Enseñame ha amarte [Teaching feeling].

Un día especial.

Los días siguen transcurriendo eventualmente después de aquella noche en la que pude aclarar mi duda respecto a mi mismo. Me he dado el tiempo para recuperar los avances que tontamente perdí con Sylvie, retomamos las clases y le he pedido que me vuelva a ayudar con el consultorio médico también me he enfocado en el trabajo diligente después de todo eso es lo que lleva el pan a la mesa pero sobre todo ahora mismo nos tratamos como verdaderos amantes, nos besamos siempre que tenemos oportunidad y por supuesto hemos tenido intimidad desde entonces; no quiero parecer un pervertido pero el sexo es mejor que nunca, yo realmente me siento muy bien, no recuerdo cuando deje de sentirme así de feliz, es lindo saber que hay alguien que te quiere y que desea lo mejor para ti y yo.....después de mucho tiempo realmente quiero ser feliz.

Los días son maravillosos, todos los días desde que me levanto me siento lleno de energías y soy recibido por las más linda de las sonrisas, yo también pongo de mi parte para hacer feliz a Sylvie, vamos a dar paseos por el bosque que se.en cuenta cerca de la casa, también vamos de compras más a menudo al pueblo y un día sin pensarlo le tome la mano; al principio se le podía ver incómoda y no es para nada raro, después de todo ella no se termina a acostumbrar a la gente pero aun así ella no dudo al apretar con fuerza la mía sin embargo ese día pude notar algo extraño, las personas del pueblo nos quedaban mirando y murmuraban aunque a mi personalmente no me importa, la única opinión que podría quitarme el sueño sería la de Sylvie y eso no sucederá por que estoy seguro que a ella le gusta que la lleve de la mano.

Un día fui al consultorio por unos archivos médicos que necesitaba revisar y decidí llevarle un postre a Sylvie así que pase por el establecimiento de la estrafalaria Nephy, en cuanto me vio me dijo algo que me ha mantenido un poco desconcertado desde entonces.

Nephy: Buenos días.... oh....ahora viene solo...¿Así que usted es del que todo el mundo habla.....eh...? Jijiji.-soltó una risita.

Doctor: ¿Del que todo el mundo que.....?¿A qué se refiere señorita?......-me dirigí hacia la camarera y propietaria.

Nephy: Ah.....olvidelo.....a veces habló de más....enseguida estará su orden.-dijo retirándose a paso veloz.

No se bien a que se refiere exactamente después de todo esa chica vive en su propio mundo pero no estaría nada mal saber a qué se refería exactamente. Regrese a casa de inmediato, Sylvie me recibió en la entrada. 

Charlamos todos los días acerca del trabajo y de cosas triviales que nos suceden, parecemos una pareja de viejos sin embargo atesoro esos recuerdos que estoy creando con ella después de todo ya casi a pasado un año desde que ella llegó a mi vida. En los últimos días hemos hechos cosas muy agradables pero también.....algunas que no me gustan......bueno en realidad sólo es una.....y esa es ir a la tienda de esa mujer....Aurelia, no tengo nada contra ella......es solo..................

Varios días después desperté de mi letargo, había tenido un día anterior muy agitado, no sólo por el trabajo después de todo somos una pareja de amantes, saben a lo que me refiero ¿Verdad?. Busque a Sylvie con la mirada pero pude notar que no se encontraba en la habitación entonces de repente, ella entró con una enorme charola en la que llevaba un plato con huevos revueltos, tocino, pan tostado y un vaso de jugo de naranja.

Sylvie: Buenos días amo, espero que tenga hambre.-saludo la chica.

Doctor: Buenos días Sylvie, no tenías que molestarte.-le dije como signo de modestia.

Sylvie: Ni lo mencioné amo, lo hago con mucho gusto, por favor siéntase libre de comer.-su sonrisa resplandecia más fuerte que el mismísimo sol.

Doctor: Entonces acompañame.-palme a un lado de mi.

Sylvie: Sólo si me deja darle de comer.-dijo pícara.