La Hermana de los Tsukinami

Capítulo 16: Empezando a dudar

Pov narrador omnisciente

Temprano por la mañana, los hermanos se reunieron en la habitación de Carla. Repasaron su plan, Shin y Carla estaban orgullosos de que Mia hubiese logrado ganarse a todos , incluso a Ruki y Reiji.

–Ahora solo debemos esperar al momento perfecto para terminar nuestro plan y deshacernos de ellos–dijo Shin.

–Exacto, y también hay que deshacernos de Kino.

El rostro de Mia palideció, aunque ella intentó ocultarlo.

–¿...Kino? ¿Pero él no nos ayudó?–preguntó ella.

–Eso no importa, es hijo del Bastardo que nos encerró, hay que deshacernos de él.

Shin y Mia asintieron, aunque ella no estaba para nada de acuerdo. Salieron de su habitación y cada quien se fue por su lado.

Mia salió de la casa y comenzó a caminar, sin rumbo, simplemente caminar para alejarse de su hogar un rato y estar sola para pensar.

¿Deshacerse de Kino? ¿De la persona que estuvo con ella siempre que necesitó a alguien? ¿Cómo iba a hacer eso? De ninguna manera, ella no sería capaz de hacerlo.

Amaba a su hermano, sí, pero empezaba a dudar si en verdad esa era la manera de hacer las cosas. Tenía que haber otra manera. Ella ya sabia que no quería seguir adelante con el plan, pero lo que dijo Carla sobre Kino fue la gota que revalsó el vaso.

Mia's Pov.

No sabía que pensar, definitivamente no pensaba seguir con ese plan. Adoraba a Nii-san, pero no era ni sería capaz de hacerle nada a Kino.
Él estuvo conmigo siempre que lo necesité, no podría hacerlo.

Seguí caminando durante un largo rato, tal vez incluso una hora o tres. Fue entonces cuando me di cuenta de que había llegado al bosque donde solía ir para huir de la mujer con la que mi padre me había dejado, el mismo bosque donde conocí a Kino por primera vez.

Me senté al pie de un árbol mirando fijamente a la nada, recordando mi pasado inconcientemente.

*Flashback*

Esa mujer no estaba en la casa y yo estaba en la cama tapada hasta la cabeza sin ganas de nada. Kino estaba a los pies de la cama, intentando animarme.

–No puedes estar deprimida todo el día, princesa.

–...Ajá, solo mírame.

–¿Vas a dejarme así, hablando con una sábana?

–Tu fuiste el que se invitó a venir...

–Porque no voy a dejarte sola, es obvio.

–Te vas a terminar aburriendo de mi...–susurré para mí.

Se quedó en silencio un rato, pensé que no me había escuchado y que seguía esperando una respuesta. Pero de un momento a otro me quitó las sábanas, lo que provocó que lo mirara. Él parecía enfadado.

–Dije que no te voy a dejar sola, nunca–su tono era serio, pero también era sincero.

Desvíe la mirada, ya no confiaba en las palabras "nunca" o "para siempre", y a pesar de su tono sincero no creía en lo que decía.
Él tomó mi cara entre sus manos y me dio un beso en la frente.

–Seré siempre la única persona que esté contigo cuando lo necesites, te lo prometo.

*Fin del Flashback*

Oculté mi rostro en mis piernas, de verdad no sabía qué hacer. No quería volver a casa, pero tampoco quería estar sola. Quería desaparecer, pero a la vez quería intentar hablar con Nii-san para que lo recondiderase. De verdad estaba pérdida.

Me quedé quieta, en silencio, sin levantar la cabeza. Lo único que se oía en todo el bosque eran algunos pájaros cantando y algunos animales que pasaban entre los arbustos, juegueteando entre ellos. Debía ser relajante, pero no lo era, al menos no para mí.

Me sentía impotente, después de todo ¿quien puede discutir con Nii-san? Incluso si lo hiciera, no me escucharía. E incluso si encontrara una forma diferente de curar el Endzeit que estaba en su cuerpo, estaba tan cegado con la venganza contra Karl Heinz que no cambiaría el hecho de que quisiera matarlos.

Hundida en mis pensamientos, sentí una mano que se apoyaba en mi cabeza y comenzaba a acariciarme el cabello.

–¿Estas deprimida, princesa?

Kino's Pov.

Ella levantó la cabeza y me miró, se veía deprimida de verdad, aunque yo lo había dicho de broma.
Me senté junto a ella.

–Kino...

–¿Porqué esa cara? ¿Pasó algo con tus hermanos?

Se quedó en silencio, mirándome. Bajo un poco la cabeza y, de un momento a otro, vi como lágrimas comenzaban a caer por su rostro. Casi al tiempo bajo por completo la cabeza y, como reflejo, la abracé.

–Princesa, ¿qué pasó? Empiezo a preocuparme...

Me abrazó con fuerza, aferrándose a mi agarrando mis mangas con fuerza.
La abrace más fuerte y comencé a acariciarle el cabello.
Pasamos un rato así, intentaba calmarla por todos los medios hasta que decidí quedarme en silencio acariciando su cabello para que se calmara de a poco. Por suerte funcionó, pero se quedó callada un rato largo, ocultando su rostro en mi pecho.

–...Nii-san quiere "deshacerse" de todos los hijos de Karl Heinz...

–Lo sé, era parte del plan

–...A todos...–se aferró un poco más a mis mangas.

Me tomo unos minutos entender del todo lo que quería decir y cuando lo comprendí simplemente sonreí, aunque no sé porque.

–No te preocupes, princesa, recuerda quien soy.

–...Pero... Nii-san es...

Suspiré, la separé un poco de mí y tomé su rostro entre mis manos para que me mirase. Hablé en voz baja:

–¿Tu quieres que eso pase?–ella negó despacio–entonces no pasará, te lo prometo.

Volví a abrazarla.

–Y te ayudaré a encontrar otra forma de curar a tu hermano– le di un beso en la cabeza, y nos quedamos así un buen rato.

Pov narrador omnisciente

–("Seré siempre la única persona que esté contigo cuando lo necesites", eh...)

Mia, ocultando su rostro en el pecho de Kino, sonrió.

Hey, Hey, criaturas de Papamaki. Sigo viva, sigo bien viva, así que no se preocupen :D. Mi inspiración murió un tiempo pero ya estoy de vuelta. uwu
Espero que les haya gustado el capítulo, a mi en lo personal me gustó mucho como me quedó. <3
Bueno, nos vemos en el próximo capítulo. •^•
Sayōnara, criaturas de Papamaki!

Editado: 08-2020