Revelación

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    Las burbujas flotaban en la pequeña habitación de un lado a otro siendo perseguidas por el hocico de un inquieto cachorro de panda. A su vez, el ambiente se llenaba de un delicioso aroma y un poco de vapor, mezclado con la melodiosa voz de un joven que tarareaba sumergido en abundante agua jabonosa, relajando su cuerpo y limpiándolo de los restos de lodo que los juegos en el bosque, horas atrás, le habían dejado.

    Por su parte, RIRI brincaba de aquí para allá tratando de capturar esas esferas flotantes que mágicamente desaparecían apenas él las alcanzaba. Cuando por fin logró atrapar una de ellas con su hocico, un amargo sabor se mezcló en su lengua haciendo que momentáneamente desistiera de tal acto, al menos hasta recuperarse de tan extraño sabor, pero luego de ver otra de esas cosas pasar cerca de sus ojos, decidió acabar con todas ellas para que su humano no pasara peligro de ser atacado.

    JI YONG continuaba enjabonando delicadamente su piel mientras seguía entonando esa melodía aún sin forma. Hacía meses que había dejado de lado la idea de componer como en su vida pasada, pero en el último mes, luego de incontables encuentros nocturnos con su hasta hace poco perdido amor eterno, algunas emociones volvían a surgir dentro suyo.

      RIRI paró repentinamente todos sus movimientos y se sentó en el piso disfrutando de la voz que provenía del chico enfrente suyo. Cada nota acompasada y dulce que salía del humano le calaba hasta lo más profundo y removía en su pecho emociones que hasta entonces desconocía. ¿Qué era eso que el humano despertaba en él?, ¿Por qué se sentía como algo tan familiar, como si siempre hubiera existido ahí?... Tantas preguntas y su madre no estaba con él para responderlas. Habría deseado con todas sus fuerzas no quedarse solo si no tuviera frente a él al ser más perfecto mirándolo como lo hacía en ese instante.

-¿RIRI?... - JI YONG suspiró - Aah... A veces desearía poder leer tu mente cachorro - RIRI ladeó su cabeza sin poder comprender las palabras de JI YONG, sin pensar qué, lo que el humano deseaba, era exactamente lo mismo que él en ese instante, JI YONG sonrió - parece que no soy el único que lo piensa.

   RIRI se acercó a la bañera y comenzó a lamer la mejilla derecha de JI YONG, pero se detuvo al sentir otra vez ese mal sabor proveniente de la misma y comenzó a hacer gestos intentando quitar de su lengua esa esencia con sus patas delanteras. JI YONG comenzó a reír fuertemente al ver al pobre panda frustrado en su intento de demostrar su cariño, pero luego lo miró enternecido y trató de animar al pequeño acariciándolo, lo que le recordó que su compañero de juego también necesitaba un baño urgente.

-Oye RIRI, ven... - trató de tomar al panda pero este se resistió - ¡No, ni pienses en huír! - rió divertido antes de salir del agua para perseguir a un panda que no deseaba tocar el agua ese día.

   Comenzó una divertida carrera por el cuarto de baño intentando acorralar a RIRI sin éxito, pues el cachorro seguía resistiéndose y alejándose hasta que JI YONG logró capturar una de sus patas y con esto tomarlo por su barriga y levantarlo para cargarlo hasta tenerlo encima del agua jabonosa.

-Estás más pesado cada día, je, je... No sé como lo haces si solo comes frutas y ramas - se quejó antes de soltar en el agua a RIRI salpicando todo a su alrededor incluyendo su desnudo cuerpo - ¡Ahora si! - RIRI soltó un corto chillido al caer pero rápidamente se incorporó sacudiéndose tal cual un perro - ¡OYE!... ¡Me las pagaras! - JI YONG se quejó antes de comenzar a reír sin parar por lo divertido de la situación.

    Al otro lado de la puerta YOUNGBAE terminaba de acomodar la habitación y limpiar el piso que unos minutos antes, un par de "niños" habían llenado de lodo, cuando escuchó las carcajadas provenientes del cuarto de baño, mismas que llenaron su pecho de una alegría infinita. No pudiendo contener la emoción se acerco a la puerta y con cuidado la abrió para no alertar a los otros de su presencia y al asomarse por la pequeña abertura, estalló en risas también.

Baby pandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora