Toda mi vida he vivido en la ciudad, no es la principal de Venezuela pero sí la que siempre he acogido como hogar. La armonía que posee con la naturaleza y respeto que otorgan los ciudadanos a los espacios naturales es lo que más me gusta. Nuestra casa tiene un estilo colonial debido a Nelson ya que su pasión es diseñar, por ende, fue él quien decidió el estilo que reflejaría nuestro hogar. Y realizó un gran trabajo.
Un aspecto que desde mi niñez le he aportado importancia y amor es mi familia, la cual está integrada por mi madre Elisa Rivera: Una simpática y admirable mujer de tez blanca, cabello castaño largo y ojos marrones con los cuales con una simple mirada puede transmitir demasiado para mí gusto, y lo enfatizo por diversidad de anécdotas. Su esposo Nelson Rivera: un hombre alto y ancho de espalda, con cabello negro rizado y ojos verdes. La creación de ambos mi hermanita Daniela–A la cual suelo decirle Dany–, tiene unos dulces ocho años, no es quisquillosa al momento de cepillar su lisado cabello castaño claro que le llega un poco más arriba de la cintura. Y cuando lo amerita sus soñadores ojos verdes te envuelven a su gusto.
Es grande la diferencia entre nosotras ¿Cierto? Y la razón es muy sencilla, aportado en lo mencionado anteriormente. Nelson es mi padrastro. Me crió como su hija desde que tengo seis años de edad, ¿El motivo? Pues... Mi madre se separó de mi padre biológico–creo que su relación había dejado de funcionar–. Su nombre es Tiago, desde que nos dejó son contables con los dedos las ocasiones que venido a verme o siquiera tomado la iniciativa de llamarme, preguntar o ver las facciones de su hija cambiar con el transcurrir del tiempo.
Específicamente un recuerdo sigue intacto en mi cabeza, como si fuese ayer:
El día que cumplí los quince años tuve la alegría de notar su presencia en mi fiesta, de hecho colaboró en parte con los gastos. La emoción se escurría por mi sistema como una especie de electricidad que me incentivaba a dibujar una sonrisa en mi rostro, la cual se intensificó muchísimo más al recibir de su parte un regalo que conservo conmigo, desde ese instante: una cadena con la letra T de colgante, el más significativo detalle. El abrazo que le di fue el más sincero de todos, las lágrimas eran de felicidad. Y no era debido solo a su regalo, todas esas emociones fueron causadas al ver sus ojos sinceros y arrepentidos por haberse alejado de su hija. De verdad pensé que nada sería como antes, que el progresar sería llevado a cabo. Yo estaba preparada para reunir los lazos que fueron cortados abruptamente sin motivo, creí que contaría con su presencia. Posteriormente me decepcioné.
Solo transcurrió un día para darme cuenta que cualquier migaja de felicidad, habladurías sobre nuestros lazos, desapareciera, todo se esfumó al igual que él.
Un tiempo después de esa ocasión y la última vez que conversé con Tiago me informó que se había ido al extranjero, así no más, que le habían ofrecido un empleo en el cual ejercería un cargo en ingeniería automovilística. No desaprovechó, y aún pienso que fue lo mejor.
ESTÁS LEYENDO
Una hermosa casualidad [✔️]
Teen Fiction¿Qué pasaría si te enteras de la noche a la mañana de una gran noticia? y no solo eso, sino a través de un fuente insólita. Thali pondrá a prueba ello, una adolescente que entre su rutina escolar y ámbito hace lo posible por llenar el vacío de una a...