Ven, acercate y envuelveme en tu manto suave de seda. Dame aquella calor que tu sonrisa más pura refleja. Deslumbrame con tu más puro afecto.
¿Por qué no lo haces? No hay nada que nos detenga.
Dame tu corazón y yo te lo pagaré con un fiel acompañante, caricias infinitas y miles de cartas.
Aunque suene posesivo, añoro tus cabellos azabache.
¿Por qué no vienes a sacarme el echarte de menos a besos?
Dejemos que nuestros cuerpos choquen y, juntos, perdamos la sensación del tiempo. Quiero sentir como a tu lado todo puede ser posible.
¿Piensas lo mismo que yo?
Deseo que así sea.