Capítulo 44. Maratón Pt. 3

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Entramos, Martín viene detrás mió, Gustavo está con algunos hombres, se gira para vernos y su sonrisa se amplía, corro y lo abrazo, me sorprendo por lo que acabo de hacer, me sostiene de la cintura, me mira y besa mis labios delicadamente, nos separamos 

De que tienes hambre -Habla y miró hacia otro lado

Sushi -Hable y asiente, se gira a donde está a su amigo 

Nos hablamos, iré a comer con mi chica -Me mira con una sonrisa, siento una mirada prenetante, trato de girarme discretamente y el amigo de Gustavo sostiene la mano de Sam, pero ella me mira, no tengo ni la menor idea si me mira a mi o Gustavo -. Vamos nena

Salimos de la empresa y Martín nos abre la puerta, subo, para entrar después Gustavo, cierran la puerta, Gustavo está en el celular, miro por la ventana, me sentí incómoda por la mirada de Sam

Que pasa todo esta bien -Gustavo me tomó de la mano y la besa, lo miro, asiento -. No algo te incomoda, dime a mi, que es

Sam nos miró en la empresa y me hizo sentir incómoda -Hable y niega

Tranquila, no te pongas celosa, no me fijaré en ella -Sonrió y me besa

Señor, un auto nos sigue desde que salimos de la empresa -Habló el conductor y Martín me mira y saca un arma, mi corazón se acelera, me aferro a la mano de Gustavo, mira al conductor

Pierdelo -Hablo, me mira -. Ponte el cinturón, no quiero que te pase nada 

Hago lo que me pide, me separo de él y me pongo el cinturon, miro hacia atrás, por más que el conductor trataba de esquivarlo, el auto seguía detrás de nosotros

Señor -El conductor mira a Gustavo 

Comunicate con la camioneta más cercana y al plan b -Hablo tranquila -. De acuerdo

Cierro los ojos, entramos a un callejón, y la camioneta aceleró, para dar vuelta y quedar en un estacionamiento con autos abandonados, la camioneta se apaga y miró a Gustavo quitarse el cinturón para después tomar un arma y colocarla detrás de la camisa -. Martín cuidala 

Si señor -Habla 

Gustavo -Me quito el cinturón y me mira 

No te bajes por nada del mundo, no quiero que te pase nada -Hablo y niego 

No te bajaras solo - Tome si mano 

Nunca estoy solo -Sonrió -. Y menos contigo 

Gustavo -Se bajó, junto con Martín y el conductor, trató de abrir la puerta, justamente cuando miro hacia atrás y miro como le disparan a el conductor, golpean a Gustavo y pego un chillido la puerta se abre y me jalan es Martín 

Necesito sacarla de aquí -Hablo  y recibió un golpe que lo dejó inconsciente, el hombre me saca del auto, lo tomó del brazo y me giro para poder agacharse,  y hacer que caiga al suelo, le rompo la mano, se queja, tomó su arma y le disparó en la pierna, justamente un auto arranca, se escuchan las sirenas, un hombre me dispara pero falla

Baja el arma -Grita un hombre, no pude ver quien es, por que la camioneta me estorba, pero su voz es bastante conocida, el hombre ni siquiera lo mira y solo tiene la mirada en mi -. He dicho que la bajes y te daré vida 

Sebastian -Habló en bajo, el hombre recibe una bala en la cabeza, pegó un grito y justamente las patrullas entran por el callejón acompañado de un deportivo color negro, alzó las manos y camino para ver si está él pero no hay nadie, todos me apuntan con las armas, mi corazón está acelerado, la puerta del deportivo se abre y se bajó un chico, es Marco, alza las manos y bajan las armas, corre hacia la escena, siento me que voy a desmayar, se que era su voz, mira a Gustavo en el suelo y me mira 

La Princesa Del Narcotráfico IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora