Faro

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Sin silencio es el diario dolor,
Que vive dentro de mi alma el rencor;
Conocido es el siniestro, que solía decir palabras enfermas,
Solicitando distintas copas
Sales y me atacas con todas.

En la isla desierta, habitaban sentimientos, pero al parecer;
Sus suspiros dolían al ver y el silencio apestaba con poco placer...

En la gran bahía, un faro se veía
Pero no era el típico artefacto que tú conocías.
Era una gran construcción, que mentía en conmemoración
A palabras olvidadas y sindicatos de agonía.

En sus grandes pasillos, la luz recorría. Inquieta y a la vez sencilla, porque ella era una espía y el incierto futuro se cernió delante de la luz que en algún momento no iluminó...

Sus colores sombríos, llegaban a partir tu alma, tan fuertemente como las olas que azotan diariamente, tu casco incomprendido:
Solicito un permiso
Para entrar dentro
De ti un momento
Y poder decir
Todo lo que te quiero...

Si... Tus luces no fueron suficientes, para guiarme lejos de ti.
Ya que tus focos estaban sucios y me costaba entenderte...

Las cosas eran complicadas, subí mil escaleras, pero aún así nunca se terminó el camino para llegar a tu centro...
Realmente nunca llegué a dónde residía la luz,
Tal vez tú no querías que llegara alguien a reparar tu foco sucio
Y sin sentir

𝐏𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐫𝐢𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora