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2. Perdón.

—Wooseok, ¿te pasa algo? —Pregunta Jinhyuk. Acaban de salir de la última hora y están camino a la habitación que comparten, en un edificio cercano a la universidad. Pensaba que se le pasaría al de un rato, pero lleva todo el día con la misma cara de inconformidad y tristeza.

Sin decir palabra alguna, Wooseok abraza a Jinhyuk. Están en la puerta del colegio mayor en el que se hospedan, ahí nadie puede decirles nada. Aunque no entienda a qué viene ese abrazo, su amigo se lo corresponde, permaneciendo así unos cuantos minutos. Para cuando dejan de abrazarse, Wooseok está algo mejor, tiene la misma cara de siempre, sin expresión de tristeza.

En cuanto llegan a la habitación, dejan la mochila y cogen las carteras para irse a comer. El comedor está más ajetreado de lo normal, y es el horario de universitarios. Normalmente suele ser más silencioso, pero al ser el primer día de clases y haber ocurrido lo de la mañana, nadie es capaz de mantenerse callado.

Ambos jóvenes se sientan con sus amigos, con los que casi no han podido hablar durante el día. Ellos al igual que el resto están comentando lo de las nuevas normas.

—Hola, chicos. ¿Hablando de la normativa? —Jinhyuk saluda nada más sentarse, mientras que Wooseok se mantiene en silencio y hace un gesto.

—Nosotros sí —responde Jinhoo. —Minsoo está ignorándola, anda por ahí ligando con alguien —añade, señalando la zona del comedor a la que se ha movido.

—¿No os parece rara esta norma? —Yein cuestiona. —De un curso para otro la han aceptado, no les da tiempo. Por lo que sé, para aprobarlo tienen que pasar meses. Supongo que mandarían la sugerencia hace meses ya y que no han querido decir nada por si no se aprueba, ya que esta reacción es de esperar.

En la mesa siguen hablando sobre ello, sin pausa alguna. Debatir les gusta y es un tema interesante para ellos. Sooil es, junto a Yein, uno de los más interesados en continuar hablando; a pesar de que el tema no les agrade del todo, se mantienen entretenidos toda la hora de comer.

Wooseok sigue sin decir mucho. Jinhyuk sabe perfectamente que algo le pasa pero no quiere forzarlo a que se lo cuente, prefiere que hable cuando esté preparado. Visto que no tiene intención de moverse y que come a desgana, decide ser él el que se levante a por agua, dejando al otro absorto en sus pensamientos. En la mesa les falta jarra y solo ellos dos se han percatado de eso.

Jinhyuk se levanta y casi al instante se gana las miradas de todos los que se encuentran en la cantina. Incluso los que están más lejos han escuchado el estruendo de una bandeja cayéndose. Han Seungwoo, estudiante de un curso superior, acaba de chocarse contra él y de derramar comida en su ropa.

—Perdónanos, Jinhyuk. Seungwoo y yo íbamos hablando y no hemos prestado atención a lo que teníamos delante y ahora tu camiseta está sucia —Byungchan, el mejor amigo del otro, es el que se preocupa por él. El mayor está agachado limpiando con servilletas y pañuelos el desastre mientras que él, con un tono de lástima, trata de disculparse.

—Hey, ¿Byungchan, verdad? —El mencionado asiente —. Bien, Byungchan. No te preocupes. Ha sido un accidente, nos hemos ganado las miradas de todo el comedor, pero ya. Puedo pasar en cualquier momento a cambiarme, deja de pedir perdón.

—Quiero... queremos, Seungwoo y yo queremos pedirte perdón. ¿No hay algo que quieras que hagamos? Te lo debemos —Su amigo sólo asiente, mostrándose de acuerdo con lo que dice.

—Byungchan, he dicho que no hace falta. Déjalo —Jinhyuk trata de ser lo más educado posible rechazando su oferta. Agradece que quieran hacer algo para disculparse pero, claramente, no se siente bien diciéndoles que sí.

—Bueno, está bien, pero si algún día necesitas algo llámanos —Seungwoo habla esta vez, haciendo un gesto que Jinhyuk capta a la primera. Saca su móvil y se lo da, apuntando los dos sus números y haciéndose una llamada perdida para poder anotarlo también.

—Incluso si no necesitas nada puedes mensajearnos o llamarnos —dice Byungchan sonriente. Jinhyuk solo les hace un gesto afirmativo y va a por la jarra que tanto le está costando lograr.

╰ 🌼 ╮

Han terminado de comer hace rato y ahora Byungchan y Seungwoo se encuentran con Sejun haciendo los deberes de física. Comparten varias asignaturas desde que comenzaron la carrera y se ha vuelto una tradición reunirse para hacerlos. En ocasiones se les unen el resto de sus amigos, frecuentemente Subin.

Una vez acabados los deberes, se toman la libertad de hacer cualquier cosa. Byungchan está fantaseando, lo que no es raro de él, pero lo está haciendo de una manera que impresiona a los dos presentes; es como si estuviera en trance. Mientras tanto, ellos se encuentran observando lo que hay al rededor y hablando.

—Sejun, ¿qué te apuestas a que esos dos chicos de ahí van a acabar juntos? —Seungwoo señala la escena de unos estudiantes menores que ellos que están hablando a poca distancia. Uno de ellos lleva unas zapatillas de ruedas y el otro, de menor estatura que él, acaba de salvarlo de que se tropiece con ellas. Por la expresión del más alto, parecen no conocerse.

—Gracias —el chico de las ruedas le dice al otro. —¿Sabes qué? Tenemos suerte de que esta zona no pertenezca al colegio. Por la manera en la que me has agarrado para que no me caiga, estaríamos expulsados seguro —y tras ello, comienza a reír nerviosamente.

—¿De qué te ríes? ¡No es gracioso! Podrías haberte hecho daño —a pesar de su inexpresiva cara, el menor nuestra preocupación por él aunque no hayan hecho más que conocerse.

—Lo sé, pero la situación es cómica —y vuelve a reírse. ¿Dejará de hacerlo en algún momento? Junho no se ha siquiera presentado porque no puede, que el joven no haga más que reírse se lo impide.

—Eh, escúchame. Déjame presentarme al menos, por ser educado y esas cosas —se muestra más serio aún y consigue hacer que se calle, para finalmente hablar él —: soy Cha Junho, estoy cursando mi último año de secundaria. ¿Tú eres...?

El otro se trata de aguantar la risa para poder responder. Al final lo hace:

—Kim Yohan. Estoy en mi segundo año de universidad. En mi tiempo libre solía hacer Taekwondo pero encontré el patinaje y se podría decir que me he obsesionado, solo que no se me da muy bien —vuelve a reírse. Junho sigue sorprendido con el hecho de que alguien pueda reír tanto sin motivo. Puede que le haga falta ser un poco más como él, no es para nada expresivo pero desearía serlo.

Ambos chicos que estaban observando la escena desde la distancia se han dado cuenta de la atracción inmediata del mayor. Conocen ese tipo de miradas sin duda alguna y pueden deducir que hay posibilidad de que algo pase si se da la ocasión de que se encuentren de nuevo.

—No puedo apostar, Seungwoo-hyung. Me vas a ganar. Está claro que pueden acabar juntos. La mirada del chico que patina ha sido la misma que pone Byungchan con cada chico guapo que ve.

Al escuchar su nombre, el nombrado sale de su trance. ¿Qué acababan de decir sus amigos de él? Les dedica una mirada juzgándolos y justamente giran su cabeza, topándose con ella. Los ha escuchado mas no se ha enterado.

—Byungchan, se ha notado muchísimo. No sé desde cuando te atraen los chicos ni si es solo por él, pero es así —Seungwoo da a entender lo evidente, aunque Byungchan lo niega captando a la primera de lo que habla.

¿Será verdad lo que dice? Si bien no ha podido comportarse como normalmente lo hace, no es capaz de explicar la razón de ello. Puede que tenga razón el mayor. O puede que simplemente esté desesperado y él sea el único chico que sabe que no es heterosexual en la zona. No es capaz de entenderse a sí mismo.