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22. Juego y algodón de azúcar.

Byungchan no vive muy lejos de la universidad, en transporte público se puede llegar en menos de diez minutos. Jinhyuk sigue las pautas que él le da, cogiendo la línea de metro correspondiente y bajándose en la parada más cercana. Es a dos minutos andando donde está el apartamento.

Al principio duda de qué timbre tocar. Es un edificio alto con varios apartamentos por piso, lo que hace que esté inseguro. Acaba tocando el timbre correcto una vez revisa el mensaje que Choi le había mandado. Vive a bastante altura, un quinto piso es bastante alto, pero con el gran edificio que es, no debe ser nada en comparación con el decimoquinto.

Sube en ascensor y Byungchan lo recibe en la puerta del apartamento. Está apoyado en el marco de esta con una mano en el bolsillo del pantalón y sujetando el móvil con la otra. Se ve que desde que Lee ha tocado el timbre él lo está esperando, detalle que Jinhyuk aprecia y considera tierno.

—Hola —lo saluda con una reverencia y seguido continúa hablando —: gracias por venir. Al preguntártelo dudaba de si lo harías por si tenías planes.

—No te preocupes, no he cancelado nada. Es más, Wooseok me ha animado a que venga sin problema alguno y se lo agradezco. No le importa estar sin compañero de habitación unos días.

Ambos jóvenes entran al apartamento del menor. A simple vista, a Jinhyuk le gusta mucho. No es muy grande y cuenta solamente con lo más básico; aun así es bonito, la decoración refleja bastante la personalidad tanto de Byungchan como la de Seungwoo, teniendo flores y figuras por las estanterías. El chico le enseña en un volado todo, aunque desde la entrada se ven el salón, el comedor y la cocina.

—Tenemos dos camas pero el sofá también está preparado para dormir —explica —, no me importa mucho dónde duermas. Seungwoo-hyung está dispuesto a que duermas en su cama siempre y cuando esté hecha al día siguiente, así que no es problema.

—¿Cuál de las dos es la tuya? —Jinhyuk siempre ha preferido dormir más próximo a la puerta que a la ventana, espera poder dormir en la que quiere.

—¿En cuál de las dos quieres dormir? Si es la mía no tengo problema en ceder o en que durmamos juntos —dice en broma, aunque también puede tomarse como una indirecta, que es lo que Jinhyuk hace.

EL preguntado se aproxima a la más cercana a la puerta y hace un gesto dando a entender que la prefiere. Byungchan comienza a reír silenciosamente y estalla cuando Jinhyuk lo mira juzgándolo. No entiende el porqué de su risa al principio, luego ve que es porque ahí suele dormir él.

—Jinhyuk —a pesar de que debería usar honoríficos, no lo hace con él —, te he dicho que duermas donde quieras, pero me parece curioso que no hayas dudado con cuál prefieres. Veo que tampoco te gusta estar muy cerca de la ventana.

—¿Entonces?

—¿Tienes problema en dormir conmigo?

Jinhyuk se sonroja. No puede ser que esté recibiendo insinuaciones tan directas de Byungchan. No le molesta como tal, pero no va a permitirse caer fácilmente. Él también sabe jugar y eso va a hacer.

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          Primavera, una bonita estación del año que en el fondo Dongyun no soporta. Changwook siempre había considerado eso algo adorable de su dongsaeng y no sabía por qué, sólo que cada vez que se molestaba por las bromas que hacía al respecto se veía como alguien a quien le gustaría achuchar.

          Un día decidió hacerlo, una mañana en la que quedaron ellos dos a solas para que Changwook ayudase al menor con biología. Estaban ambos en la terraza de casa de Dongyun con los apuntes, casualmente estos trataban sobre las plantas, los árboles de hoja caduca y temas relacionados. A Dongyun no le terminaba de agradar el tema, tampoco ver cómo cada dos por tres, con cada ráfaga de viento, toda la terraza se llenaba de flores. Tal vez verlo un poco enojado con ese hecho hiciese que en medio de una risa el mayor desease aplastar sus mejillas.

          Dongyun no entendía qué era tan divertido y adorable para que su hyung lo mirase de esa forma, pero no le importaba. Lo que le importó fue que le abrazara y que pellizcase sus mejillas, eso causó un sonrojo en él. Estando así, mirándose fijamente, Changwook no pudo resistirse a dar un paso más y besar por unos segundos sus labios. En esos momentos ninguno de los era consciente, pero sentían una notoria atracción por el otro.

Casi les ha dado la hora para irse a casa a varios de ellos. Minseo vive un tanto lejos pero al igual que Moonjun tiene un horario diferente para irse a casa sin recibir una bronca, lo que permite que se quede más tiempo con sus amigos. Varios de ellos deben coger el transporte público, otros pueden ir andando a pesar de llevarles quince minutos a paso normal.

Changwook, quien debe coger el mismo autobús que Minseo, decide volverse con él y aprovechar a pedir consejo. En varios momentos que ha estado inatento a las palabras de sus amigos mientras tomaban algo, ha llegado a una conclusión: le gusta Dongyun y le gusta mucho. Todos sospechan de que los chicos se traen algo más allá, pero él no sabe sobre eso.

Changwook ha estado a solas con Dongyun muchas veces y aunque nunca hayan dicho nada acerca de sus sentimientos está claro que ambos sienten algo mutuo. Él no sabe desde cuándo exactamente lleva enamorado de su amigo, sólo sabe que tiene que soltarlo de una vez.

—Minseo, hace más de un año que besé a Dongyun y en esos momentos yo no sabía que él me gustaba, pero creo que ahora tengo claro que sí —le confiesa una vez sentados en el bus. A él le esperan quince minutos menos que a su amigo para llegar, pero es suficiente para que le aconseje, aunque en esos momentos no quede mucho hasta su parada.

—¿Quiere eso decir que al fin vas a pedirle salir? —Asiente con la cabeza —. ¿Has pensado en cómo hacerlo?

—Quiero que sea algo dulce —confiesa —. Sé como es Dongyun y sé que no le gustaría algo tradicional o romántico. Le gustan las cosas tiernas y alegres.

—Me gusta cómo suena. Si algún día me confesase de esa forma, creo que lo llevaría a alguna feria o algo, un mercado de flores podría ser también bonito, aunque si de Dongyun se trata, esto último es muy primaveral.

—Me da miedo no hacerlo bien. Sé que incluso si no es como quiere, me va a decir que sí, pero quiero crear un bonito recuerdo.

—Algodón de azúcar —dice Minseo, a lo que el otro lo mira extrañado —. El algodón de azúcar es la respuesta a todo. Busca hacer algo con eso, funcionará.

No entiende a qué se refiere su amigo con eso último, pero tratará de recordarlo. El algodón de azúcar es algo que Dongyun ama y puede aprovecharse de ello. En lo que queda de viaje le da vueltas a eso mientras Minseo chatea con Moonjun, para despedirse amigablemente de él finalmente.

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🌸Aprovecho este capítulo para agradeceros por el apoyo a esta historia y también para promocionaros mi próxima historia.

A partir de septiembre estaré con otro fic, esta vez de X1. En mi perfil está subido ya el prólogo, el capítulo 00, por si queréis echarle un vistazo. No sé qué saldrá porque es algo que nunca he probado en cuanto a temática pero tengo esperanzas de que será decente.