse. Ya no pude fingir cortésmente que lo ignoraba asi que volte a verlo con una expresión de desepcion falsa y mire fijamente su cuaderno.
-Ah esto!? Le escribo una canción.- me dice.
La forma mas cliche de pedir perdon supongo. Yo no se nada sobre relaciones, nunca tuve mucha suerte con las chicas asi que deje de intentarlo.
Y así de la nada comienza a hablarme: -Me dijo que solo estaba con ella por el sexo y que la presionaba demaciado.- agrega con un tono relajado. -Todas son iguales, estan contigo hasta que se consiguen algo mejor.-
Idiota.
Estaba generalizando demaciado. No juzgas a un libro por su cubierta... o algo asi.
-La conozco desde los quinse años, ambos eramos diferentes.-
Se pone comodo en su silla y comienza a contarme algo que yo jamás pregunté.
Y me cuenta: -Imaginame sentado hasta atras del salón mirando por la ventana y pensando mil cosas, todo menos en la clase. Amigos? No, entonces nadie tenia nada bueno que contar.
La chica nueva entra por la puerta y no saluda a nadie, agacha la cabeza y alcanza una silla vacia a mi lado.
Supe que tenia algo cuando vi su mirada perdida en la misma direccion hacia donde yo estaba mirando, el mas alla de estas paredes. No me moleste en hablarle, por su figura tan voluptuosa y su carita tan clara como la leche me imagine que los otros idiotas del salon no tardaría desesperadamente de llamar su atención invitandola a su circulo social.
Carlos se acerca y le sonrie.
Aldo se retranca sobre su silla y la saluda.
Enrique tambien se retranca sobre la silla, le da un ligero codazo y pregunta cual es su nombre.
Gaby y Liss tambien llegan tomadas del brazo a preguntar como se llama.
Ella apenas si desvía un poco la mirada al verlos y hace una cara de pocos amigos. Increible, no?
Medio salon más se acerco para conocerla pero ni una palabra salia de ella, apenas si volteava a verlos tambien.
Una perra creída. Pensé
Terminó el dia, todos se levantaron rápidamente para salir.
Juan me esperaba en la esquina de la calle como de costumbre, me pregunto si saldria hoy o si queria ir a dar una vuelta con el por ahí para matar la tarde; le dije que hoy no estaba de humor para salir. Habia algo que me molestaba pero no estaba seguro que seria.
Caminaba solo hacia mi casa que esta a una cuadra de la escuela, y aun asi llegaba tarde, tonto. Vaya, vaya, quien venia por ahí? Era la perra creida del otro lado de la calle, sola y con un cigarro encendido en la boca.
Uy... que ruda.
La mire un poco solo para saber de que me perdía; sus piernas y caderas anchas, usaba medias blancas que le llegaban mas alto de las rodillas, su falda gris estaba muy arriba, unos centimetros mas y podrias ver sus bragas o lo que estuviera usando, su sueter verde de cierre abierto presumiendo su camisa blanca que se transparentaba dejando sutilmente ver su bra negro con encaje y su escote. Copa D creo.
Su cabello era muy largo y lacio, negro con puntas doradas, cubría toda su espalda. Su piel era blanca y linda lo admito, unos pequeños ojos claros y labios pintados de rosa mexicano; creo que el labial era el unico maquillaje que usaba.
Su mirada muerta hacia que te callera mal sin siquiera conocerla. Indiferente, altanera, narcisista, tal vez.
La mire fijamente como estupido y ella se dio cuenta. Sabia que la desvestí con la mirada.
Perra.
Perra.
Perra...
Antes de que pudiera girar la llave para abrir la puerta de mi casa, ella estaba detras de mi.
-Vives aqui?- Me pregunto quitándose el cigarro de la boca con dos dedos.
-Hablas? -Le conteste sin mirarla.
Comenzo a reirse y me dio una palmada en el hombro.
-Me llamo Lili y si, soy bien mamona y payasa, los odio a todos y todos me odian a mi.
-Soy Alan, porque dices eso? Parece que todos se mueren por ti.
-Todos son una bola de idiotas que creen que por sonreirme les voy a abrir las piernas o mostrar los pechos.
-Bueno, en eso tienes razon.
De lo de mas ya no recuerdo mucho, hablamos y hablamos. Ella vivía a unas cuantas calles de mi asi que la acompañe hasta su casa, dia tras dia tras dia.
Era increible, en la escuela era muy diferente a cuando estabamos a solas en su cuarto.
En la escuela llegaba, se sentaba y solo hablaba lo necesario durante clase; y despues, cuando todos salían al final del dia, ella me esperaba en la puerta de mi casa para que yo la acompañara a la suya.
Cuando me di cuenta ya habian pasado tres meses de rutina. No hablarnos para nada en la escuela pero siempre la acompañaba hasta su casa y plaricando por el camino.
Recuerdo la vez que estabamos sentados en el piso de su cuarto tomando un sabado por la noche, sus padres nunca estaban, ni su hermana mayor ni su hermana menor en sabado y escuchábamos "All my Love" de Led Zeppelin a todo volumen. Ya estaba medio tomada y era hora de hacer mi movimiento.
-Oye... puedo besarte?- le pregunte sin miedo
-Nel- dijo con una expresion de asco en la cara
-Porque no? No es como que me alla enamorado de ti... solo un beso- . Comence a rogarle y a acercarme cada vez mas a ella.
Idiota.
Ella se acostó en el piso y abrio los brazos como pidiéndome un abrazo, me puso una mirada y sonrisa muy lasciva. Me lance sobre ella como un urgido ebrio.
Beso.
Beso.
Beso.
Nos estabamos devorando. Ella chupaba mi lengua y yo mordía ligeramente su labio.
Ella me tomo del cuello con ambos brazos y yo la tome por la cintura. De a poco comence a subir mi mano por su cuerpo hasta tocar su pecho. Su enorme pecho izquierdo, lo tenia en la mano! Lo estaba tocando! Solto un pequeño gemido cuando lo aprete y me susurro: -Despacio bebé-
Me puse muy caliente. Tu sabes no? Jeje
Cuando levante su blusa tenia puesto un bra blanco de un solo broche. Estaban enormes, estaban frente a mi. Ni trate de desabrocharle el bra, solo lo levante y me quede ipnotizado al verlos al fin. Mi lengua hizo todo, no sabia que era tan bueno para eso. Sin dejar de lamerlos, levante un poco la mirada para ver su rostro; estaba tan roja y se mordia los labios y por fin pregunto: -Trajiste condon?-
De vuelta a la realidad.
-Oye!- corte la historia de pronto. -se te paro?- le pregunté. Alan volvio de el cuarto de Lili a la biblioteca sacudiendo la cabeza, cruzo las piernas para cubrir su erección y continuo diciendo: -Bueno, mi punto es que tuve algo con ella... y fue especial.- mira al infinito y seguro estaba recordando lo que hicieron despues.
Especial? Entonces no sabia nada de eso. Cuatro semestres y la unica chica con la que habia hablado era Alejandra, mi compañera de laboratorio.
Pero ahi estaba Alan; a lado de mi, un completo desconocido, contando el faje de su vida. -Quien mierda es este tipo? Que pretende? Me esta presumiendo?- pensaba y pensaba.
Se levanto se su silla, se acomodo el pantalón para acomodar su erección, se reía, guardo sus cosas en su mochila, se la puso en el ombro y me dijo: -De verdad me ayudaste hoy viejo, llevaba toda la mañana aquí sentado sin saber que hacer; debía escribir algo importante pero ya no me dieron ganas.-
Camino unos pasos hacia la salida, y antes de irse se dio la vuelta y agrego: -oye! Me llamo Alan, si quieres volver a platicar de lo que sea búscame en la banca doble sin faro cerca de las canchas.- se despidió alzando el brazo completo y se fue.
Volver a platicar? Bueno, alguien me hablo y para mi eso ya era algo, y admito que me dio curiosidad saber hasta donde llegó esa vez con esa chica.
Hasta ese entonces yo no sabia quien era Alan, que hacia o porque lo hacia, tampoco me importaba mucho, te lo dije primero solo era curiosidad, pero fue agradable que alguien me hablara de pronto y con tanta confianza.
No sabia lo que me esperaba; iva hacia un lugar llamado "vida social" en el cual jamas habia estado. Aun no sabia que Alan era tan popular, que tenia tanto talento, que tenia tanta experiencia en tantos aspectos, que tuviera tantas cosas ensima, y que eso que iba a escribir ese dia jamas fue una canción.

La Ultima Vez Que Los Escuché (En Proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora