DEAD DAY; kookmin [PAUSADA]

06

¿Zombie?

—No puedes ser un zombie Jimin, de ser así no podrías entenderme, no podrías hablar y lo más importante, ya me habrías atacado.

Escuchaba con atención desde el asiento trasero del auto, Jeongguk me había puesto ahí para no arriesgarse de lo que pudiera pasar. Decidimos seguir con la búsqueda de mi madre a pesar de lo acontecido.

—¿Y-y si si... sólo el efecto no ha terminado de pasar? -eso era posible, para este entonces todo era posible. Probablemente tardaba al ser una mordida de un perro.

—Ya pasaron más de tres horas, Jimin -o... probablemente Jeongguk tenía razón, ya había pasado demasiado tiempo.

Seguía hablando con algo de dificultad, y mi apariencia no era tan asquerosa como la de los zombies. Solo uno de mis ojos era el que se encontraba en blanco con rojo, mi piel no se encontraba deteriorada, era solo en la zona de mi pierna que había sido atacada por el perro. Mi piel se había vuelto demasiado pálida y se me veían las venas resaltadas de un color morado, pero nada tan grave comparado a los zombies.

Sentía un dolor insoportable recorrerme por toda la espalda, por esa razón me encontraba acostada en la parte de atrás. Era algo baja, por lo que había sin problema.

—T-tienes r-razón -respondí luego de un pesado suspiró, me puse a mirar el techo y pronto quedé rendido de nuevo, me sentía tan cansado que me fue imposible no dormir. Tenía miedo de no despertar, pero no pude resistir más.

¿Cómo pasó esto? ¿Y si alguien más que no me conocía trataba de matarme? ¿Que diría mi madre?

Sentí un pequeño golpecito en mi hombro, por lo que me levanté asustada y alterada, era Jeongguk. Su rostro también se veía aterrado, quizás le causé miedo cuando me vio levantarme tan rápido.

—E-Está bien, t-tranquilo -logré calmarlo cuando hablé, entendía perfectamente que tuviera miedo de mí, de todos modos, no sabíamos si esto era causa de que la infección estaba tardando o que me quedaría así para siempre.

—Llegamos a la ciudad, pero creo que muy tarde -nos encontrábamos en Ulsan, sabía la dirección en la que estaba mi madre, pero no tenía ni idea si seguía estando allí.

Intenté llamarla con mi celular, se me complicó demasiado tomar ese aparato con el que siempre contaba en mi bolsillo, mis manos temblaban como nunca lo habían hecho. Jeongguk se dio cuenta de esto, así que lo agarró de mis manos.

—Lo haré por ti, tranquilo -explicó, me sentía más inútil de lo normal, era horrible esta sensación de no poder controlar tu cuerpo debidamente.

—M-mi m-madre...

—Lo sé -interrumpió. —la llamaré ¿ok?

Asentí con la cabeza, aún seguíamos encerrados en el auto, observé la ciudad por la ventana. Había humo y fuego en varias zonas. Las esperanzas de que mi madre siguiera aquí iban disminuyendo rápidamente.

Pude escuchar los tonos de la llamada de mi celular, no contestaba...

—¡Hijo! -¡era mi madre!

—¡M-ma, m-mamá! -exclamé con dificultad, me sentía realmente feliz de escuchar su voz.

—¿Te encuentras bien, cariño? -pude escuchar un tono de preocupación en ella, mi forma de responder no fue la mejor.