¿Por qué siempre me veo como alguien egoísta? La pregunta resuena y resuena en mi mente, pero, por más que la justifique, nunca logro sacarla de mi cabeza.
¿Por qué cuándo alguien se marcha siento que es mi culpa?
¿Por qué siempre pienso en todo con pesadumbrez?
¿Por qué nunca puedo respirar libremente?
¿Por qué tengo miedo a ser como soy?
Día a día siento que mejoro hasta que vuelvo a caer en la misma piedra emocional que me acompaña desde pequeño. Aún cuando la tire lejos, esa lejanía siempre se acortará a medida que mi travesía por la vida vaya acabando.
¿Me ayudarías a combatir esos demonios y a liberarme de todo lo que siento por culpa de mí mismo?
¿O simplemente serás un mero espectador que se limita a observar como mi interior se desborda y mi propio corazón se queda en un estado desvencijado?
Sea cuál sea, miraré con gratitud a tu persona por no abandonarme.
Te agradeceré porque con tu mera presencia alegras mi día.
Con aquellos actos tan minúsculos con los que me desmoronaste, también me puedes hacer levantar.
Junta mis manos y enséñame a rezar.
Agarrame en el cielo y juntame a ti para sentir como vuelo.
Abrázame y nunca me dejes ir para que tu calor caliente mi alma que anhela sentirse querida.
Dime si podrías hacerlo, y estaré a tu lado para siempre.
¿ No me crees? Desconoces mi presencia, pero siempre estoy en silencio aguardando que algún día notes que siempre estás en mi corazón, esperando que tengas ese mismo afecto por mí.
Pero sé que nunca será así, y éso me llega hasta lo más profundo de mi ser.
Si pudieses perdonarme por cómo soy y mostrar tu más sincero apoyo, no sabrías lo feliz que me haría.
Es lo único que te pido, que me ayudes a ser feliz.