CH.9 El titan Loco

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La alarma de proximidad del reloj nuclear sonó a media noche, despertando a Lisa de una de sus siestas de cuatro horas.

Sin muchas ganas de abandonar su cama, activó con su señalador laser la pantalla táctil y la enlazó con la cámara que respondía con la alarma activada; bostezó, se tallo su ojo bueno y se puso los lentes.

Aún estaba medio dormida cuando se decidió a salir de la cama y acercarse al pequeño monitor, lo que vio en la pantalla la despabiló por completo: una niña de cabellera negra se deslizaba por los ductos de ventilación, hasta ahí todo era normal, una noche común con Lucy merodeando por la casa. Todo era normal hasta que la vio intentando atravesar la rejilla que daba al cuarto de Lincoln, cuando finalmente desistió de pasar por ahí, retrocedió algunos pasos y retorciendo la espalda vomitó un objeto en una esquina.

Alarmada, Lisa se puso su traje contra peligros biológicos y salió corriendo del cuarto.

-o-

Varias voces de niños gritando y cantando hicieron que Lisa se distrajera de la pantalla de su celular. Rara vez alguno de sus compañeros se aventuraba a los juegos más alejados del patio. Desde el accidente elegía pasar el descanso ahí justamente por esa razón, no le gustaban las interrupciones.

Mantenía el dispositivo móvil conectado a su pequeño señalador laser cilíndrico que se sujetaba a su mochila. El dispositivo contenía una serie de artilugios diversos; uno de esos era un control remoto a una cámara móvil, la cual movió a una zona conveniente y enfocó para obtener una vista completa del área que rodeaba la torre de madera con resbaladilla donde se encontraba escondida.

Un grupo de chicos era encabezado por una niña morena, la acompañaron hasta la base de la resbaladilla.

–Dudo que ella te quiera ayudar –dijo un niño gordo con una corona de cartón.

–Yo apuesto a que ni siquiera le podrás hablar –respondió a su vez una niña sin sus dientes frontales.

La niña con corte de hongo no les prestó atención a sus compañeros, avanzó por su cuenta algunos pasos más hasta acercarse a la escalera de madera de la imponente torre. Tan pronto tocó uno de los peldaños se activó una alarma en la pantalla del celular de Lisa, ella oprimió un botón y la apagó.

Aunque la visitante ya sabía que Lisa estaba al tanto de su presencia, tocó con una moneda varias veces el pasamanos metálico para hacer un último aviso, su respuesta fueron tres pitidos electrónicos.

Con ritmo calmó subió algunos escalones hasta que la cabeza de la niña alcanzó a asomar a la plataforma protegida por un pequeño techo. Ahí estaba Lisa, sentada en el último nivel de la torre, utilizando su "laboratorio" móvil.

–Darcy, cualquiera que sea tu problema puedo asegurarte que no podré ayudarte si te quedas allá –La niña se acercó a su mejor amiga con una sonrisa, se sentó a su lado y guardó silencio. Sabía que no hacía falta preguntar que estaba haciendo.

–Estoy analizando unas muestras –respondió Lisa a la pregunta no formulada-, dame un segundo y podremos hablar.

La pantalla mostraba una barra de progreso, el aparato indicaba que estaba por terminar el proceso de análisis.

– ¿Puedo saber qué es lo que analizas?

–No... –contestó Lisa-, sé que te he dicho de forma incansable que siempre es bueno averiguar cosas nuevas, pero esto es personal. Perdón por no poder mostrarte.

La pantalla emitió un destello azul y otro verde, Darcy conocía lo suficiente la simbología que usaba Lisa para interpretar el resultado.

–Entonces... se trata de un insecto que no se responde con ninguna alimaña terrestre ¿algo así como una abeja alíen?

Say It Loud!Where stories live. Discover now