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34. ¿Desde cuándo...?

Aprovechando que están juntos como pareja, Changwook y Dongyun creen que es buena idea ir en una cita doble con Yunseong y Donghyun. Es un buen día el que escogen, pues todos sus amigos están ocupados con las extraescolares o con los recados que sus padres les mandan a hacer, a excepción de ellos que tras la reunión del consejo de estudiantes están libres.

—Hemos hablado con el jefe de estudios y está reconsiderando unos cuantos cambios significativos —de camino a la cafetería, Yunseong cuenta lo hablado en la junta —. Dicen que van a empezar a dar más libertad, lo que quiere decir que dos veces al año habrá una reunión donde los delegados llevarán las quejas y sugerencias de sus clases y se tratarán esos puntos.

Al escucharlo todos se alegran. Hay muchas cosas con las que están disconformes y la idea de ese sistema podría ayudar mucho. Una de las cosas que más odian es que la cafetería no está abierta en ciertas horas; podrían ir a estudiar a la biblioteca en las horas libres, pero hay veces en las que prefieren un lugar donde puedan hacer ruido, para así poder estudiar en voz alta o hacer trabajos grupales tranquilos.

Yunseong está feliz de que junto a otros estudiantes haya conseguido convencer a los profesores de un cambio; está orgulloso y seguro de que su reputación mejorará. Aunque no lo haya dicho nunca, le atemoriza lo que puedan pensar de él y le preocupa la fama que se ha ganado en el centro por varias cosas que han pasado, supuestamente.

Esa tarde no va a pensar en eso, para nada. Va a centrarse en disfrutar de estar con su ahora novio Donghyun y de sus amigos.

Los cuatro ordenan algo para tomar en el café bajando la cuesta del centro y se sientan a hablar. Es entretenido y un ambiente diferente, pues están solo ellos cuatro y pueden mostrarse algo románticos y cariñosos sin molestar a nadie. Changwook en especial se aprovecha de ello y pasa la tarde dando besos en la mejilla a Dongyun, aunque el caso del conocido Hwangkeum es distinto.

Mientras charlan en la mesa, Donghyun visualiza algo unas cuantas mesas más atrás que le hace cuestionarse varias cosas. Al principio no dice nada, pero cuando puede hablar seguro de lo que ha visto, se lo comenta al resto a pesar de que no sabe si debería.

—¿Esos dos son Eunsang y Sihun-hyung? —Yunseong, sentado en el mismo lado que él, también lo ha visto.

—Creo que están saliendo —comenta Keum antes de que los otros dos jóvenes se den la vuelta —. Los he visto mirándose y se les nota en los ojos el amor —se ríe.

Ninguno de los dos que están dados la vuelta son buenos disimulando y no tardan mucho en dar el cante, llamando la atención de Sihun quien nota que los están observando. En el momento en el que hacen contacto visual se dan la vuelta, pero eso no evita que la pareja se acerque a ellos.

—Hola, chicos —saluda alegremente Sihun, seguido por Eunsang. A diferencia de lo que los jóvenes creían, les habla en tono amistoso.

—¿Cita doble? —Pregunta Eunsang, a sabiendas de que Changwook y Dongyun son pareja, aunque no se ha enterado de que Hwang y Keum lo son.

—Así es —habla esta vez Hwang —. ¿Vosotros que hacéis?

—Lo mismo, se podría decir —Sihun toma la mano de Eunsang frente a ellos y éste se anima a contarles un poco sobre su relación. Poco a poco van acostumbrándose más a mostrar públicamente lo que son, un avance que esperan que se mantenga así a pesar de los prejuicios que muchos tienen.

╰ 🌼 ╮

En esa tarde Jinhyuk se ha mostrado muy distante con Byungchan y él no cae en el porqué. Se replantea el preguntarle, pero no sabe cómo contestará, ni siquiera si recibirá respuesta.

Mientras que Lee está con su móvil, a lo suyo, hablando por mensajes o viendo qué publica la gente en redes sociales, Byungchan se queda observándolo sin decir palabra alguna. Están los dos sentados uno al lado del otro en la cafetería de la universidad pero apenas hablan.

—¿Vas a dejar de mirarme en algún momento, Chanie? —Tras varios minutos en los que Choi no le quita el ojo, Jinhyuk acaba llamándole la atención de forma cariñosa.

—¿Te pasa algo hoy? No paro de mirarte porque siento que sí —responde.

—Hoy he soñado con mi hermana, que le pasaba algo malo y que no había nada que pudiera hacer. Supongo que la echo de menos y llevo todo el día dándole vueltas a eso —explica, dejando el móvil en la mesa sin usarse.

Byungchan entiende al momento que se siente nostálgico en ese día. Él en ocasiones también extraña a su familia y se pone en ese plan de absorberse en las redes sociales para evitar pensar en ello, sólo para que el resto no note que está así.

Incluso si no sirve para nada, le abraza por la cintura con ambos brazos y deja un suave beso en su mejilla casi rozando la comisura de los labios, haciéndolo reaccionar devolviéndoselo, esta vez en la boca. Están en publico pero en esos momentos no son conscientes de ello, están hipnotizados por los ojos del otro.

—Supongo que si duermes mal por algún sueño, acabas no pudiendo estar normal en todo el día —Byungchan —. Al menos no todo es malo, hyung. Incluso si extrañas a tu familia, que creo que es algo que la mayoría hacemos, aquí no estás mal.

Jinhyuk le da la razón y comenta más sobre el tema —: estamos para estudiar y lo que se pueda hacer en el tiempo libre que tenemos, el resto es secundario pero me gusta tener eso también.

—Bueno, es que aquí tienes amigos. Y a tu novio.

Jinhyuk abre bastante los ojos al escuchar lo último. ¿Byungchan acaba de llamarse a sí mismo su novio?

—¿Qué acabas de decir? ¿Acabas de decir que eres mi novio?

—¿No querías que lo fuese? —Lee asiente con la cabeza —. Pues ya me tienes.

Una vez dicho eso, Choi sonríe y deja visibles sus hoyuelos, a lo que inevitablemente Jinhyuk se queda fascinado, mirándolo como si no hubiese nada más bello en el universo. Están en un momento de tensión que queda sin resolver, por petición de Jinhyuk.

—No deberíamos estar así en la cafetería. Hagamos algo productivo o vayamos a otro sitio —sugiere.

—¿Se puede ir a tu habitación, hyung?

—Wooseok siempre está, va a ser mejor que no nos arriesguemos. Además los que no estáis ahí alojados no deberíais entrar en el edifico.

—Entonces, por no quedarnos aquí, vayamos al apartamento —el menor saca las llaves de la mochila para guardárselas en el bolsillo una vez habérselas enseñado.

Ya tienen dónde ir, falta que encuentren algo que hacer, aunque visto lo mucho que ama Byungchan recibir mimos, probablemente tiren por ello y pierdan la tarde entre besos.