Capítulo 10

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¡Hey! ¿Qué tal han estado? Espero que bien, les dejo el capítulo nuevo, quería terminarlo antes de que empezara julio porque justo ahora estoy participando en el Camp NaNoWriMo y estoy en plena escritura de otros proyectos, pero ya sólo me faltaba la última parte de esta actualización y decidí contar esas palabras también para mi reto de escritura. ¡Espero que les guste!

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CAPÍTULO 10

Ser Yuri Plisetsky no era algo sencillo. Y no, aquella aseveración no tenía nada que ver con la percepción ajena, sino que era él quien opinaba eso de su propia vida. Incluso si se esforzaba por aparentar que todo en su vida era fácil y que nada le preocupaba (era importante no demostrar debilidad ante los futuros contrincantes, después de todo), honestamente nada era sencillo porque, a sus quince años, tenía muchas cosas de las cuales preocuparse. Algunas de ellas, de hecho, tenían que ver con los adultos que lo rodeaban y que, aparentemente, no sabían cómo ser adultos.

La primera de sus preocupaciones, y su sueño más grande, era convertirse en el mejor patinador de todos los tiempos. Yuri era consciente de sus habilidades y sabía muy bien que, si continuaba por el camino por el que iba, superaría cualquiera de las marcas de Victor a su edad y las de cualquier otro patinador de los que estaban en la cima en ese momento. Ahora bien, si el objetivo de ser el mejor del mundo del patinaje artístico fuera lo único de qué ocuparse, no habría motivo alguno para quejas, pero no era lo único en lo que debía enfocar su tiempo.

La segunda de sus preocupaciones era nivelar su vida deportiva con la maldita escuela. Hacía años que su educación era en casa, porque así no tenía que preocuparse por las inasistencias durante la temporada de patinaje, pero eso no significaba que pudiera relajarse al respecto. Hasta que cumpliera la mayoría de edad y tuviera voz y voto al respecto, Yuri estaba obligado a terminar, al menos, sus estudios generales. Se lo había prometido a su abuelo, así que no podía simplemente negarse a hacerlo... y también estaba obligado por el Gobierno, que cubría todos sus gastos relacionados con el patinaje.

Aún no se ocupaba de pensar qué pasaría después de que terminara con esa parte de su educación; ni siquiera sabía si optaría por obtener algún otro grado académico, pero no tenerlo claro no significaba que desechara la idea.

Su tercera preocupación era no preocupar a las personas importantes para él. Todo mundo sabía que, aunque no se hablara de ello, él era el principal soporte económico de su familia, y ese dinero no se obtenía solo: tenía que ser el mejor si quería seguir recibiendo financiamiento por parte del gobierno ruso. Debía posicionarse como uno de los mejores si, a futuro, también quería lograr patrocinios privados.

Como si todo lo anterior no fueran preocupaciones suficientes, también estaba comprometido a hacer que dos bobos con B mayúscula (los mismos que no sabían cómo ser un par de adultos funcionales en cuanto a su relación) aceptaran su vínculo de almas gemelas. Yuri sentía como si hubiera envejecido veinte años en esos pocos días que tuvo para planear el reencuentro de su entrenador y su alma gemela, pero al menos su esfuerzo había dado frutos. Se merecía un maldito premio por eso, y aunque ni Victor ni Yuuri hubieran dicho algo al respecto, Yurio no olvidaba. Ya se encargaría de que los otros dos le agradecieran por su tiempo y esfuerzo, en especial ahora que las cosas iban mejor entre ellos.

Al menos hasta que pasó lo de la prensa.

Yuri no era tonto y aunque fingiera desinterés, en realidad estaba al tanto de las fotografías de Yuuri. Sabía que la prensa amarillista estaba más insoportable de lo que era normal en cuanto a Victor y su "misterioso novio japonés", como había leído en un sitio web sobre chismes de personajes famosos (la culpa era de Mila, ella le envió el enlace, él sólo lo leyó; jamás habría buscado algo así por cuenta propia). No había hablado con él al respecto y tampoco había cuestionado a Victor, pero era obvio que a Yuuri no le causaba mucha gracia la situación. Si era sincero, él no entendía por qué el drama por unas cuantas fotografías y otras tantas especulaciones sobre la relación de los dos hombres, pero también entendía que su forma de ver las cosas no era, en absoluto, similar a la de Katsuki.

[Yuri!!! On Ice] Resiliencia (Victuuri) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora