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|pasado|

—Y bueno Chile esa es la historia de mi pinche vida— le decía mientras estaba acostado en el sillón de la casa de Chile.

Pues después de esa peda que se le ocurrió al sopa de macaco, nadie quedaba en sus 5 sentidos, así que Chile me dejó quedarme en su casa.

—Chile... Chile?.....— repetí su nombre varias veces, pero no me contestaba, fue cuando me senté en el sillón y ahí estaba el wey dormidote en el sillón de enfrente abrazando una almohada con la bandera de Argentina.

—Wey no mames! Para eso me preguntaste de mi vida, y te duermes pendejo— agarre una almohada y se la avente en la cara lo que causó que se despertara —Weon! Pero que estai haciendo csm, si te estaba escuchando!— me dijo mientras se limpiaba la baba de la cara.

—A ver si es cierto, dime qué te estaba contando pendejo— me le acerque para poder soltarle un sape si no me contestaba.

—A ver, que unas alas.....y que una águila....que volaba y asi— estaba a punto de partirle la madre cuando me detuve por la llegada de un mensaje de la ONU.

—A todos los países se les hace un llamado para una junta urgente, favor de confirmar su asistencia, en especial tú México— esa última parte hablaba en serio.

Desde la última vez que falte a esa odiosa junta ese wey sé quedo super enojado conmigo y no me perdonaría que faltara otra vez.

—Chile we, luego te parto tu madre, la ONU ya está chingando y me tengo que ir a bañar— salí de su casa no sin antes darle otro sape por wey, pedí un taxi para después irme.

El taxi me dejó en la puerta de mi casa, pague con el último billete de 20, se ve que me gasté de nuevo todo el dinero en la peda, me doy lastima.

Tome mi baño, me puse las mejores ropas que encontré, no tenía limpia y esa era la única, y pensar que vivir solo iba a ser lo mejor, que equivocado estaba

Pero que más podía hacer, después de haberme ido de casa porque ya no aguantaba los maltratos de España, no lo pensé dos veces, y escape, pero hoy me lleno de remordimiento al haber dejado sola a mi madre con ese imbécil.

Cada día trato de ahorrar para poder ir por ella y traerla a vivir conmigo, pero no me alcanza el dinero, también me pongo a pensar en que si algún día logro traerla a mí casa, como la mantendría si ni siquiera me alcanza para pagar un mísero taxi.

Por el momento no puedo hacer nada, simplemente seguir ahorrando para poder lograr estar con mi madre de nuevo.

Terminé de abrochar todos los botones de mi camisa y de pura casualidad miré el reloj en la pared —Las 11:59.....MAMES!!! Ya se me hizo tarde por pensar pendejadas del pasado, bueno no todas pero algunas si—

Agarre me puse mis calcetines que encontré en el cajón sin orden de mi cuarto, me puse mis zapatos y salí corriendo de mi casa, trate de esperar el transporte pero recordé que ya no cargaba dinero en mi cartera — Puta madre! Y ahora que chingados voy a hacer— la desesperación me empezaba a llegar cuando un auto oscuro se paró en frente de mi casa.

—Madres son los secuestradores!!— me dije en voz baja cuando el auto bajo una de sus ventanas y detrás de ella se encontraba una bella dama, reconocible en cualquier lado que fuera, era la señorita OMS.

Y Si Apostamos ? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora