Soliloquio dentro del ataúd, pensamiento fuera de línea, placer en una fila de gratitud, dolor dentro de la cueva ígnea.
Espera. Detente. Escucha.
Ese tal vez es el triángulo de las Bermudas.Sonríe. Grita. Llora.
Mis palabras se cubren en latitudes de cualidades tontas.Al sin par y al par sin.
O tal vez, ves una gruta y realmente no era un fruta; sinó, eran las cualidades absurdas del silencio, o los gritos miserables del palacio...Son tres lados invertidos, que juegan a pecar. Uno ama al otro y el otro ama al demás, pero realmente, ¿qué es la trinidad?
Yo no lo sé, ni tampoco lo entiendo, él ama a ella, mientras ella ama a otra y la otra lo ama a él.
Confusos son los sentidos que le adjudican a este pobre señor. Ámbar, Stella y Héctor. Son los nombres de estos sujetos. Héctor está con Stella, pero ama a Ámbar; Ámbar ama Stella pero es mejor amiga de Héctor; y Stella está con Héctor al cual ama, pero de noche sale a compartir cama con la delicada Ámbar...
Esto es algo complicado, yo no soy consejero para estos pobres humanos. Solo y viejo es lo que soy, no puedo ver todo lo que se desata aquí, aunque seguramente una tragedia con muerte estará en esta hueste.
Héctor el mayor de los tres, un hombre hermoso y fornido, con el cuerpo de un dios griego. Mantiene en su lecho a sus dos hermanas queridas, con las cuales consuma su relación de una forma caótica, parecida al monstruo de las profundidades, Typhon.
Stella la del medio, mujer bondadosa y piadosa, humilde pero llena de lujuria, complace a sus hermanos, para que la familia perdure, al igual que la diosa Hestia, ella protege y mantiene ardiendo el fuego dentro del hogar.
Ámbar la menor, chica de carácter fuerte y una figura imponente, digna de llamarse una representación de Atenea. Es la que regala caricias a sus dos hermanos. Mientras con gran inteligencia enamora a Héctor. Con una gran astucia enamora a Stella.
Con decir que ellos son locos, o tal vez algún complejo un poco morboso los invade. En este instante, sus padres con asco y pudor, miran las atrocidades cometidas por sus hijos.
¿Es acaso tan fuerte el sentimiento de amor?
¿Puede ser tan grande para ignorar la moral?
¿Cómo es que ellos comenzaron a procrear?
Esa es la respuesta que les voy a dar...
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𝐏𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐫𝐢𝐨
PoetryNo hay nada más increíble que sentirse completo al escribir. Y no hay otra cosa que hacer, que querer compartir esto a los demás. Puesto que no me importan las opiniones, solo escribo esto para pasar el tiempo. Pasar el tiempo que me queda, lenta y...