Enseñame ha amarte [Teaching feeling].

Mi sol.

Hoy he dormido literalmente como bebé, no sabía lo bien que se sentía dormir y despertar con alguien a tu lado es decir no es que sea la primera vez que duermo con Sylvie, es sólo que es la primera vez que realmente lo disfruto (y no me mal interpreten), al principio me era muy difícil pero ahora disfruto el tan solo verla dormir pero cuando se acurruca en mi pecho, me siento en el mismo cielo. Las cosas entre los dos va viento en popa, creía que nunca volvería a confiar en la personas, que nunca más podría amar sin embargo Sylvie me ha enseñado que el amor puede ser tan diferente de lo que llegue a imaginar; cuando era niño siempre creí que el amor traía siempre finales felices....al crecer y convertirme en adulto pude notar que el amor no siempre era feliz que incluso ni siquiera existía, todo eso me hizo pensar que no tenía caso amar pero ella......................................................

Mis pensamientos se frenaron con la delicada voz de la chica que se encontraba a mi lado.

Sylvie: A-amo......-dijo somnolienta.

Doctor: Oh, lo siento, creo que te desperté.-me disculpe y cruce mi brazo por su pequeño cuerpo.

La chica se pegó aún más cerca de mi, podía sentir su respiración cerca de mi cuello.

Sylvie: Amo, deberíamos levantarnos, recuerde que hoy iremos al consultorio.-habló con una suave voz como si se fuera a quedar dormida nuevamente.

Doctor: Lo sé -puse mi mano sobre su cabeza- pero sinceramente me gustaría quedarme así 

Sylvie: Yo también querido amo pero.....-noto que deje de acariciarla.

Sylvie: ¿Amo?....se molesto por lo que dije.-ella se levantó de mi pecho.

Mire a Sylvie y con una gran sonrisa le contesté:

Doctor: No es eso sino que tienes razón, hoy debemos de dar lo mejor en el trabajo.-me levanté de la cama rápidamente con Sylvie entre mis brazos.

Sylvie: Aaaahh....A-amo...-dijo un poco asustada.

Entonces me detuve.

Doctor: Te amo Sylvie.-la mire directamente a sus púpilas.

La chica se tomó unos segundos antes de poner su mano en mi mejilla y asentir con una sonrisa.

Sylvie: Yo también te amo, amo.-respondió.

Nos lavamos, nos vestimos e incluso hicimos el desayuno juntos, hace poco compre una bicicleta, se que mi casa no queda muy lejos del pueblo pero pensé que seria divertido tener una. Me subí en ella para pedalear y Sylvie se subió atrás sujetandose de mi espalda, me dispuse a tomar camino. 

Íbamos de camino al consultorio cuando recordé que tenía una cita con un paciente al que iba directo a su hogar debido a lo delicado de su estado y se lo informe a Sylvie.

Llegué hasta el domicilio y toque la puerta pero nadie atendió, seguí insistiendo hasta que una mujer mayor entre abrió la puerta.

Mujer: ¿Qué es lo que desea?.-dijo secamente.

Doctor: Buenos días, he venido a la cita de hoy.-le dije mostrando mi maletín.

Mujer: Váyase, no necesitamos nada.-cerró la puerta casi azotandola sobre mi rostro.

Doctor: Ay...¿Pero qué...?.-me tomé la nariz tras el portazo.

Sylvie: ¡¡A-amo!!, ¿Está bien?.-se acercó muy preocupada.