CAPITULO VII: ¡POSTA!

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     No sé cómo pasó pero lo único que recuerdo en ese momento fue que tenía algo grande, grueso y duro en mi mano...
      Y con duro me refiero a mi muleta con la que le di un golpe directo justo en la cara. Eres un mal pensado ¿Lo sabías? No sé cómo paso pero cuando me di cuenta, tenía mi muleta en la cara de Robert. Este se tiró al suelo del dolor y yo salí corriendo lo más rápido que pude pero como estaba todo oscuro apenas di unos tres pasos y me caí, mi cabeza fue directo a una roca. El golpe fue tan fuerte que quedé inconsciente. Lo último que vi fue a Robert acercándose.
       Al recobrar el conocimiento me encontraba dentro del silo. Me levanté bruscamente lo primero que hice fue tocarme el trasero para asegurarme de que seguía ahí, efectivamente seguía ahí, luego me toque la cabeza porque me dolía y me percate que tenía puesta una venda, miré a mi alrededor todo estaba iluminado había una mesa con algo encima, me sorprendí al ver que era una torta donde decía "¡Feliz Cumpleaños H.L!". Giré la cabeza y detrás de mí estaba Robert también con una venda en la cabeza y con una caja envuelta con un moño, caminando hacia mí me dijo:
-​¿Creíste que lo había olvidado?
    Yo me quedé en shock porque todo este drama solo fue por una estúpida fiesta sorpresa. Cuando se acercó a abrazarme lo primero que hice fue darle una tremenda bofetada, Robert cayó al suelo por el golpe y yo le dije:
-​¡Eres un idiota! Me mataste del susto. ¡Pensé lo peor!
    Robert se levantó del suelo, no pudo evitar reírse luego dijo que debía ganarse un Oscar por actuar tan bien y se disculpó por hacerme pasar ese mal rato también me dijo que no pensó que yo lo golpearía con mi muleta, y que de ahora en adelante ya no se preocuparía por mí porque ya se dio cuenta que puedo defenderme solo.
    Cuando se aclaró la confusión nos sentamos a comer pastel, yo le pregunté que era este lugar. Él me dijo que era un silo abandonado que lo encontró cuando se perdió en sus primeros días en el Paraguay, solo venía cuando tenía tiempo lo que significaba que casi nunca venía porque siempre estaba ocupado. También le pregunté donde rayos estábamos porque no se escuchaba ningún auto, solo se escuchaba el ruido del agua. Robert me dijo que estábamos en un silo en las afueras de la ciudad cerca de la costa por eso el ruido del agua golpeando las rocas. Era un lugar muy grande donde nadie venía a molestar por estar alejado de la ciudad, ya se me estaba ocurriendo venir a este lugar cuando necesité estar solo y poder pensar cuando realmente lo necesite. Así pasaron las horas, hablamos de muchas cosas como que tal me van en mis notas o que tal el colegio le dije que las notas bien pero el colegio mal, me molestaban todos días, él solo me abrazó y me dijo que todo saldría bien no sé porque pero algo me decía que tenía razón. Luego me pregunto qué tal me iba en la feria de ciencias, luego me puse triste porque le dije que todo iba mal, no podía hacerlo porque no complementaba el XLR-Z. Robert me dijo que él lo ayudaría si lo necesitara, pero yo le dije que no porque este trabajo quería terminarlo por mi cuenta si no podía terminar esto solo entonces como terminaría otras cosas en el futuro. Él solo se rió y me dijo:
-​Estoy orgulloso de ti.
Yo le agradecí diciéndole:
-​Gracias. Después de todo no eres un idiota.
Y Robert me respondió:
-​Por eso me alegra haberte arrollado con mi auto.
Y Yo le respondí:
-​Vaya. En serio eres un idiota.
   Ambos nos quedamos mirándonos seriamente por unos segundos y luego nos matamos de la risa. Brindamos con mi lata de soda y él con su lata de cerveza luego nos la bebimos hasta el fondo, me dijo que fue la mejor fiesta sorpresa que había organizado en su vida. Bueno de hecho era la primera admitió. Me dio un fuerte abrazo. En ese momento le bromeé y le dije que me asusté porque pensé que él estaba enamorado de mí y pensé que él haría una locura. El simplemente no respondió. Hubo un silencio incómodo.
Desvié la vista al reloj que estaba en la mesa, dándome cuenta que ya eran la una de la mañana.
      En ese instante me di cuenta de que ya era muy tarde y debía volver a casa porque en casa me esperaba otra fiesta sorpresa, le pedí a Robert que me llevara hasta mi casa y este accedió sin pensarlo dos veces. Recogimos todo luego apagamos las luces y cerramos el lugar, al terminar nos pusimos en camino a casa. Ya era muy tarde, en todo el viaje a casa estuve pensando que decepcioné a mis padres me sentía culpable porque seguramente ya estaban durmiendo, también pensé en mi padre que dejó un día de trabajo para venir a pasarlo conmigo pero no estuve en todo el día en casa además ya estaba muy cansado para otra fiesta, todas estas ideas pasaban por mi cabeza hasta que de repente estos pensamientos fueron cortados al ver un rayo azul pasando a lado de nosotros, específicamente hacia el lado del acompañante donde yo me encontraba, pasó en un parpadeo. Enseguida me moví bruscamente en mi asiento y le grité a Robert, "¡viste eso!" Él me miro y me preguntó que se suponía que tenía que ver, luego no pudo evitar reírse, yo me quede confundido, luego me dijo que yo ya estaba muy cansado y seguramente fue un sueño además había bebido mucha soda. Luego me puse a pensar y por un lado lo que decía el profesor tenía lógica así que ya no dije nada al respecto. Aunque me quedé pensando en lo sucedido hasta que por fin llegamos a casa, al momento de llegar enseguida me bajé lo más rápido posible luego me despedí y cuando me di la vuelta Robert me dijo:
-​Me olvidé de darte esto.
       Dijo esto mientras me entregaba la caja con el moño. Yo también me había olvidado de eso. Le pregunté que era y me dijo que era un regalo muy especial, que no lo abriera ahora debía abrirlo cuando llegué el momento. Y yo le dije:
-​¿Cuándo sabré cuando sea el momento?
-​Lo sabrás – Dijo esto mientras apretó el acelerador y se fue.
        Me quedé con curiosidad pero luego recordé que yo era el que estaba apurado luego busqué en mi bolsillo mi celular y no lo encontraba luego me recordé que Robert lo tenía. Como estaba cansado decidí pedírselo más tarde, no podía decir "mañana" porque ya era de madrugada simplemente diré que lo vería en unas horas. Entré triste a la casa porque había adivinado, había adornos de cumpleaños en la cocina, ya era tarde y todos seguramente estaban dormidos la casa estaba completamente en silencio entre a la habitación de mis padres y efectivamente ya estaban durmiendo. Me fui a cambiar de ropa y luego fui a lavarme los dientes para después llegar exhausto a mi cama, aunque estaba muy triste por la fiesta de mis padres que eché a perder, esto no me quito el sueño y trate de ver el lado positivo de las cosas pase un día épico, mis enemigos humillados públicamente, y haberla pasado bien en la fiesta que organizó mi mejor amigo. De hecho todo salió bien, agarré mi reloj para ver la hora, me quedé sorprendido al ver que ya eran las tres y doce a.m. Me acomodé bien cubriéndome con mi frazada y cerrando los ojos deseé que mis padres no estuvieran tan tristes por haberles fallado. Así fue como fui a la cama esperando que el día que se aproximaba en unas horas no fuera tan malo...

DELIVERY: LA TRIPLE FRONTERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora